Actualmente, el segmento de la Mediana Empresa Española Plus (ME+) equivale al 18% del PIB español y genera un millón de empleos, lo que representa casi el 7% de la fuerza laboral del sector privado. Sin embargo, de acuerdo con la última encuesta de innovación en las empresas, publicada por el Instituto Nacional de Estadística 2021 (INE), tan solo el 5,62% de las empresas (2.025 empresas de 250 o más empleados) han implementado un plan de innovación en sus estrategias, frente a las 6.940 compañías de entre 50-249 empleados o las 27.060 de empresas que oscilan entre los 10 y 49 trabajadores.
Solo son datos, pero muestra una realidad muy clara: pese a contribuir significativamente en la economía española, no todas poseen una estrategia digital en su negocio. Bien sea por falta de tiempo, porque lo ven innecesario o porque creen que el coste es excesivo.
La pandemia transformó una teoría en un hecho: ninguna empresa puede vivir de espaldas a la digitalización. Se trata de algo transversal a todos los departamentos de cualquier negocio. ¿Por qué? Porque el cliente al que nos dirigimos ya ha incorporado la conectividad en sus hábitos de vida y de consumo. Hablamos de que los españoles pueden estar entre 11 y 14 horas diarias frente a una pantalla. Y como todo, sus preferencias también han ido cambiando, requiriendo ahora mismo inmediatez y personalización. De ahí que la digitalización se abra como un paraguas, abarcando todo el negocio y ayudando tanto al empleo, con la incorporación de nuevos talentos de perfiles digitales, como a impulsar la productividad laboral.
La teoría de que un aumento de la productividad puede ser viable y posible, gracias al uso de las TIC, es un hecho demostrado. Las empresas que colaboramos con la Mediana Empresa Española Plus, en su salto hacia la digitalización, tenemos que ayudarles a que vean más allá del coste, que lo perciban como una inversión y una oportunidad para mejorar su productividad.
Invertir en digitalización implica también ser más eficientes. El hecho de automatizar todos los procesos, a través de sistemas de software, elimina las tareas tediosas y repetitivas del empleado, pudiendo invertir su tiempo en labores que brinden un mejor servicio y optimicen su experiencia diaria.
(Trans)formación: un servicio indiscutible para las empresas
Los números son fundamentales en cualquier negocio, “las joyas de la corona”. Una gestión eficiente de los mismos supone optimizar íntegramente los procesos de negocio. Para ello, son muchos los proveedores digitales que ayudan a aquellas compañías que, independientemente de su tamaño, buscan digitalizar todos sus procesos financieros, contables, de RRHH, ERP o CRM entre otros, mejorando con ello su eficiencia y animándolas a seguir creciendo.
La clave del éxito de los expertos, a la hora de digitalizar, se encuentra en ser diferentes, marcar la diferencia en las empresas y ejercer de transformadores y formadores. Como transformadores, impulsando a las compañías en sus procesos de digitalización y como formadores, favoreciendo a que sigan creciendo en paralelo a la conectividad y para que confíen en los servicios que les ayudan a aumentar la productividad y
con ello, su negocio.
Pero ¿de qué manera se ayuda con el fin último de incrementar la producción? Colaborando en:
– Controlar los procesos, con el objetivo de obtener una visión global de los resultados del negocio.
– Orientar, con el objetivo de ayudar a los clientes a tomar las mejores decisiones empresariales.
– Resolver todo tipo de soluciones financieras, desde la contabilidad hasta la gestión financiera global.
– Agilizar los procesos para conseguir una ventaja competitiva frente al resto, en un tiempo récord.
– Reducir los costes de mantenimiento de la oficina, convirtiéndose en el gran aliado de la sostenibilidad.
– Facilitar el trabajo en remoto, teniendo la capacidad de trabajar con dispositivos móviles, lo que se convierte en un valor añadido para cualquier organización.
– Proteger contra el daño, la pérdida y el procesamiento inadecuado del documento.
Sin duda, animar a las ME+ para que den un paso al frente hacia su digitalización, no solo es un beneficio para ellas y sus clientes, sino que las convierte a la vez en la palanca del cambio para la mejora económica de cualquier país.
Veamos un caso práctico: es el ejemplo de una empresa española de enoturismo y gastronomía cuyo negocio no contaba con una solución integral de gestión que englobara a todas las áreas de RRHH. De esta forma, se hizo frente a esta problemática, consiguiendo realizar una optimización completa de todo el ciclo de RRHH, desde las vacaciones hasta la gestión de ausencias o las evaluaciones entre otras. Esto permitió reducir la carga administrativa diaria en un 15%, además de facilitar al 100% de la plantilla acceso a todas las funcionalidades gracias a la instalación de una aplicación móvil fomentando, de esta forma, la participación individual de cada empleado. Adicionalmente, se consiguió realizar un mayor control de la gestión de la actividad subcontratada, reduciendo así un 10% el tiempo empleado a esta tarea. Como resultado, la satisfacción y la experiencia del empleado aumentó, incrementando con ello su productividad, así como los resultados de la compañía.
La digitalización en las ME+ se ha convertido en un tema sobre la mesa, tanto dentro de otras empresas y proveedores de estos servicios, como de las propias administraciones. Una oportunidad que no hay que ver como un coste, sino como una inversión, de cara a una mejor integración dentro de cualquier estrategia empresarial, tanto en las de hoy como en las del mañana.