Miguel Hormigo, director del Sector Industria de GMV

GMV es una multinacional tecnológica española especializada en el desarrollo de soluciones avanzadas en los sectores de aeroespacial, defensa, ciberseguridad, transporte, y salud, entre otros. Con más de 35 años de experiencia, GMV ha sido pionera en la implementación de tecnologías punteras, desde sistemas de control satelital hasta software crítico para la seguridad y la movilidad. Su enfoque en la innovación, la calidad y la personalización de soluciones ha permitido a GMV posicionarse como un referente global en sus áreas de especialización.

 

Háblenos de la misión, visión y los valores de GMV.

La misión de GMV es clara y está centrada en ser un socio a largo plazo para nuestros clientes, participando activamente en su transformación tecnológica. Nuestro objetivo es proporcionar soluciones tecnológicamente avanzadas en sistemas, productos y servicios, ofreciendo un valor diferencial que nuestros clientes valoren a lo largo del tiempo.

En cuanto a los valores que nos guían, GMV se caracteriza por una fuerte orientación a la innovación. Desde nuestros inicios, hemos estado comprometidos con el desarrollo de soluciones que muchas veces no existían previamente, impulsando la innovación como un pilar central de nuestra actividad. Además, buscamos ser un socio que lidere tecnológicamente, aportando un valor significativo en nichos específicos donde tenemos una ventaja competitiva.

La calidad es otro valor clave para nosotros. El hecho de aspirar a ser un socio a largo plazo nos impulsa a mantener altos estándares de calidad en todo lo que hacemos, con el fin de garantizar un trabajo excelente y duradero

¿Cuál es el impacto económico y social de GMV en Andalucía?

El impacto económico de GMV en Andalucía es significativo, aunque es complicado de calcular con exactitud debido a la naturaleza multidisciplinaria de nuestras actividades y centros de desarrollo. Aun así, estimamos que estamos generando entre 8 y 10 millones de euros. Trabajamos en diversos sectores, como el espacial, el de transporte inteligente, la ciberseguridad y la inteligencia artificial, lo que añade complejidad al análisis del impacto económico global.

En cuanto al impacto social, estamos muy orgullosos de haber sido una de las empresas pioneras en establecerse en el PCT Cartuja. Este año cumplimos 24 años desde nuestra llegada, cuando había muy pocas empresas tecnológicas en la zona. Hoy, Cartuja se ha convertido en un referente a nivel internacional, con una facturación cercana a los 5.000 millones de euros, 30.000 empleados y más de 600 empresas. Nos sentimos parte de este gran clúster tecnológico.

Además, hemos contribuido al desarrollo de talento local, colaborando estrechamente con universidades y ofreciendo oportunidades a numerosos becarios que han desarrollado su trayectoria profesional con nosotros. Algunos se han quedado en GMV, mientras que otros han llevado su experiencia a otras organizaciones, tanto públicas como privadas.

 

“Andalucía ha sido clave para nosotros por su capacidad de generar talento de alta calidad, principalmente a través de las universidades y otras instituciones locales”

 

¿Por qué Andalucía se ha convertido en un mercado relevante para GMV?

Andalucía ha sido un mercado relevante para GMV desde hace más de dos décadas. No es algo reciente, sino que ya a principios del año 2000 identificamos el potencial que la región ofrecía tanto desde el punto de vista del mercado como en términos de talento. En aquel entonces, conceptos como la administración electrónica apenas comenzaban a desarrollarse, y GMV vio una oportunidad clara para aportar valor.

Además, Andalucía ha sido clave para nosotros por su capacidad de generar talento de alta calidad, principalmente a través de las universidades y otras instituciones locales. Esto nos ha permitido incorporar a profesionales altamente cualificados que han contribuido al crecimiento y desarrollo de GMV.

Un ejemplo claro de la relevancia de Andalucía es Granada, que hoy en día es una potencia en inteligencia artificial. El Instituto Andaluz de Investigación de Ciencia y Computación, con el que colaboramos, está ubicado allí.

¿Cómo se encuentra Andalucía en la carrera de la Inteligencia Artificial?

Andalucía se ha consolidado como una gran referencia tanto a nivel nacional como internacional en el ámbito de la inteligencia artificial. La región cuenta con un sólido apoyo institucional a través de su estrategia de innovación 2021-2027, donde la inteligencia artificial juega un papel clave dentro de la agenda de innovación.

Desde el punto de vista de la investigación, destacan dos universidades andaluzas que son referentes tanto en España como en el extranjero: la Universidad de Sevilla y la Universidad de Granada. Estas instituciones llevan años desarrollando conocimiento en el campo de la inteligencia artificial. Por ejemplo, en la Universidad de Granada, desde los años 90 ya se impartían asignaturas relacionadas con esta tecnología. Además, el Instituto Andaluz de Ciencia de Datos e Inteligencia Computacional, liderado por Francisco Herrera, es reconocido tanto a nivel nacional como internacional.

Por otro lado, desde GMV estamos impulsando el desarrollo de la inteligencia artificial en Andalucía a través de proyectos como Agraria, una iniciativa financiada por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial. Este proyecto, que comenzó en 2022, cuenta con 24 socios y una financiación de 10 millones de euros. Universidades como la de Sevilla, Salamanca y el CSIC participan en este esfuerzo, que tiene como objetivo aplicar la inteligencia artificial al sector agrario.

 

“Andalucía ha sido pionera en el sector aeronáutico y ahora también lo es en el espacial”

 

¿Es la región andaluza un polo de atracción para el sector aeroespacial europeo?

Sin duda, Andalucía es un polo de atracción clave para el sector aeroespacial europeo. La región tiene una larga historia en este ámbito, comenzando con la creación de la empresa CASA en 1923, que más tarde se integró en Airbus. Andalucía ha sido pionera en el sector aeronáutico y ahora también lo es en el espacial.

Existen tres factores fundamentales que refuerzan esta posición. El primero es la apuesta de la industria, especialmente Airbus y el amplio ecosistema de empresas auxiliares especializadas que han crecido a su alrededor, aportando un gran valor diferencial. El segundo factor es el apoyo institucional, tanto a nivel regional como nacional, con iniciativas como la Agencia Nacional Aeroespacial ubicada en la región. Y por último, la formación de talento es clave, con universidades y centros de investigación que apuestan fuertemente por el sector aeroespacial, como la Universidad de Sevilla y la Universidad de Cádiz.

Además, Andalucía cuenta con importantes centros de desarrollo tecnológico, como el Tec en Sevilla, el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial), que opera cuatro centros, incluyendo un laboratorio en Mazagón, Huelva, y que ha participado en lanzamientos como el satélite Miura de PLD Space.

Por último, nos gustaría que nos hablara de las oportunidades que tiene por delante el grupo en la región.

En GMV, estamos viendo cómo los centros regionales de desarrollo en Andalucía se integran cada vez más en proyectos multidisciplinares. En estos, profesionales de diferentes centros, como Sevilla, Valencia o Valladolid, colaboran en sectores tan diversos como navegación, espacio, transporte inteligente, banca o finanzas, lo que permite una sinergia más rica y efectiva entre equipos.

En cuanto a las oportunidades en Andalucía, podemos destacar dos enfoques: sectores y tecnologías. En términos de sectores, la agricultura es un área clave, con proyectos como Agraria, coordinado desde la región, y nuestra participación en el PERTE agroalimentario, donde estamos colaborando con una empresa de frutas tropicales para implementar una transformación digital sectorial. Además, trabajamos en automoción, con proyectos como el de Scoobic, un fabricante andaluz de vehículos eléctricos enfocados en la logística de última milla, en el que desarrollamos vehículos autónomos para distribuir mercancías de forma eficiente.