El BCE puede actuar con valentía, no sólo en el lado dovish, sino también en el hawkish: el BCE pone fin a su larga era de tipos de interés negativos con un pequeño golpe: subiendo todos los tipos de interés en 50 puntos básicos. Dadas las altas tasas de inflación, esta política ha sido más que bienvenida y también debería ayudar al tipo de cambio del euro. En cualquier caso, en la rueda de prensa del BCE de hoy se ha hecho hincapié en la grave preocupación por la evolución de la inflación, sobre todo porque el aumento de los precios se está extendiendo a cada vez más segmentos. En consecuencia, los riesgos para la tendencia de la inflación no sólo han aumentado, sino que incluso se han intensificado. En este contexto, una normalización más rápida de la política monetaria es lo más apropiado. Concretamente, Christine Lagarde ha señalado que la subida de los tipos de interés puede estar prevista en cualquier reunión de los próximos meses, aunque dependiendo de la situación de los datos. Según nuestra opinión, es probable que el tipo de interés neutral se sitúe entre el 1,5% y el 2%. Creemos que el BCE apuntará a este nivel por el momento.
El nuevo instrumento antifragmentación TPI (en sus siglas en inglés: Transmission Protection Instrument ) está destinado a apoyar el curso de normalización de la política monetaria y puede activarse en caso necesario. El criterio para la intervención del BCE es una «dinámica de mercado injustificada y desordenada» que, según el banco central, suponga una grave amenaza para la transmisión de la política monetaria. A diferencia de las compras de activos en el marco del PEPP o del APP, la condicionalidad entra en juego en el marco del TPI, que se basa en cuatro condiciones fiscales (por ejemplo, no estar sujeto a un procedimiento de déficit excesivo). La presidenta del BCE, Lagarde, también subrayó que el TPI podría aplicarse a todos los soberanos y que las compras no están restringidas exante. En cualquier caso, la primera línea de defensa es la reinversión en el marco del PEPP, que ahora puede utilizarse de forma flexible. También se refirió explícitamente al programa OMT (Outright Monetary Transactions), que también puede activarse en caso de duda. En definitiva, el nuevo instrumento da al BCE el margen de maniobra necesario para normalizar la política monetaria más rápidamente. El BCE quería cumplir hoy y presentar el nuevo instrumento, pero de momento sigue habiendo incertidumbre sobre su eficacia. Esperamos que el BCE no se apresure a utilizar el nuevo instrumento a la ligera, aunque su condicionalidad debería darle mayor aceptación para utilizarlo. En última instancia, sin embargo, corresponde a los países europeos cumplir las reglas fiscalmente, porque sólo entonces podrán beneficiarse también de las compras de activos.