Los datos de inflación publicados ayer sugieren que el Banco Central Europeo podría desacelerar el ritmo de sus subidas de tipos de interés oficiales hasta 25 puntos básicos en su próxima reunión de mañana, jueves. El tipo de depósito pasaría entonces del 3% al 3,25%. Hay que reconocer que la tasa de inflación sigue siendo demasiado alta. Subió del 6,9% al 7% en abril de 2023. Sin embargo, por primera vez en varios meses, la tasa subyacente bajó del 5,7% en marzo al 5,6%. Aun así, no podemos relajarnos, ya que, según nuestros cálculos, es probable que la tasa subyacente se mantenga muy por encima de la marca del 5% en los próximos meses.
Por otra parte, los datos sobre las condiciones de préstamo y crédito muestran que la política monetaria más restrictiva del BCE se está transmitiendo a la economía real. Después de que las condiciones de crédito ya se endurecieran en los últimos trimestres, volvieron a aumentar en la encuesta de abril. Además, los bancos prevén un nuevo descenso acusado de la demanda en los próximos meses. Por otra parte, la proporción de préstamos rechazados también está aumentando. Todo esto sugiere que es probable que la mayoría de los miembros del BCE se sientan más cómodos con un aumento menor de los tipos de interés oficiales. Sin embargo, esto no debe confundirse con un fin más rápido de las subidas de tipos. El BCE sigue dependiendo de los datos y es probable que continúen las subidas de tipos. Es probable que lo reitere en la reunión del BCE del jueves.