En el comienzo de esta cuarta revolución industrial que conocemos como industria 4.0, la revolución de la digitalización y la transformación, la de las nuevas tecnologías de la información, la robotización, la interconexión, las comunicaciones… resultaba oportuno y conveniente detenerse a realizar una evaluación de cuál es la situación real de la industria española en este reto que transforma la actividad de las industrias desde todos los puntos de vista.
Fruto de esa inquietud ha sido el primer “Estudio Smart industry sobre el estado de la industria 4.0” en España que ha elaborado la consultora Everis, junto con el Observatorio de la industria 4.0 y la colaboración del Club Excelencia en gestión y SAP . El objetivo del estudio era evaluar el nivel de madurez de las empresas en relación con los paradigmas de industria 4.0 y adquirir una visión global de su grado de desarrollo en los diferentes sectores industriales. Se trataba de diagnosticar un panorama industrial nuevo en el que hay que adaptarse constantemente a nuevos objetivos, a retos que pueden ser siempre oportunidades de negocio apoyadas en las nuevas tecnologías.
El estudio, basado en un amplio conjunto de empresas que alcanzan una facturación total de 43.000 millones de euros, se ha orientado a cuatro grandes áreas en las que se aplican las nuevas tecnologías:
• Digital Supply Chain, donde prima la gestión de big Data para planificar la demanda y hacer un seguimiento fiable de los bienes.
• Digital Manufacturing, en el que se integran sistemas de simulación y visualización 3D para crear o mejorar procesos de fabricación.
• Digital Products, que son aquellos que se entregan digitalmente, como libros y documentos electrónicos, formación online, aplicaciones, etc.
• Digital Corporate, en donde se busca la mejora de la comunicación corporativa con las partes interesadas. En el estudio, se ha valorado el nivel de madurez en la implantación de los denominados paradigmas de la industria 4.0, haciendo un análisis de las razones por las que algunos de ellos están más introducidos que otros en las distintas organizaciones:
• Robots autónomos, que incluye drones, AGV’s, robots industriales, tanto los colaborativos como los inteligentes.
• Elementos de movilidad, como smartphones, tabletas, portátiles, etc.
• Herramientas de simulación, las que permiten pronosticar operaciones futuras.
• Fabricación aditiva, para construir objetos desde un archivo electrónico.
• Nuevas interfaces humanas, que se apoyan en el uso de la Realidad virtual y Realidad Aumentada.
• Internet de las Cosas, en el que los objetos se comunican, usando tecnologías RFID,bluetooth,redes IP , etc.
• integraciones vertical y horizontal, para adquirir actividades comerciales adicionales.
• Ciberseguridad, imprescindible para garantizar un entorno de trabajo seguro, mediante criptografía, firewalls, VPN e IDS.
• Big Data, haciendo manejo de grandes volúmenes de información para poder hacer un análisis en cuatro niveles, prescriptivo, predictivo, diagnóstico y descriptivo.
• Cloud, que utiliza internet para proporcionar todo tipo de servicios.
• Blockchain,que es uno de los paradigmas menos desarrollados hasta ahora.
Hay conclusiones positivas y algunos retos pendientes. En el estudio, por ejemplo, se destacan importantes beneficios que trae esta cuarta revolución industrial, como son la reducción de riesgos en seguridad y salud de los trabajadores, la mejora de la gestión de la cadena de suministro, la eliminación de obsoletos y el incremento de la productividad. Es evidente la coincidencia en que la transformación digital es un imperativo y que deberá plasmarse en una significativa mejora del servicio a los clientes y en una reducción de costes debida al aumento de la eficiencia operacional.
Las principales conclusiones de este estudio son que menos de la mitad de las empresas consideran que tienen los medios suficientes para llevar a cabo la transformación digital. En el ámbito industrial, se opina mayoritariamente que la digitalización aumenta la productividad y está claro que las claves están en la automatización y la gestión de datos. Hoy en día las principales barreras no son las tecnológicas, sino las personas, es decir la cultura y la resistencia al cambio dentro de las organizaciones.
Ese es, por tanto, un reto pendiente según este estudio realizado en un foro de intercambio de ideas y experiencias y que está integrado por profesionales de varios sectores industriales a nivel individual. Ha sido un foro neutral respecto a las tecnologías o las soluciones necesarias para los nuevos retos. Retos que siempre deberán afrontarse con una gestión enfocada a la Excelencia porque esa Excelencia es la que nos va a conducir a la competitividad, una competitividad sostenible en el tiempo, independientemente de todas las transformaciones a las que haya que sumarse.