La factura electrónica obligatoria avanza en los países europeos
Empresa | 05/05/2025

SERES, compañía pionera en la digitalización de los procesos de compras y ventas, ha publicado su Guía sobre Obligatoriedades de Factura Electrónica, que evidencia un avance significativo en las normativas de los países europeos para la adopción obligatoria de la facturación electrónica. Esto se produce en un contexto en el que la propia Unión Europea (UE) está impulsando la digitalización fiscal a través de la estandarización de procesos y el uso de formatos estructurados, como XML, para facilitar el intercambio transfronterizo. Este esfuerzo se ve reforzado por la reciente aprobación del Proyecto ViDA, que moderniza el sistema del IVA y establece nuevos estándares para la facturación electrónica en el bloque.
Tal y como detalla la guía, en Francia, la factura electrónica avanza hacia la obligatoriedad de facturación electrónica en entornos Business to Business (B2B) y la presentación de informes electrónicos para las grandes y medianas empresas en 2026. Este país comenzará la fase 1 de la implementación de la factura electrónica en entornos B2B en 2027, al igual que Alemania. España progresa con regulaciones que fomentan la adopción en el sector privado, poniendo en marcha sistemas digitales como Verifactu mientras continúa el desarrollo reglamentario de la Ley Crea y Crece. En Grecia, las entidades dependientes de la Administración General deben empezar a facturar electrónicamente en el ámbito Business to Government (B2G) a partir de junio de este año, mientras que a partir de octubre, todas las entidades deberán reportar obligatoriamente los datos de las facturas electrónicas a través de MyDATA.
La mayoría de los Estados miembros de la UE están estableciendo plazos para la entrada en vigor de la obligatoriedad de uso de la factura electrónica en 2026, como Portugal, Bélgica, Polonia, Croacia y Letonia. Por su parte, Eslovenia ha aplazado el proyecto de factura electrónica para el ámbito B2B hasta el 1 de enero de 2027.
La Unión Europea también ha dado un paso decisivo con la aprobación de las propuestas del Proyecto ViDA el 11 de marzo de 2025. Este proyecto, iniciado por la Comisión Europea el 8 de diciembre de 2022, busca modernizar el sistema del IVA, combatir el fraude y promover la economía de plataformas mediante tres pilares: requisitos de información digital en tiempo real basados en la facturación electrónica, un registro único de IVA a través del modelo de ventanilla única (One-Stop-Shop) y nuevas normativas para plataformas digitales. A partir de julio de 2028, las empresas podrán registrarse en un solo país para cumplir con las obligaciones de IVA, y los sistemas nacionales de facturación electrónica deberán converger con el estándar ViDA antes de 2035, con un impacto significativo en la simplificación de procesos para el comercio B2B y la reducción de costes asociados.
La factura electrónica también avanza fuera de la Unión Europea. El Reino Unido ha puesto en marcha una consulta sobre la factura electrónica obligatoria que concluirá el 7 de mayo de 2025, mientras que en Serbia las empresas privadas comenzarán a enviar y recibir albaranes electrónicos en el ámbito B2B a partir de octubre de 2027. Por su parte, Noruega también lanzará una consulta para evaluar la implementación de la factura electrónica y la contabilidad digital a lo largo de 2025.
La guía detalla también los próximos hitos en la evolución de las normativas sobre el uso de la factura electrónica en otros países de América, Oriente Medio y Asia.
Más allá de la Ley Crea y Crece, la factura electrónica se consolida en España como una herramienta clave para la digitalización
SERES también ha publicado recientemente el Estudio de la factura electrónica 2024, la publicación anual de referencia sobre el estado y la evolución de la facturación en España. Según este informe, el volumen de facturas electrónicas en entornos B2B alcanzó las 557.803.001 facturas en 2024, marcando un récord histórico con un incremento del 21,18% respecto al año anterior. Solo en 2024, el uso de esta herramienta tecnológica generó un ahorro de más de 4.328 millones de euros en costes de gestión en el entorno B2B y una reducción de tiempo en horas de trabajo equivalente a 1.194 años laborales, evitando asimismo un uso de papel equivalente a la tala de 31.117 pinos.
Más allá de la obligatoriedad, los datos del estudio reflejan que la factura electrónica se está consolidando como una herramienta estratégica para optimizar procesos, reducir costes y aumentar el control y la visibilidad en la gestión financiera de las empresas, impactando directamente en la eficiencia operativa y la competitividad del tejido empresarial.