Desde Octopus Energy celebramos que a nivel europeo se aborde la necesidad de poner en valor la flexibilidad de recursos industriales y residenciales, y que se posicione como la herramienta esencial para una transición energética justa y global.
Según un estudio publicado por Acer, es necesario duplicar la flexibilidad del sistema eléctrico europeo si queremos llegar al objetivo establecido de la Comisión Europea del 42.5% de la energía consumida procedente de generación renovable. En España, la flexibilidad toma todavía más relevancia por dos motivos principales. En primer lugar, es uno de los países europeos con ratio de interconexión menor, solo un 6%, cifra muy por debajo del standard europeo del 10%, y está por debajo de la isla de Gran Bretaña. En segundo lugar, es uno de los países europeos con una mayor capacidad renovable instalada, a día de hoy hay más de 55 GW. Estos dos factores tensionan el sistema eléctrico español y son la causa del gran reto de la transición energética: equilibrar la demanda con la generación. Esta problemática de desbalance ya es visible con los vertidos de la generación eólica y solar que se han incrementado en 2023, correspondiendo a un 2% y podrían llegar en 2030 a representar un 9%.
Nuestra experiencia con la flexibilidad demuestra cómo recursos residenciales pueden aportar flexibilidad a la red. En mercados energéticos como el británico, hemos conseguido ahorros significativos para los consumidores a través de tarifas dinámicas, tarifas inteligentes y programas de flexibilidad. Actualmente, contamos con más de 1 millón de clientes adheridos a nuestras tarifas y programas de flexibilidad, correspondiendo a más de 1 GW, lo que equivale a un reactor nuclear o más de 400 turbinas eólicas.
Analizando el estado actual del mercado energético español, es evidente que necesitamos con carácter urgente cambios en el marco regulatorio para fomentar el desarrollo de la flexibilidad de la demanda y empoderar al consumidor para que sea parte activa de la transición energética»