Javier González Pareja, presidente de Bosch para España y Portugal

Bosch, líder global en tecnología y servicios, celebra en la península ibérica un modelo de gestión que equilibra su histórico legado industrial con un firme compromiso con la digitalización, la sostenibilidad y la innovación tecnológica. Con una trayectoria que supera los 130 años, la compañía se ha consolidado como referente en automoción, industria 4.0 y movilidad sostenible, apostando por la conectividad y la inteligencia artificial como pilares estratégicos.

Javier González Pareja, presidente de Bosch para España y Portugal y responsable de Recursos Humanos de la región EMEA, lleva más de tres décadas en la empresa y ha vivido de primera mano la transformación digital y los retos de la globalización, incluida la crisis de semiconductores. Desde Bosch se enfrentan ahora a los nuevos retos del futuro apostando fuerte por el hidrógeno y la impresión 3D.

 

Lleva en Bosch más de tres décadas. Actualmente lidera la compañía en Iberia y también es responsable de Recursos Humanos para la Región EMEA. ¿Qué retos y aprendizajes destacaría de todo este recorrido?

Durante estas tres décadas, han sido muchos los retos y aprendizajes que he tenido en mi carrera profesional. La digitalización está siendo, sin duda, uno de los más interesantes.

Durante la pandemia, tanto la empresa como sus empleados, tuvieron que mostrar un alto nivel de flexibilidad, adaptándonos a trabajar casi exclusivamente de forma digital. Para los responsables de la gestión de los equipos se convirtió en una nueva forma de liderazgo basada en la confianza y el resultado.

Por otro lado, la crisis de los semiconductores durante el COVID-19 fue uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos. Esta crisis afectó significativamente a la industria automovilística, que representa entre el 10  % y el 12 % del consumo global de semiconductores. Durante la pandemia, la demanda de vehículos disminuyó mientras que la de dispositivos electrónicos aumentó, lo que llevó a una reorientación de la producción hacia la electrónica de consumo. Esto resultó en una escasez de semiconductores para los automóviles, obligando a los fabricantes a priorizar modelos de mayor margen de beneficio, como los coches de gama alta, y alargando los tiempos de espera para los consumidores.

Bosch es una empresa que equilibra legado y transformación. ¿Cómo se gestiona desde la presidencia ese equilibrio entre la tradición industrial y el impulso innovador que exige la digitalización y ahora también la IA? 

Nuestra estructura de propiedad única juega un papel muy importante, ya que gracias a ella se pueden mantener los valores y el propósito original de la compañía, facilitando al mismo tiempo la toma de decisiones a largo plazo sin la necesidad de contar con inversores externos. Fue nuestro fundador Robert Bosch, quien determinó que la independencia financiera tiene que conservarse como uno de nuestros objetivos fundamentales.

Nuestra cultura empresarial es otro de los pilares sobre los que cimentamos este equilibrio. Nos basamos en el trabajo honesto, la máxima calidad y la fiabilidad, mientras que potenciamos el talento de todos nuestros trabajadores. Son precisamente ellos los máximos responsables de nuestro éxito y, gracias a toda la inversión que llevamos a cabo en investigación y desarrollo, podemos decir orgullosos que somos líderes en vanguardia tecnológica, digitalización y en desarrollo de Inteligencia Artificial (IA). De hecho, a partir de este año, todos los productos de Bosch contienen IA, o bien han sido producidos o desarrollados con su ayuda.

Un ejemplo concreto de esto es nuestra fábrica de Aranjuez y su proyecto conocido como PlaTec, que es un entorno ideal para la creación.

 

“A partir de este año, todos los productos de Bosch contienen IA, o bien han sido producidos o desarrollados con su ayuda”

 

Bosch es pionera en el desarrollo de tecnologías ADAS y conducción automatizada. ¿Cuál es su visión sobre la adopción de estos sistemas avanzados en España y qué barreras persisten para su despliegue masivo?

Llevamos años desarrollando tecnologías ADAS con un claro objetivo: reducir la siniestralidad vial y mejorar la seguridad de todos los usuarios de la carretera, incluidos los más vulnerables como peatones y ciclistas. Nuestra visión es clara: estos sistemas avanzados no solo deben estar presentes en los vehículos de alta gama, sino al alcance de todos los conductores, y en esa línea estamos trabajando. La tecnología está lista y es eficaz. Estudios en los que ha participado Bosch, como el proyecto VIDAS junto a FESVIAL (Fundación Española para la Seguridad Vial), demuestran que, si todos los vehículos equiparan estos sistemas de forma estándar, se podrían evitar hasta el 40 % de los accidentes de tráfico, el 37 % de las lesiones graves y el 29 % de los fallecimientos en carretera. Son cifras muy significativas que refuerzan nuestro compromiso.

En cuanto a las barreras, estas ya no son tecnológicas, sino sociales y estructurales. Por un lado, el parque móvil español tiene una edad media superior a los 14 años, lo que dificulta la incorporación de estas tecnologías a gran escala. Por otro, es necesario seguir trabajando en la formación y concienciación del conductor. Muchos usuarios no saben que sus vehículos ya equipan ADAS o incluso los desactivan por desconocimiento. La tecnología salva vidas, pero su impacto solo será pleno cuando todos sepamos cómo aprovecharla.

Bosch aspira a liderar el futuro del hogar inteligente, la industria 4.0 y la movilidad eléctrica. ¿Qué tecnologías o soluciones se están impulsando desde Iberia que ya están marcando una diferencia en estos campos? 

En el ámbito de la movilidad del futuro – eléctrica, automatizada y conectada – nuestras fábricas en España y Portugal ya producen componentes estratégicos. Así, nuestra planta de Aranjuez produce el conector del inversor de potencia, pieza fundamental para transformar la corriente alterna de las baterías en corriente continua para el motor eléctrico. Además, la fábrica de sensores de Madrid produce, entre otros, sensores de ultrasonidos, que son un componente esencial para la conducción asistida y automatizada. Por su parte, la planta de Braga en Portugal fabrica sensores de radar destinado también a los sistemas ADAS y a la conducción asistida y automatizada. Estos componentes representan nuestra capacidad para industrializar a escala tecnologías de vanguardia desde Iberia para Europa.

Además, estamos participando en proyectos piloto de descarbonización del transporte, como el uso de combustibles renovables tipo HVO en camiones industriales, en colaboración con Repsol y operadores logísticos. Bosch está muy presente y activa en toda la cadena de valor del hidrógeno verde con soluciones innovadoras para la generación del hidrógeno y para sus diferentes aplicaciones: movilidad, hogar e industrial.

En el entorno de la industria 4.0, Bosch Iberia promueve el uso de soluciones inteligentes y conectadas, el mantenimiento predictivo y la automatización en las fábricas.

Y en el campo del hogar inteligente, nuestros dispositivos conectados permiten una mayor eficiencia energética, confort y seguridad en la vivienda, desde termostatos para calderas y aire acondicionado, hasta electrodomésticos gestionables por voz o app, siempre bajo estándares de privacidad y protección de datos. 

 

“Bosch está muy presente y activa en toda la cadena de valor del hidrógeno verde con soluciones innovadoras”

 

Bosch ha invertido seis millones de euros en un nuevo centro de impresión 3D de metal en Núremberg. ¿Qué impacto tendrá esta tecnología en la agilidad del desarrollo de producto, en la industria y en la competitividad del grupo a medio plazo? 

La nueva planta representa un cambio de paradigma en la fabricación de componentes complejos para sectores como la automoción, la energía o incluso la aviación. Esta inversión, que asciende a seis millones de euros, convierte a Bosch en el primer proveedor Tier-1 de Europa en contar con una instalación de estas características, capaz de fabricar en serie hasta 10.000 kilos de piezas metálicas al año con una velocidad de producción de 1.000 cm³ por hora.

Además, nos permite producir piezas con geometrías imposibles para los métodos tradicionales de fresado, como canales internos curvos o cavidades precisas. Pero el verdadero cambio está en la agilidad del desarrollo: lo que antes podía tardar hasta tres años, desde el primer boceto hasta la producción final de un componente, ahora puede lograrse en semanas. Este avance permite reducir los plazos de desarrollo, lanzar productos al mercado más rápido y responder con mayor flexibilidad a la demanda.

Bosch apuesta por la sostenibilidad y durante el último año se ha anunciado el desarrollo de un motor de hidrógeno. ¿En qué estado se encuentra ese proyecto y qué papel jugará esta tecnología en el futuro de la movilidad sostenible? 

El hidrógeno producido a partir de energías renovables puede utilizarse no solo para el funcionamiento de vehículos de pila de combustible, sino también directamente como combustible en motores adaptados. Los motores de hidrógeno son especialmente adecuados para el transporte pesado de larga distancia, pero también para maquinaria agrícola y de construcción fuera de la carretera. Además, los motores de hidrógeno permiten una transición más rápida hacia la economía del hidrógeno, ya que pueden aprovecharse de las tecnologías existentes en los motores de combustión tradicionales. Además, un motor de hidrógeno prácticamente no utiliza materias primas raras. 

El mayor reto tecnológico del motor de hidrógeno es el inyector para la inyección directa, ya que los inyectores tienen que abrirse y cerrarse miles de millones de veces sin lubricación del combustible. Bosch está desarrollando actualmente un inyector de este tipo que no requiere lubricación adicional. Prevemos que el motor de hidrógeno con componentes Bosch se lance al mercado a lo largo de este año. Bosch ya cuenta con cuatro proyectos de producción en las tres principales regiones económicas del mundo.

 

“Llevamos años desarrollando tecnologías ADAS con un claro objetivo: reducir la siniestralidad vial y mejorar la seguridad de todos los usuarios de la carretera”

 

 

Por último, ¿cuál es su visión a largo plazo para Bosch en la península ibérica y qué prioridades marcarán la hoja de ruta en los próximos años?

Las futuras inversiones en I+D se centrarán en áreas relevantes para el mercado local, así como en proyectos innovadores que puedan contribuir al desarrollo tecnológico a nivel global. Esto incluye el desarrollo de soluciones para la movilidad sostenible, la digitalización de la industria, la eficiencia energética y la conectividad inteligente, entre otras. Adicionalmente, queremos aprovechar oportunidades de mercado en áreas estratégicas para Bosch tales como la transformación de la movilidad, con nuestras plantas en Madrid, Aranjuez y Braga a la cabeza; la economía del hidrógeno, donde España puede y debe jugar un papel fundamental en Europa; o los servicios de movilidad que desarrolla nuestra división Service Solutions en sus sedes de Barcelona, Vigo y Madrid.

La tecnología está abriendo oportunidades de crecimiento que queremos aprovechar. En este contexto, nuestra filosofía “Innovación para tu vida”, tal y como dice nuestro eslogan, es idónea, no solo cuando se trata de las principales tendencias de electrificación, automatización y digitalización, sino también con respecto al software y la inteligencia artificial.

Finalmente, tenemos la prioridad de garantizar la empleabilidad de la mayor parte posible de nuestros colaboradores en España y Portugal. Y, por supuesto, seguir siendo una compañía de referencia, donde más del 90 % de sus empleados, a quienes agradezco su trabajo y dedicación, se sienten orgullosos de trabajar en Bosch.