La importante y positiva sorpresa en los datos de inflación de junio en Estados Unidos levantó a los mercados ante la perspectiva de que la Reserva Federal está muy cerca de finalizar las subidas. Los tipos estadounidenses cayeron bruscamente, se descartaron hipótesis más allá de julio y, como era de esperar, el dólar perdió terreno frente a las principales divisas del mundo mientras los inversores se iban animando y los activos de riesgo se disparaban. Las divisas escandinavas y el franco suizo fueron las ganadoras de la semana, todas ellas impulsadas no sólo por la caída del dólar, sino también por una amplia cobertura de posiciones cortas.
La reacción del mercado a las noticias sobre la inflación fue totalmente comprensible, pero nos preguntamos si el dólar ha caído demasiado y con demasiada rapidez. Los mercados de divisas deberían cotizar esta semana con la moderación propia del verano, y las noticias deberían ser pocas. El informe de inflación de Reino Unido correspondiente al mes de junio, que se publicará el miércoles, será clave para la libra esterlina, pero también para el euro. Queda por ver si las tendencias desinflacionistas evidentes en EE.UU. se reproducirán pronto en Europa, por lo que este informe debería ofrecernos algunas pistas.
EUR
Las noticias de desinflación en EE.UU. impulsaron al euro, que salió del rango de cotización que había mantenido durante la mayor parte de 2023. El movimiento es comprensible y coincide con nuestras previsiones, pero el pesimismo en torno al crecimiento europeo puede constituir un obstáculo a corto plazo.
Teniendo en cuenta el tenso posicionamiento del mercado, puede que al euro le cueste remontar hasta que se aclare el estado de la economía de la eurozona y las pesimistas cifras de la encuesta PMI se confirmen o desmientan con datos económicos concretos.
USD
El informe de inflación de junio confirmó que la inflación estadounidense se encamina lenta, pero claramente, por el buen camino. Tanto el índice general como el subyacente se situaron por debajo de las estimaciones, y la media trimestral de este último ha descendido al 4% anualizado.
Es probable que la Reserva Federal vuelva a subir los tipos en julio, como se ha comprometido a hacer. Sin embargo, cualquier nueva subida necesitaría sorpresas importantes al alza en los datos de inflación y en la actividad económica, lo cual es poco probable. Con el ciclo de subidas de la Reserva Federal llegando a su fin, el contexto se vuelve más favorable para la tesis de que las divisas de los mercados emergentes tienen más recorrido.
GBP
La libra esterlina se apreció frente al dólar la semana pasada, en consonancia con las demás divisas mundiales, aunque se mantuvo un poco más débil frente al euro. Los elevados tipos de interés y unos datos mejores de lo esperado siguen favoreciendo a la libra.