El PMI de la zona Euro sigue un crecimiento imparable

Actualidad | 23 de abril de 2024

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La actividad del sector privado en la zona euro ha experimentado un crecimiento acelerado en abril, alcanzando los máximos de los últimos once meses, según el índice compuesto de gestores de compra (PMI). Este aumento se ha visto impulsado principalmente por la expansión del sector servicios, con el PMI del sector alcanzando los 52,9 puntos, frente a los 51,5 del mes anterior, también marcando máximos de once meses. Por otro lado, la actividad en el sector manufacturero experimentó una contracción, con una lectura de 45,6 puntos, lo que representa una baja desde los 46,1 en marzo y señala los mínimos de cuatro meses.

Según los datos proporcionados por S&P Global, la mejora en la actividad se ha destacado especialmente fuera de Francia y Alemania, aunque la denominada ‘locomotora europea’ también ha mostrado signos de crecimiento en abril, y Francia se acercó a la estabilización.

Las presiones de precios en la zona euro han aumentado paralelamente a la mejora de la actividad económica y la contratación. Los costes de los insumos y los precios medios cobrados han experimentado incrementos a ritmos más acelerados, reflejando presiones de precios «obstinadamente elevadas» especialmente en el sector servicios.

Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank (HCOB), comentó que «la economía de la zona euro ha comenzado el segundo trimestre con buen pie, impulsada principalmente por un resurgimiento en la actividad comercial del sector servicios». De acuerdo con los índices HCOB PMI, las proyecciones actuales sugieren una expansión del PIB de aproximadamente el 0,3% para el segundo trimestre. Estos datos del PMI podrían influir en las decisiones del Banco Central Europeo (BCE) respecto a los tipos de interés, especialmente con la próxima reunión en junio donde se contempla la posibilidad de una reducción.

El economista también advirtió sobre los riesgos asociados con los aumentos acelerados de los costes, que no solo son impulsados por el incremento en los precios del petróleo, sino también, y más preocupantemente, por los costes salariales más elevados. Estas condiciones merecen una atención particular, dado que podrían tener implicaciones significativas para la inflación y las políticas monetarias a corto plazo.