Christine Lagarde destaca la recuperación de la eurozona y sus desafíos futuros

En su intervención, Lagarde comentó que aunque la eurozona no ha enfrentado una recesión, la recuperación ha sido lenta, con un crecimiento proyectado de solo 0,5% para este año, pero con expectativas de aceleración hasta el 1,5% para 2025 y 2026. Esta recuperación está acompañada por un desempeño excepcional en el empleo, reflejado en mínimos históricos de la tasa de paro.

Lagarde también destacó las dificultades enfrentadas por Europa en comparación con Estados Unidos, mencionando factores como la crisis energética y las secuelas de crisis financieras anteriores. Subrayó la diferencia de productividad entre Europa, que creció solo un 0,6% desde 2019, y Estados Unidos, con un crecimiento del 6%, lo que se refleja en un crecimiento del PIB desde la pandemia de solo 3% en Europa, la mitad que en EE.UU.

Además, abordó la influencia de China en la economía global, sus desafíos demográficos y cómo podría reorientar sus exportaciones hacia países no alineados ante el creciente escepticismo de potencias occidentales. Aunque no especificó si Europa adoptará medidas proteccionistas, defendió el diálogo transatlántico y criticó las políticas proteccionistas por sus efectos históricamente negativos.

Sobre política monetaria, Lagarde descartó cambios en el objetivo de estabilidad de precios del BCE, fijado en el 2%, y señaló que aunque el BCE no maneja directamente los tipos de cambio, los movimientos en estos serán vigilados de cerca por sus potenciales efectos en la inflación.

Finalmente, mencionó la necesidad de un involucramiento masivo del sector privado en la lucha contra el cambio climático, anticipando requerimientos financieros significativos para la transición ecológica. También abogó por una regulación cuidadosa del uso de la inteligencia artificial, reconociendo tanto sus beneficios potenciales como sus riesgos.