Iberdrola lanza una OPA para hacerse con el 100 % de Neoenergia y retirarla del mercado

Energía | Finanzas | 24/11/2025

Iberdrola ha presentado una oferta pública de adquisición por el 16,2 % del capital de Neoenergia que aún no controla, con el objetivo de hacerse con la totalidad de su filial brasileña y retirar sus acciones del mercado. La operación se realiza al mismo precio abonado a su socio Previ el pasado 31 de octubre —32,5 reales brasileños por título, actualizados conforme a la tasa SELIC—, lo que eleva el desembolso previsto a unos 1.030 millones de euros, siempre que no se abonen dividendos intermedios. La compañía señala que esta operación permitirá simplificar la estructura societaria y optimizar la financiación y los costes derivados de la cotización.

Una estrategia similar a la empleada en Avangrid

La eléctrica replica la estrategia aplicada en Estados Unidos con Avangrid, cuya integración culminó en 2024. Neoenergia salió a Bolsa en 2019, cuando Iberdrola ya poseía más de la mitad del capital y Previ el 32,9%. Tras adquirir a este socio su participación por 1.920 millones de euros, Iberdrola avanza ahora hacia el control total de su filial, reforzando su apuesta por Brasil y por un modelo centrado en las redes eléctricas, que representan el 90% del negocio local.

Un actor clave en la distribución eléctrica de Brasil

Neoenergia suministra electricidad a cerca de 40 millones de personas en cinco distribuidoras en los estados de Bahia, Rio Grande do Norte, Pernambuco, São Paulo, Mato Grosso do Sul y Brasilia, además de operar 18 líneas de transporte. Con presencia en 18 estados y el Distrito Federal, gestiona más de 725.000 kilómetros de redes de distribución y 8.000 kilómetros de líneas de transporte. También cuenta con 3.800 MW de generación renovable, principalmente hidroeléctrica, lo que la sitúa como el primer grupo de distribución del país por número de clientes.

Expansión global y foco inversor en redes

La operación se enmarca en el plan estratégico 2025-2028 de Iberdrola, que prevé inversiones por 58.000 millones de euros, con especial foco en redes eléctricas en mercados como Reino Unido —20.000 millones— y Estados Unidos —16.000 millones—. La energética también destinará 9.000 millones a la Península Ibérica, 7.000 millones a Brasil y 5.000 millones a otros países de la UE y Australia, en un contexto en el que su red global alcanza ya 1,4 millones de kilómetros de infraestructura.