La movilidad juega un papel crucial tanto en nuestras vidas cotidianas como en el ámbito laboral. No solamente afecta a nuestra calidad de vida, sino que también tiene un impacto significativo en el desarrollo económico de las ciudades en las que residimos. La expansión de la tecnología y la digitalización están redefiniendo la forma en la que nos desplazamos, ofreciéndonos un amplio abanico de opciones y servicios versátiles, desde aplicaciones de transporte compartido hasta plataformas de reserva de vehículos. Esta expansión no solo nos aporta comodidad y eficiencia, sino que también nos abre las puertas hacia unos hábitos de consumo más sostenibles.
La necesidad de abordar la descarbonización ha acelerado aún más este cambio. La urgencia de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y minimizar las emisiones de carbono nos ha llevado a replantear por completo cómo nos movemos. En este sentido, el transporte compartido se erige como una alternativa atractiva y eficaz. No solo reduce el número de vehículos que circulan en las carreteras, sino que también promueve un uso más eficiente de los recursos y una menor huella de carbono.
Ante este panorama, las empresas se encuentran en la necesidad de adaptarse y ofrecer soluciones que satisfagan estas nuevas demandas. Optimizar los desplazamientos de los empleados no solo es crucial para la productividad, sino que también es necesario para el cumplimiento de las regulaciones ambientales.
Entre estas normativas se encuentra la Ley de Movilidad Sostenible, que se encuentra en tramitación y que obligará a las empresas con más de 500 trabajadores, o 250 en un solo turno, a contar con un plan de movilidad para sus empleados. Esto implica que todas las compañías deberán ofrecer alternativas de transporte colectivo o de uso compartido a sus empleados en un plazo de dos años. Esta legislación afecta directamente a alrededor de 5.000 empresas en España, lo que subraya la urgencia de implementar soluciones a nivel corporativo.
Diferentes opciones
En esta línea, las compañías cuentan con diferentes opciones para fomentar alternativas al uso del vehículo privado. Destacan la implementación de programas de carpooling, que facilitan la conexión entre las rutas y desplazamientos de sus empleados ofreciendo incentivos como el estacionamiento preferencial o descuentos en combustible; los incentivos financieros, como bonificaciones o subsidios de transporte para aquellos empleados que opten por formas de transporte alternativas como el transporte público; facilitación del uso de la bicicleta, proporcionando instalaciones para su estacionamiento o programas de reembolso para su compra; o servicios de carsharing corporativo, donde se proporcionan vehículos compartidos para uso exclusivo de los empleados.
Esta última opción, el carsharing corporativo se perfila como una solución estratégica para las compañías; no solo ayuda a optimizar los desplazamientos laborales reduciendo costes y optimizando recursos y tiempo, sino que también se alinea con las políticas de responsabilidad social corporativa, las regulaciones gubernamentales ya mencionadas y las nuevas necesidades de los empleados, que buscan flexibilidad y opciones que mejoren su bienestar.
En 2022, España fue el tercer país de Europa con mayor número de usuarios de carsharing (1,95 millones), únicamente por debajo de Alemania (3,16 millones) e Italia (2,09 millones). El auge de esta nueva forma de transporte ya no es solo evidente en España, sino también en Europa. En los cinco años transcurridos entre 2017 y 2022, el número de usuarios de coches compartidos ha experimentado un aumento significativo, pasando de 12,7 a 16,3 millones. Además, se prevé que esta tendencia al alza continúe en los próximos años, con proyecciones que apuntan a alcanzar los 20,7 millones de usuarios en 2027.
El carsharing corporativo se perfila
como una solución estratégica para las
compañías; no solo ayuda a optimizar los
desplazamientos laborales reduciendo
costes y optimizando recursos y tiempo,
sino que también se alinea con las políticas
de responsabilidad social corporativa, las
regulaciones gubernamentales y las nuevas
necesidades de los empleados.
En cuanto al interés que despierta el uso del carsharing en la vida laboral, los datos que obtenemos en el marco de la investigación sobre los hábitos de movilidad de los españoles que llevamos a cabo en Alphabet a través del Foro de Movilidad también destacan su buena acogida y su potencial de crecimiento: el 90 % de aquellos que utilizan el carsharing corporativo afirman sentirse satisfechos o muy satisfechos con el servicio y, de aquellos españoles que desconocían inicialmente el servicio (un 86 %), una vez informados, el 45 % se mostraban interesados en utilizarlo para sus desplazamientos laborales y destacaban cómo facilitaría su movilidad, reduciría el impacto medioambiental de sus desplazamientos y supondría además un importante ahorro de costes.
Nuevas demandas
En Alphabet comprendemos la importancia de adaptarnos a las nuevas demandas del mercado y a las necesidades de las empresas. Como expertos en soluciones de movilidad corporativa, ofrecemos una amplia gama de servicios, entre ellos Alphabet Share, una plataforma integral y 100% digital de carsharing corporativo de la que fuimos pioneros en el mercado.
Alphabet Share permite optimizar la movilidad en las empresas y juega un papel crucial en la mejora de sus indicadores de sostenibilidad permitiendo hacer un uso compartido de los vehículos de la flota que la propia empresa posee a través de una sencilla App. Su implantación cuenta además con un servicio de consultoría y acompañamiento personalizados para ayudar a las empresas a gestionar eficazmente sus programas de carsharing corporativo.
Nuestro enfoque centrado en el cliente nos permite adaptar nuestras soluciones a las necesidades únicas de cada organización, garantizando una experiencia altamente eficiente para los empleados y adaptada a los requisitos y necesidades individuales de cada empresa.