El Gobierno de Pedro Sánchez acaba de hacer público un acuerdo para reformar el sistema de pensiones a partir del próximo 1 de enero y fomentar la jubilación activa, en la que se compatibilizan pensión y empleo. Esta reforma no pilla por sorpresa a los expertos, que auguran una transformación total del sistema. “La gente aún no es consciente de los cambios que va a haber en el sistema de pensiones”, asegura Laura Encina, asesora financiera.
Encina, conocida en redes sociales por su divulgación sobre cuestiones financieras y de inversión, afirma que las generaciones más veteranas no han tomado conciencia sobre la transformación estructural que va a sufrir el sistema de pensiones en los próximos años y sobre cómo va a afectar a su estilo de vida. “Las generaciones más jóvenes sí son más conscientes, pero aún lo ven muy lejano en el tiempo y no han sido educados para empezar a actuar ya al respecto”, explica.
Estos cambios afectan en gran medida a la vida cotidiana de una sociedad, la española, que es de las más dependientes del sistema público de pensiones. “Se calcula que cerca del 84% de los ingresos de una persona jubilada vienen del Estado. Esto es muchísimo si lo comparamos con otros países europeos, como Alemania o Bélgica, donde entre el 50 y el 60% de los ingresos de un jubilado son públicos y el resto provienen de ahorros e inversiones que se han hecho a lo largo de la vida laboral”, añade Laura Encina
Expertos como Encina insisten en que la educación financiera es fundamental para entender y afrontar los inevitables cambios en el sistema de pensiones. “Tenemos que ser conscientes de que nuestro sistema público de pensiones se diseñó para una sociedad que ya no existe. Está pensado para que una gran población trabajadora financie, con sus impuestos, las pensiones de una población mucho menor. Sin embargo, el aumento en la esperanza de vida y décadas de natalidad a la baja hacen que esto ya no sea viable porque la pirámide poblacional se está convirtiendo en una pirámide invertida”, explica Laura Encina.
La clave en este caso, si queremos asegurar nuestro futuro, es empezar a prepararnos cuanto antes. De hecho, el Banco de España recomienda comenzar a planificar la jubilación a partir de los 30 años. “Yo iría más allá y diría que, si podemos empezar a ahorrar e invertir a largo plazo antes de los 30, mejor. En este asunto, el efecto del tiempo juega un papel importantísimo en el crecimiento y el rendimiento de los ahorros”, afirma la asesora financiera.
Laura Encina insiste, eso sí, en que para que esa preparación se eficaz es necesario un cambio de mentalidad. “Las generaciones más veteranas fueron educadas en el ahorro pasivo, en guardar dinero e ir sobre seguro. Pero es necesario crear conciencia de que eso supone un error porque el dinero pierde valor con el tiempo y por eso es necesario ponerlo a trabajar a través de la inversión”, explica la experta. “En este sentido, los jóvenes sí están más concienciados y buscan más conseguir su libertad financiera a través de la inversión”, añade.