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Ingeniera de Minas por la Universidad de Oviedo, máster en Combustión y Energía por la Universidad de Leeds y MBA en el IESE, Loreto Ordóñez lleva más de dos décadas trabajando en el sector energético. Antes de asumir la Dirección General de ENGIE en nuestro país hace siete años, la asturiana ocupó diversos cargos directivos dentro del Grupo ENGIE y en otras compañías del sector. Su amplio conocimiento del negocio energético, así como un liderazgo en el que prima la claridad de objetivos, la comunicación y la confianza en las personas, han llevado a la directiva a ser reconocida con el premio enerTIC 2018 y ser incluida entre las Top 100 Mujeres Líderes de nuestro país.

¿Cuáles diría que son los principales problemas del sector energético hoy en nuestro país? Con rotundidad diría que garantizar la seguridad del suministro eléctrico, más aún cuando se prevé un escenario de penetración cada vez mayor de las energías renovables, se está convirtiendo en una ardua tarea. Si partimos de la base de que las plantas de ciclo combinado (centrales de generación de energía eléctrica en las que se transforma la energía térmica del gas natural en electricidad) son el apoyo natural para las energías renovables, en este momento tecnológico y de transición energética es imprescindible que cuenten con los mecanismos suficientes que aseguren su viabilidad y, en definitiva, la de todo el sistema eléctrico español. En resumen, la falta de suministro no es un problema inmediato pero sí lo será si no se adoptan las medidas adecuadas.

De cara a lograr la descarbonización de la economía, los ciclos combinados tienen un rol indiscutible como respaldo al despliegue de las energías renovables. Sin ellos sería complicado satisfacer el nivel de demanda diario.

En ENGIE somos optimistas, las expectativas de futuro son buenas para esta tecnología si tenemos en cuenta la salida del carbón, de las centrales nucleares y la penetración aun mayor de las energías renovables en el mix energético. Con estas premisas consideramos que a partir de 2022 será cuando los ciclos combinados puedan obtener un factor de carga razonable.

En definitiva, hay que tener muy presente la necesidad de analizar soluciones que aporten señales de inversión a largo plazo que garanticen tanto la seguridad de suministro como el cumplimiento de los objetivos de la descarbonización.

La compañía cuenta con un total de 150.000 empleados en más de 70 países. ¿Cómo están desarrollando este proceso de internacionalización tan ambicioso? A nivel de Grupo en 2016 se inició un plan de transformación a tres años con el objetivo de convertirnos en los líderes mundiales de la transición energética. Es un plan ambicioso que aspira a convertir a ENGIE en un actor esencial en el nuevo modelo energético. Concretamente, según anunció la CEO del Grupo ENGIE, Isabelle Kocher,  a nivel mundial el Grupo está invirtiendo 1,5 mil millones de euros en soluciones que, si bien aún no están maduras como es el hidrógeno, tienen un gran potencial. Ejemplo de ello es la participación del Grupo en el Energy Observer, como socio principal en este proyecto que impulsa el primer barco propulsado con energías renovables e hidrógeno.

Para ENGIE, el Energy Observer es el modelo del futuro de energía limpia: digitalizado, descarbonizado y descentralizado en sintonía con nuestra estrategia.

Lógicamente, para que esta transformación sea exitosa, es esencial que nuestros empleados estén involucrados en el proyecto. El papel de la compañía es apoyar a nuestros equipos en adaptarse a los nuevos cambios que está experimentando la sociedad en general, no solo el sector energético y, para ello, damos una gran importancia a la formación invirtiendo cerca de 300 millones de euros a lo largo de este plan a tres años.

¿En qué otros países están interesados en invertir actualmente? Las decisiones de inversión en un país concreto son tomadas directamente desde la central de ENGIE.  Puedo afirmar que España está en muy buena posición, teniendo en cuenta que el Grupo está presente en 70 países.

Nuestra apuesta por la inversión en España está dirigida al sector de las energías renovables, pero consideramos que es imprescindible que se den las señales adecuadas para la inversión y que  se faciliten y agilicen los procesos de permisos. Nuestra participación en el proyecto GOYA es un ejemplo, tanto de nuestro compromiso con estas inversiones como de nuestro potencial a la hora de  dotar de mecanismos (PPA) que hagan financiables las inversiones necesarias.

El proyecto GOYA, desarrollo eólico de nueva generación de 300 MW, constituido por un complejo de nueve parques eólicos en la provincia de Zaragoza, es una de las inversiones en energías renovables más importantes de España en los últimos años; una realidad gracias al acuerdo de compraventa de energía (PPA) que firmamos. Se trata de un hito en el mercado energético español, al ser el primer PPA que se firma para parques eólicos en proceso de construcción y pionero, tanto por su validación por parte de la banca como por su plazo de duración (doce años) a un precio mínimo que ha facilitado la financiación del proyecto.

“Consideramos que a partir de 2022 será cuando los ciclos combinados puedan obtener un factor de carga razonable”

ENGIE se encuentra al servicio de la energía del futuro. ¿Qué características tiene esta energía? Las características de la energía siempre van en consonancia con las necesidades de la sociedad y, como una de las compañías líderes en la transición energética, desde ENGIE debemos ser capaces de adelantarnos a estas necesidades.

De hecho, el año pasado quisimos poner en común esta inquietud sobre la energía y el futuro y lanzamos una iniciativa y un debate, nuestro programa Imagine 2030, en el que participaron más de 15.000 empleados, clientes, directivos y socios estratégicos de 70 países.

De esta puesta en común nos quedó claro que las energías renovables y el acceso a la energía son fundamentales ante una sociedad que afronta grandes retos como el cambio climático, la sobrepoblación y la transformación de su modo de vida. Por ello, creemos firmemente que la producción descentralizada y la eficiencia energética son las soluciones que nos llevarán a un futuro energético sostenible para todos, pero a la vez para cada uno de nosotros.

Como líder internacional, desde ENGIE, nuestro desafío es perseguir esta visión a todos los niveles de una forma ágil y armónica, a la vez que aseguramos la sostenibilidad económica de nuestro modelo empresarial y el cumplimiento de las necesidades de nuestros clientes a través de la digitalización y la innovación. Los retos ecológicos y energéticos que tiene España ante el futuro son enormes y comportan cambios importantes que afectarán a toda la sociedad. El paso siguiente e ineludible es decidir y legislar.

 

¿De qué forma impulsan desde la compañía la transición energética? Si hablamos de transición energética es imprescindible recordar los dos objetivos más ambiciosos sobre los que se basa dicho proceso como son la construcción de una sociedad que demande menos energía y que sea, a su vez, menos dependiente de la energía nuclear y de los combustibles fósiles. ENGIE está aplicando todos sus conocimientos en investigación e innovación para tener éxito en estos desafíos.

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En ENGIE perseguimos un compromiso total con la eficiencia energética, apoyándonos en tres ejes fundamentales de la transición energética como es la Descarbonización (promoviendo la eficiencia energética y el desarrollo de tecnologías limpias con emisiones de carbono muy bajas o nulas); la Descentralización (disminuyendo la dependencia energética externa, aprovechando fuentes locales, y acercando la producción al consumidor) y la Digitalización (innovando, promoviendo y aplicando los avances de la era digital para lograr un uso más eficiente de la energía).

En esta línea, en diciembre firmaron un nuevo PPA corporativo de energía verde a largo plazo en España con ADISSEO. ¿En qué consiste este acuerdo? Hemos firmado con Grupo ADISSEO uno de los primeros acuerdos de suministro verde en España a diez años, para la totalidad de su consumo de su planta de Burgos. La firma de este PPA significa un nuevo empuje a la hora de impulsar la construcción de infraestructuras renovables en España. Este contrato energético garantiza que la planta de ADISSEO en Burgos se aprovisionará exclusivamente de energía de origen renovable, vinculando su consumo a la producción de un parque de nueva construcción cuya puesta en marcha está prevista en 2020. En este proyecto, ENGIE estará presente a lo largo de toda su cadena de valor de energía verde

. Este contrato a largo plazo es un ejemplo más que ilustra el rol de ENGIE como suministrador de energía renovable a clientes industriales. Además, el acuerdo refuerza la posición de ENGIE como una de las compañías líderes en el desarrollo de un modelo de negocio energético sostenible en España y Europa, en línea con la ambición del Grupo para liderar la transición energética.

ENGIE gestiona actualmente a través de PPA unos 2 GW de generación renovable a nivel mundial. En 2018, el Grupo ha firmado un número importante de PPA en Europa, tanto con clientes industriales como con proyectos de generación.

¿Qué expectativas de crecimiento tienen en ENGIE para final de año? Nuestro plan de acción a futuro es mantener la tendencia de crecimiento que hemos ido experimentando en los últimos años. Nuestras bases para proyectar este crecimiento son la mejora de la rentabilidad de la cartera actual de nuestra actividad de servicios y la incorporación de nuevos activos renovables. Nuestro plan estratégico se  basa  principalmente en el crecimiento de las ventas (que venimos experimentando desde la segunda mitad de 2017), el cambio de cartera hacia soluciones más globales y centradas en sectores clave (industrial/renovables) y en el incremento de la eficiencia a través de la digitalización de la compañía.

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