En los últimos años, el fast fashion se ha apoderado de la forma y costumbres del consumidor de moda. Las grandes superficies y marcas multinacionales se siguen posicionando como las preferidas a la hora de ir de compras pero, sin embargo, últimamente algo está cambiando.
En primer lugar, hay un aspecto digno de hacernos reflexionar a todos: La industria textil es la segunda más contaminante para nuestro planeta. Por suerte, parece que cada vez somos más conscientes de ello. Quizás es por ello por lo que la tendencia de los consumidores a hacer compras más responsables y, sobre todo, menos frecuentes está en pleno crecimiento. Por supuesto, esto se amplía a todo el sector y se refleja también en la moda baño, ¿por qué no estrenas varios bikinis o bañadores en un verano si son baratos aunque se vayan a estropear pronto? También vamos a ver cambios en esto a partir de ahora. Seguiremos comprando y estrenando bañadores y bikinis cada verano. Sin embargo, en vez de hacerlo con 4 o 5 modelos, todo apunta a que, como mucho, se comprarán 1 o 2. La calidad gana a la cantidad.
En 2019, la firma internacional de investigación de mercados y análisis de datos basada en Internet, YouGov, hacía un estudio en el que afirmaba que el 34% de los españoles afirmaba haber reducido el consumo de ropa con respecto a años anteriores. Lo más destacable es que el 53% aseguraba que era porque no necesitaba nada nuevo y el 30% por querer consumir de una forma más responsable. ¿Se está acabando el “comprar por comprar” prendas más asequibles y, por el contrario, querer apostar por prendas de calidad y en menos cantidad? Es difícil que se acabe el Fast Fashion, es una forma de consumir moda que ya forma parte de nuestra soeidad. Sin embargo, el Slow Fashion está ganando terreno y lo seguirá haciendo de forma considerable en los próximos años. La fabricación en cercanía, los métodos de trabajo responsable, uso de materias lo más eficaces posibles y el acercamiento a la huella de carbono 0… Son aspectos cada día más valorados por el consumidor final.
Para muchos, apostar por la moda sostenible ya se está convirtiendo en una realidad y, por suerte, son muchas las firmas que, aunque los costes sean mayores, cada vez apuestan más por ello. Nuestro planeta atraviesa un momento realmente complicado y hay que actuar en consecuencia si queremos cuidarlo. Por ello, ya no es difícil conseguir bañadores o bikinis con tejidos ecológicos y, lo que es más importante, firmas españolas que, con el objetivo de convertirse en empresas responsables con el medioambiente, nos los ofrecen. Incluso van más allá de sus tejidos, ya que cada vez son más las firmas que tratan de tener unos transportes lo más eficientes posibles o apuestan por fabricar en cercanía.
Además, cabe destacar que la crisis provocada por el Covid-19 ha cambiado, en poco tiempo, muchas cosas, incluso hábitos y costumbres, aunque no lo parezca. Sin duda, la situación que hemos atravesado en los últimos meses con el Estado de Alarma ha sido un punto de inflexión en este aspecto.
Por un lado, las compras online se han disparado y el e-commerce se está convirtiendo en uno de los principales canales de venta para muchas marcas y el canal de compra preferido para el consumidor final, evitando así espacios cerrados y aglomeraciones de gente. Esto ha llevado a que aquellas empresas que no tenían un e-commerce propio o que, incluso, lo tenían un poco descuidado, hayan apostado por ello más que nunca, añadiendo mejoras o empezando desde cero. Aquí juega un papel fundamental el omnicanal, ya que, actualmente, no solo la tienda física es necesaria, el comercio online es ya un indispensable.
Por otro, en cuanto al sector textil se refiere, la necesidad de comprar muchas prendas asequibles y contar con una gran variedad en el armario, ha perdido mucho peso a raíz del confinamiento. Tras estos meses en casa, nos hemos dado más cuenta si cabe de que es mucho mejor tener pocas cosas y de calidad, que perduren en el tiempo y que de verdad necesitemos, antes que tener muchas que, en la mayoría de ocasiones, se quedan en el olvido y acabamos sin darles prácticamente uso.
Otra de las cosas que ha cambiado y cambiará en un periodo a corto plazo, es apostar por la moda Made In Spain. Esta situación y la crisis que ha supuesto, nos ha pillado a todos desprevenidos y nuestro lado más comprometido con el sector empresarial ha cobrado fuerza. Es el momento de apoyar al pequeño comercio y de apostar por todas esas marcas y empresas de nuestro país, con menos poder económico, que tan mal lo están pasando en estos momentos. Es, quizás, de las pocas cosas positivas que un sector tan afectado como el de la moda, pueda sacar de todo esto.
En conclusión, los datos que veníamos observando en los últimos años con respecto a los cambios de consumo se han incrementado de forma notable en este primer semestre de 2020 y lo que es más, todo apunta a que serán nuevas costumbres que acabarán cambiando y creando nuevos perfiles de consumidor final.
Responsabilidad y menos necesidad van a ser, sin duda, sus principales características.