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Juan Carlos Merino

Profesor de EAE Business School

La subida salarial pactada en convenio se sitúa en el 3,38% en agosto, superior al IPC. ¿Por qué se ha producido este incremento?

En los últimos años hemos vivido un fuerte incremento en los precios que no se ha visto acompañado de subidas en los salarios en la misma proporción, lo que ha provocado una acusada pérdida del poder adquisitivo de las familias. Además, hemos de advertir que su incidencia es mucho más severa para los hogares más desfavorecidos como consecuencia de su impacto en los gastos relativos a la energía y la alimentación.

Con motivo de este aumento en los precios sube la presión, sobre todo por parte de las Organizaciones sindicales, para que se incrementen los salarios y los trabajadores no pierdan su poder adquisitivo.
Por ello, las Organizaciones sindicales y las Organizaciones empresariales han llegado a pactos y acuerdos a fin de ir recuperando el poder adquisitivo perdido en los últimos años a fin de adecuar los salarios al fuerte incremento de precios.

En este sentido, cabe recordar que va en línea con el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (V AENC) de 10 de marzo de 2023, firmado entre las Organizaciones sindicales CCOO y UGT y las Organizaciones empresariales CEOE y CEPYME, en el que se plantean subidas salariales del 4% para el año 2023 y del 3% tanto para el 2024 como para el 2025, con una cláusula de revisión salarial que podría elevar en un 1% los ascensos en el caso de que la inflación los superase.

Por tanto, la causa más determinante para su justificación son las negociaciones que se han realizado entre los agentes sociales, tanto a nivel de empresa como de sector, a fin de ir adaptando los salarios a los incrementos de precios teniendo muy presente como referencia el momento económico en el que nos encontramos.

¿Cómo afectará a la creación de empleo?

Un incremento generalizado de los salarios por encima del IPC   podría afectar de forma directa al nivel de empleo ralentizando su creación. A este respecto, no tenemos que olvidar que es frecuente que las empresas afronten las dificultades económicas con una reducción en sus costes laborales. Para ello, realizan reajustes en el empleo a través de despidos individuales o colectivos y otros mecanismos como las suspensiones temporales del mismo.

Por tanto, podríamos encontrarnos con que los incrementos en los salarios suban lo justo para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores y que la inflación no suponga un problema grave, pero al mismo tiempo aumenten los niveles de desempleo.

Por otra parte, esta subida en los salarios también puede implicar que, en función del sector de la empresa, se ajuste el empleo a las horas más productivas, se reduzca la contratación o se decidan externalizar ciertos servicios que tenían interiorizados a fin de intentar reducir sus costes laborales.

A su vez, afectaría especialmente a los trabajadores más vulnerables como son los jóvenes que buscan su primer empleo o los trabajadores con una baja cualificación al no aportar su cualificación lo suficiente como para compensar el incremento del salario. En ambos casos, conservar su empleo o encontrar uno nuevo les resultará más difícil.