La industria alemana se desploma un 4,3 % en agosto

Actualidad | 08/10/2025

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La producción industrial de Alemania registró en agosto una caída del 4,3% respecto al mes anterior, lo que supone el mayor descenso desde marzo de 2022 y reaviva el temor a una recaída en recesión de la mayor economía de Europa. Este dato contrasta con el repunte del 1,3% registrado en julio y se produce tras la contracción del 0,3% del PIB en el segundo trimestre.

Fuerte impacto en el sector del automóvil y la farmacéutica

Según la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el desplome se debió principalmente a la industria automotriz, que cayó un 18,5% en el mes, arrastrada por los cierres estacionales de plantas durante las vacaciones y ajustes en las líneas de producción. También se observaron caídas significativas en la industria farmacéutica (-10,3%) y en la fabricación de productos electrónicos y ópticos (-6,1%).

Desaceleración generalizada en todos los grupos industriales

Excluyendo energía y construcción, la producción industrial descendió un 5,6% en comparación con julio. Todos los grandes grupos industriales registraron caídas: los bienes de capital bajaron un 9,6%, los bienes de consumo un 4,7% y los bienes intermedios un 0,2%. En términos interanuales, la caída fue del 3,9% frente a agosto de 2024, y del 5,1% en el caso de la industria sin energía ni construcción.

Los datos anticipan un tercer trimestre complicado

El economista jefe de ING Research, Carsten Brzeski, señaló que aunque parte de la caída puede atribuirse a factores estacionales como las vacaciones de verano, el contexto es más preocupante. “La industria alemana sigue un 15% por debajo de los niveles preCovid, lo que pone en evidencia sus desafíos estructurales”, advirtió.

Sin síntomas claros de recuperación

A pesar del estímulo fiscal aprobado tras las elecciones de principios de año, la recuperación parece haberse limitado al primer trimestre y vinculada a una acumulación anticipada de bienes estadounidenses por temor a nuevos aranceles. La caída de la producción, la reducción de los pedidos y el aumento de inventarios anticipan un cierre de año complejo para la economía alemana.