El aceite de oliva español afronta los aranceles de Trump con ventaja competitiva gracias a su buena cosecha

Finanzas | Última hora | 21/04/2025

aceite de oliva

El sector del aceite de oliva español encara en 2025 los nuevos aranceles impuestos por la Administración Trump en una posición mucho más sólida que hace seis años. La campaña actual, con una producción estimada superior a los 1,4 millones de toneladas, permitirá amortiguar el impacto económico gracias a una notable reducción de los precios en origen, que han caído a prácticamente la mitad respecto al año anterior.

Teresa Pérez, gerente de la Interprofesional del Aceite de Oliva, reconoce que “los aranceles suponen un obstáculo”, pero destaca que, a diferencia de 2021, en esta ocasión afectan de forma horizontal a todos los productos europeos, lo que coloca a España en igualdad de condiciones frente a otros países competidores. Además, la ventaja inicial de Turquía ha quedado neutralizada al equipararse los gravámenes.

El sector confía en que la calidad del producto, avalada por los estándares de la Unión Europea, y el volumen de producción permitan mantener el nivel de exportaciones a Estados Unidos, que ya se recuperaron con fuerza tras la retirada de los aranceles por parte de Biden, alcanzando las 127.000 toneladas en 2024.

Expectativas de crecimiento en el mercado estadounidense

Pese a la incertidumbre macroeconómica, Pérez se muestra optimista: “Podemos seguir aspirando a crecer. Venimos de un escenario de contracción por falta de producto. Ahora los precios están moderados y el mercado está preparado”. Actualmente, el consumo per cápita de aceite de oliva en Estados Unidos se sitúa en 1,2 litros por habitante, frente a los casi 12 litros de España, lo que muestra un amplio margen de crecimiento.

La estrategia de internacionalización continuará con Estados Unidos como prioridad, aunque la promoción se mantiene en otros mercados clave como Alemania, China y Japón, que también registraron caídas en la demanda por el encarecimiento del producto. “Hablamos de un producto global en un mercado global y todas las salidas suman”, destaca Pérez, quien reclama además un mayor apoyo de la Comisión Europea a los programas de promoción del aceite de oliva europeo.

El vino celebra una rebaja arancelaria pero alerta de posibles riesgos

La situación es distinta para el vino español, uno de los sectores también afectados por los aranceles. La American Trade Association ha recomendado a sus socios no importar más vino europeo, aunque el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, valora positivamente la rebaja temporal del 20% al 10% en los próximos tres meses y confía en que se abra una vía de negociación.

Benítez subraya que el mercado estadounidense es el segundo en valor para los vinos tranquilos españoles y el primero para los espumosos. Pese a que podría producirse una reducción en las ventas, considera que el impacto será limitado por tratarse de una medida que afecta a todos los países exportadores. Aun así, no descarta que la recesión económica en Estados Unidos afecte al consumo.

También se mantienen en alerta ante la posibilidad de una gran cosecha, lo que podría aumentar la presión en el mercado interior si disminuyen las exportaciones. No obstante, Benítez pide prudencia y recuerda que la evolución final de la producción dependerá de cómo avance el año agrícola.

“El paradigma de comercio con Estados Unidos ha cambiado, y las bodegas deben prepararse para una nueva situación”, concluye el director de la FEV.