El cambio horario, un riesgo para los trabajadores
Actualidad | España | Claudia Agapito | 28 de marzo de 2019
Adelantar el reloj supone un riesgo a los empleados, empresas y la productividad. Según el estudio realizado por Acierto.com, incrementa los peligros de sufrir hipertensión y migraña, además de elevar las tasas de suicidio y robo. De hecho, hasta la productividad de los trabajadores decrece y se disparan los accidentes laborales; sobre todo en aquellos puestos más exigentes físicamente, donde las lesiones aumentan en un 6 %.
La cuestión radica en que este cambio altera nuestro ritmo interno y aumenta las posibilidades de que durmamos peor. Son muchos los encuestados que aseguran que “les cuesta más conciliar el sueño durante esa noche y las siguientes, en las que acaban durmiendo menos y peor”, según el informe. Estado al que se le suma el estrés, la falta de sueño y el aumento de apetito.
Asimismo, este estado trae como consecuencia los accidentes laborales y la caída de la productividad, a causa de la falta de concentración, inestabilidad, sensación de debilidad, etc., efectos que pueden alargarse hasta diez días. Surge en este sentido otra duda según Acierto.com: si la hora “de menos” ha de retribuirse en los trabajos nocturnos. “Los convenios colectivos suelen prever esta situación”, recalca.
La mayoría de los encuestados apuestan por mantener el horario de verano. De hecho, nueve de cada diez españoles están de acuerdo en eliminar el cambio de horario. El sector turístico y hotelero se vería, por ejemplo, muy beneficiado, pues tener más horas de luz por la tarde incrementa el consumo y la predisposición a salir a la calle. También se estima que sin el cambio horario se tenderá a las jornadas intensivas, algo que favorecerá la anhelada conciliación trabajo-familia.
Hasta el 2021 nada cambiará
Este no será el último cambio horario. Esta semana, el pleno de la Eurocámara ha respaldado -por 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones- retrasar a 2021 la eliminación del cambio de hora bianual en la Unión Europea, pese a que inicialmente la Comisión Europea había planteado hacerlo en abril de este año. Por ello, al menos dos años más tendremos que continuar adelantando o disminuyendo las horas en los meses de octubre y marzo.