Rosa Vañó, directora de marketing y comercial de Castillo de Canena

Castillo de Canena es una empresa familiar de prestigio internacional dedicada a la producción de aceites de oliva virgen extra de alta calidad. Con raíces que se remontan a más de dos siglos, la finca Castillo de Canena, ubicada en el corazón de Jaén, combina tradición e innovación para ofrecer productos excepcionales. Reconocida por su compromiso con la sostenibilidad y la excelencia en cada etapa del proceso, esta marca ha logrado destacar en los mercados más exigentes del mundo.

Háblenos de la filosofía de Castillo de Canena, de su visión y sus valores.

La filosofía de Castillo de Canena en los últimos 21 años, desde que la nueva generación tomó el relevo, se ha basado en cuatro pilares fundamentales. El primero es la tradición, ya que producimos aceite desde 1780. El segundo es la excelencia, un valor que hemos integrado en toda nuestra cadena de valor y procesos, desde el campo hasta la botella. El tercer pilar es la innovación, siendo uno de los aceites más innovadores a nivel internacional. Y, por último, la sostenibilidad, un aspecto clave para nosotros como agricultores, ya que nos sentimos profundamente conectados con la tierra y comprometidos con su cuidado.

¿Qué supone para Castillo de Canena pertenecer a Andalucía y viceversa?

Para Castillo de Canena, pertenecer a Andalucía es una seña de identidad, de valor, de tradición y, sobre todo, de raíz. Nos sentimos profundamente andaluces. Aunque Jaén se sitúa en la frontera con La Mancha y puede tener ciertos matices manchegos, nuestra esencia es andaluza. Creemos que el aceite de oliva virgen extra es, de alguna manera, esa sangre que fluye por el mundo andaluz, y por supuesto, por nuestras venas.

 

“La naturaleza, en su sabiduría, parece equilibrar las cosas, y confiamos en que el escenario mejore”

 

¿Cuál es el impacto económico y social de la empresa en la zona?

El impacto económico y social de Castillo de Canena en la zona es significativo. En primer lugar, a nivel social, generamos empleo y mantenemos a equipos comprometidos, lo que contribuye a la sostenibilidad del ser humano y a la fijación al territorio, algo fundamental en una región donde el cultivo del olivar requiere una gran cantidad de mano de obra. Estas personas son esenciales para llevar adelante nuestro proyecto.

Por otro lado, a nivel económico, hemos demostrado que es posible producir aceite de oliva virgen extra de alta gama y exportarlo con éxito. Esto ha actuado como motor de cambio en la región. Jaén, en particular, ha vivido una auténtica revolución en la producción de aceite de oliva virgen extra, no solo en Andalucía ni en España, sino a nivel mundial.

¿Cómo han afrontado las diferentes derivadas del incremento del precio del aceite en el sector en los últimos meses?

Hemos afrontado el incremento de precios y la volatilidad en el sector del aceite de oliva virgen extra con bastante adaptabilidad. Afortunadamente, al ser cosecheros, hemos podido mitigar el impacto de la subida de precios, que ha sido consecuencia de una mala cosecha y de las leyes de oferta y demanda. Al haber menos aceite disponible, los precios suben, pero nuestra condición de cosecheros nos ha permitido amortiguar ese impacto para los 60 países con los que trabajamos.

Por suerte, la próxima cosecha parece ser más favorable. La naturaleza, en su sabiduría, parece equilibrar las cosas, y confiamos en que el escenario mejore, dejando atrás esta mala fama que, desde mi punto de vista, ha sido un poco injustificada.

 

“Para Castillo de Canena, pertenecer a Andalucía es una seña de identidad, de valor, de tradición y, sobre todo, de raíz”

 

Por último, nos gustaría que nos hablara de los retos y oportunidades que tiene por delante Castillo de Canena en los próximos tiempos.

Los retos que enfrenta Castillo de Canena son numerosos. El primero es afianzar nuestra presencia en los 60 países con los que trabajamos. En algunos de ellos, la marca tiene una posición fuerte, pero en otros aún debemos consolidar nuestro posicionamiento. También es fundamental seguir educando al consumidor sobre las múltiples ocasiones en las que se puede disfrutar de un buen aceite de oliva virgen extra, haciéndoles ver que es un ingrediente esencial en cualquier comida, desde el desayuno hasta la cena, ya sea en primeros, segundos platos, postres o cualquier ocasión. Además, queremos destacar la importancia de la calidad en el aceite, y si es español, andaluz y escaso, mucho mejor.