El PIB creció un 0,5 % en el segundo trimestre, una décima más de lo esperado, impulsado por el consumo

Actualidad | España | 22 de septiembre de 2023

La economía de España sigue en expansión, aunque a un ritmo menor que en el trimestre anterior, con el consumo y la inversión mostrando una tendencia positiva, mientras que las actividades externas, particularmente exportaciones e importaciones, retroceden.

En el segundo trimestre del año, la economía española experimentó un crecimiento del 0,5%, ligeramente inferior al del trimestre anterior. A pesar de la desaceleración, este dato es mejor que las predicciones iniciales, como señalan las cifras recientes del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El PIB interanual aumentó un 2,2% en el segundo trimestre, una disminución comparada con el primer trimestre. Una de las razones de esta ralentización es la disminución del rendimiento del sector exterior.

Las cifras muestran que el consumo en España sigue siendo sólido. El gasto de los hogares aumentó un 0,9% en el segundo trimestre, y el gasto público también creció, con un incremento del 1,6%. Sin embargo, la inversión ha perdido algo de impulso, creciendo un 1,9% en comparación con el 3,1% del trimestre anterior.

En contraste con el rendimiento interno, el sector exterior mostró debilidad. Las exportaciones y las importaciones sufrieron caídas, registrando tasas negativas en comparación con los aumentos del primer trimestre.

A nivel sectorial, la construcción y los servicios fueron los pilares del crecimiento. Sin embargo, tanto la agricultura como la industria experimentaron retrocesos.

El empleo mostró signos positivos con un incremento del 1,5% en términos de horas trabajadas en el segundo trimestre. Además, se crearon 576.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo en el último año.

No obstante, los indicadores de productividad mostraron resultados mixtos. Mientras que la productividad por puesto de trabajo equivalente a tiempo completo disminuyó, la productividad por hora trabajada aumentó.

El coste laboral por unidad de producto también mostró un crecimiento interanual del 6,2%, siendo ligeramente inferior al deflactor implícito de la economía.

Los salarios experimentaron un aumento, con la remuneración de los asalariados creciendo un 8,6% interanualmente, aunque a un ritmo más lento que el trimestre anterior. En contraposición, el excedente bruto de explotación, un indicador de la rentabilidad de las empresas, creció un 9,6% interanual, rompiendo una tendencia de seis trimestres de crecimiento de dos dígitos.

En general, mientras que la economía española sigue creciendo, algunos sectores y indicadores muestran signos de desaceleración, lo que sugiere la necesidad de políticas adaptativas para mantener el impulso en el futuro.