Pablo Gil

Economista, analista y gestor profesional

La situación hoy en las bolsas y los mercados 

Este ‘Lunes Negro’ estamos viendo una reacción ante lo que parece una nueva realidad, que es una altísima probabilidad de recesión mundial combinada con subidas de los precios de los bienes. Básicamente una estanflación, que es el escenario más duro para un Banco Central. Por un lado, porque no puede ser especialmente agresivo bajando tipos, con el fin de dar compensación a la debilidad económica, ya que tiene presiones inflacionistas. Pero tampoco puede atender a esas presiones inflacionistas subiendo tipos de interés porque, por el otro lado, tiene una desaceleración profunda en términos de actividad económica o una recesión.

Esa realidad, junto a un sentimiento excesivamente positivo de los inversores, un posicionamiento extremo por parte del inversor minorista, unas valoraciones en récord histórico y las bolsas habiendo marcado a finales del año pasado principios de este máximos históricos en muchos casos, es el cóctel Molotov que está provocando desde hace 3 días caídas enormes en la bolsa, que si bien son gigantescas desde el punto de vista del corto plazo, cuando lo ponemos en contexto con lo que ha pasado durante los años posteriores al COVID, no deja de ser una mera corrección dentro de un gran proceso ascendente. Lo que pasa que con una verticalidad que no da tiempo al inversor a analizar exactamente qué ocurre y entra en pánico tomando decisiones muy precipitadas.

¿Qué podemos esperar hoy?

Lo que hay que esperar tanto hoy como mañana y pasado es la reacción de los países que se ven afectados por la imposición de aranceles de Trump, situación en la que hemos visto un poco toda la gama. Tenemos países como Australia o como Japón, que parece que se decantan por no establecer medidas recíprocas al ataque de Donald Trump, tal vez para evitar una escalada. Tenemos países como China, que no han tardado nada en responder con aranceles recíprocos y además con restricciones al envío de productos que para Estados Unidos son vitales, como las tierras raras. Y tenemos posturas como la de la Unión Europea, donde hay una amenaza velada, pero a la vez no se cierra la vía diplomática y se intenta encontrar un acuerdo in extremis que pueda rebajar la tensión arancelaria entre las dos partes.

Así, los próximos días van a ser vitales. Si la mayoría de los países se decanta por la solución que ha tomado China, probablemente vamos a ver cómo la situación todavía va a peor a lo largo de las próximas semanas. Si lo que se consigue es un acuerdo de minorar la presión arancelaria, porque esto ha sido más una herramienta táctica de negociación que no una bomba nuclear contra el crecimiento económico mundial, pues probablemente veremos rebotes significativos en las bolsas. De cualquier manera, lo que sí da la sensación es que en este momento ha cambiado el panorama. Ha cambiado la forma en la que entendíamos la globalización, las relaciones comerciales y la situación a la que estamos abocados es mucho más compleja para los bancos centrales que antes y, por tanto, da la sensación de que, si antes estábamos con una mentalidad de comprar las correcciones, tal vez ahora lo que tendría más sentido es pensar en vender los rebotes cuando se produzcan.

Los bancos, los que más sufren

El sector bancario había vivido un momento muy dulce con una especie de apuesta cíclica al crecimiento económico en un entorno donde habían subido de forma muy rápida los tipos de interés. Eso generaba un margen de intermediación muy grande. En España, que estaba creciendo con un ritmo de PIB bastante alto y no había una sensación bajo ningún concepto de peligro, se empieza a hablar de una posible recesión mundial, de un cambio de ciclo económico, de una economía que se mueve de la expansión a la recesión. Todo ese entorno es muy negativo para la banca, donde, por un lado, crece el riesgo de impagos y se enfrenta a un ciclo más recesivo en lugar de expansivo, con una unos niveles de tipos de interés claramente más bajos que va a reducir su margen de intermediación.

En resumen, dependiendo de cómo vayan las negociaciones que se llevan a cabo por parte de los distintos países respecto a la imposición de aranceles de Trump esta situación podría complicarse aún más. O, por el contrario, vivir un momento de rebote o de alivio. En cualquier caso, sí parece que tiene sentido plantearse que el movimiento estructural al alza está ahora en tela de juicio y que tal vez hay que estar aprovechando los rebotes para reducir riesgo en lugar de lanzarse a agregar más riesgo en las correcciones como las que estamos viendo en este momento.