Patricia García, Ejecutivo del año en la IX edición de los Premios ejecutivos Galicia

Premios | España | Redacción | 24 de junio de 2019

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Primera mujer en presidir el Círculo de Empresarios de Galicia, Patricia García es licenciada en Filología Inglesa por la Universidad de Vigo, ha realizado el Advanced Management Program por el Instituto de Empresa de Madrid y posee un máster en Formación E-learning por la UNED. Su verdadera pasión es la formación, ámbito en el que ha desarrollado su carrera profesional, y es colaboradora activa en varias asociaciones empresariales, por la importancia que tiene el asociacionismo para el desarrollo empresarial.

“Debemos permanecer en continuo proceso de transformación”

Su actividad ha estado ligada siempre a tres conceptos: formación, emprendimiento y empleabilidad. ¿De qué manera?
Quizás porque llevo a las espaldas la vocación docente y la inquietud de echar al guante nuevos retos de manera continua. He sido docente durante varios años y mi objetivo era que mis alumnos aprendiesen y, obviamente, aprobasen, pero que se retasen a aprender la necesidad de sobrepasar obstáculos haciendo las cosas bien.
Sin duda creo que la mejor carta de presentación para conseguir un empleo es una buena formación, pero no es suficiente. Debes tener ansia de aprender y el inconformismo de hacer cada día mejor las cosas; esto es para mí emprender. Y no puedo ser de otra manera si queremos mantener la empleabilidad porque la formación es caduca y debemos permanecer en continuo proceso de transformación para adaptarnos al medio.

¿Cómo es el Grupo Femxa?
Somos una compañía que pretender mejorar la calidad de vida de las personas. Suena pretencioso emplear esta frase, pero así lo concebimos.
Deje que me explique: la formación es un medio para conseguir un empleo, sin formación no eres empleable. Además, si la formación es de calidad y reconocida en el mercado laboral, permitirá que accedas a un mejor puesto en la organización, lo que supondrá una remuneración más elevada, libertad económica, confianza en uno mismo, serenidad, por ende, mejor calidad de vida.
El impacto social que tiene la formación es desconocido. Las carencias formativas te pueden relegan a una situación de exclusión social cuando entras en la dinámica del desempleo estructural y pierdes el contacto con el mundo laboral, lo que te conduce a una situación desoladora. Es donde tiene sentido nuestro papel como agente dinamizador para el empleo: formando a las personas ocupadas para que sigan siendo empleables y formando a los desempleados para retornarlos al empleo y que puedan recuperar sus vidas y mejorar las de su entorno.

¿Entienden las empresas que sus recursos humanos es el mayor valor que poseen?
Sin duda y quien no lo entienda tiene un problema. Vivimos la cuarta revolución industrial, la revolución del conocimiento.
El conocimiento lo tienen las personas que trabajan en las organizaciones. Si generamos el ecosistema adecuado, seremos capaces de que, a través de la creatividad, el ingenio, la capacidad crítica, la resolución de problemas, la visión global y la capacidad de expresión, se puedan desarrollar mejoras disruptivas en la compañía, cada uno en su ámbito de actuación, lo que permitirá que esa empresa sea competitiva a través de lo único que te va a permitir sobrevivir: la innovación.

¿Por qué es importante el concepto de formación continua?
Porque ya lo apuntaba Peter Drucker “el conocimiento tiene que ser mejorado, desafiado e incrementado constantemente o se desvanece”.
En un horizonte en el que la automatización debe ser la base de partida en el diseño de cualquier proceso, la capacidad de poder hacerlo será el garante para mantener la ventaja competitiva frente a tus competidores.
Esa automatización implica implantar tecnologías existentes o que existirán y el modelo formativo que debemos tener tanto en educación como en formación para el empleo debe ser muy ágil. Ya no hablaremos de ocupaciones profesionales con tareas tasadas, sino de destrezas y competencias que un trabajador debe desempeñar en una compañía, no en un puesto con capacidad para fluctuar de unas actividades a otras. Personas versátiles, resilientes, con capacidad de desarrollarse constantemente.

¿De qué manera ha transformado la formación la llegada de las nuevas tecnologías?
Las prestaciones que ofrece la tecnología en el mundo educativo son muy diversas. Son aplicables a las herramientas utilizadas en el sistema de enseñanza y aprendizaje, en el espacio virtual en el que se produce la formación, en técnicas de enseñanza basadas en gamificación, simuladores, realidad virtual y realidad aumentada, en contenidos dinámicos, interactivos con prestaciones en 3D, formación en multidispositivos como smartphones y tabletas.
Lo importante es saber usarlas de manera adecuada para que un participante, en función de sus capacidades y los objetivos de aprendizaje propuestos, pueda adquirir conocimientos y desarrollar habilidades que aplique en su entorno de trabajo, interpretando hechos, datos, información, en la búsqueda de resolución de problemas.

Fue presidente de Aje Galicia y Aje Vigo, presidente de la Asociación Gallega de Empresas de Consultoría, y entró a formar parte de la Junta Directiva del Círculo de Empresarios de Galicia que ahora preside. ¿Cree firmemente en el valor que aporta pertenecer a una asociación?
Como comúnmente se estila decir en estos casos, la unión hace la fuerza.
Además de facilitar encuentros empresariales entres los asociados que prosperan en nuevos negocios y relación proveedor cliente, el asociacionismo debe ser algo más que esto.
Las asociaciones deben nacer con el objetivo de influir en las decisiones políticas de cada ámbito de actuación que, como norma general, suelen estar muy lejos de legislar favoreciendo el desarrollo y crecimiento del tejido empresarial.
Hablo de liderazgo en opinión empresarial, porque deben elevar propuestas serenas y rigurosas y deben ocupar su lugar como interlocutor válido ante los representantes políticos que gobiernen, decidiendo actuaciones que condicionen los negocios de las empresas a las que representan. La capacidad de opinión se puede hacer desde la libertad económica e independiente de los ámbitos políticos.

Primera mujer presidente del Círculo de Empresarios de Galicia, ¿cómo se ha transformado la entidad desde su llegada hace ahora un año?
No podemos obviar que el Círculo lleva 25 años en funcionamiento y son muchas las actuaciones que se vienen haciendo. En este sentido, he seguido la inercia.
Estoy acentuando la figura del Círculo como el foro representativo del tejido empresarial gallego donde cabe el debate constructivo sobre soluciones a problemas que nos afectan, y un lobby de opinión que nos permite ser interlocutor válido ante representantes políticos que lideran Galicia y España. Como sociedad civil, nuestro compromiso pasa por aportar ideas, compartir opiniones, trasladar demandas y –por qué no– expresar reconocimientos. Como hemos hecho siempre.

Además de mantener lo que ya que existe y funciona, queremos abordar en los próximos tres años, cuatro objetivos adicionales de gran impacto en el tejido empresarial: seguir fomentando el emprendimiento en la economía gallega, favorecer el crecimiento de nuestras pymes de manera sostenible, incentivar la internalización, y animar a implantar en las empresas gallegas códigos de gestión ética y de responsabilidad social empresarial.
Quizás le he impregnado más dinamismo y cooperación con instituciones de la zona porque es como considero que se deben hacer las cosas. Con mucho trabajo sin duda, pero buscando puntos de encuentro y aunando lo mejor de cada entidad para que el resultado de lo que pretendes hacer en cada caso sea mejor que haciéndolo solo.

¿Llegará Ourense a sumarse durante su mandato? 
Espero que se sume a la plataforma Círculo Financiero de Galicia que hemos creado entre el Círculo de Empresarios de Galicia, Club Financiero de Santiago y el Club Atlántico de A Coruña. Una entidad que pretende vertebrar demandas a nivel gallego cuando proceda sin perder en absoluto la idiosincrasia de cada una a nivel territorio y representatividad de las peculiaridades del tejido empresarial de cada zona.
En Ourense seguiremos funcionado con un modelo de cooperación con instituciones de la provincia para fomentar nuevos desarrollos empresariales y para intercambiar buenas prácticas que se dan en las empresas implantadas en esta zona Sur de Galicia.

Recibe este año el galardón al “ejecutivo del año” en la IX edición de los premios Ejecutivos Galicia. ¿Qué rasgos de buen ejecutivo cree que le han llevado a conseguirlo?
No sé sin buenos o malos rasgos, son los que tengo. Soy inquieta, optimista, práctica. Me gusta estar a mil frentes y buscar resultados en los retos que constantemente estoy abordando. Nada conformista porque creo que siempre se puede mejorar en lo que uno hace en el día a día, quizás por ello soy muy perfeccionista. Exigente conmigo misma y quizás no tanto con quien debiera porque en ese sentido soy muy tolerante con los errores y muy democrática con mis equipos de trabajo.