«Andalucía ha alcanzado en diferentes sectores un nivel tecnológico importante que puede poner a España como punta de lanza en Europa»

Hablamos con Leonardo Bueno Navarro, Adjunto a la Dirección general de CTA

¿Cómo definiría la innovación en el contexto empresaria actual? ¿Y qué sectores considera estratégicos?

Actualmente, la innovación es aplicar una nueva tecnología o un nuevo conocimiento al negocio, entendido como que este sea más eficiente, más sostenible y más competitivo, pero para ello tenemos que adaptarnos a las demandas del mercado cambiante actual.

Con respecto a los sectores estratégicos, hablaría más de una actitud empresarial. Es verdad que, actualmente, el sector TIC o el sector energético tienen un papel muy relevante en todo lo que es la transformación digital y la energía, pero creo que todos los sectores son importantes. En Andalucía, el sector agroindustrial, la salud o el sector aeroespacial son bastante destacados, pero lo verdaderamente importante es la actitud proactiva para adaptarse al mercado.

En CTA llevamos más de 20 años trabajando con empresas y hemos financiado proyectos de toda clase de sectores económicos.

¿Cuáles son los dos o tres proyectos más innovadores que están desarrollando actualmente en el CTA?

Hemos promovido muchos proyectos innovadores. En el terreno internacional, CTA está presente como socio estratégico tecnológico en más de 65 iniciativas financiadas por la Unión Europea. Y dentro de los proyectos multilaterales estamos centrados en el uso de la inteligencia artificial, la economía circular, la reutilización de aguas residuales en zonas con estrés hídrico o la fermentación de hongos para para intentar disminuir los desechos en la industria agroalimentaria. También hemos financiado más de 830 iniciativas, entre las que destacan las relacionadas con la inteligencia artificial en industria 5.0 o los nuevos materiales de construcción basados en economía circular e incluso un sistema de vigilancia agrícola basado en tecnologías aeroespaciales.

¿Cómo está afectando la rivalidad entre Estados Unidos y China a las empresas y a la innovación en Europa? ¿Qué oportunidades y amenazas representa esta ‘Guerra Fría’ tecnológica para las empresas españolas?

Ahora mismo, la guerra tecnológica entre Estados Unidos y China es un desafío a nivel global, pero puede ser una oportunidad para Europa y para España si somos capaces de incrementar nuestra inversión en innovación, en talento y en colaboración entre los países europeos.

Entre las amenazas para las empresas españolas, lo primero que tenemos es una alta dependencia de hardware chino y de software estadounidense, con lo cual eso puede ser un problema para el crecimiento de nuestras empresas. Las sanciones y aranceles también merman el crecimiento de las empresas a corto y medio plazo. Y en temas de tecnologías, la inteligencia artificial, la ciberseguridad o los semiconductores podrían lastrar nuestra competitividad.

En cuanto a las oportunidades, hay fondos financieros de la Unión Europea que van a fomentar la innovación y la colaboración entre países. Además, España tiene el enclave y las relaciones históricas para ser un socio tecnológico de países de Latinoamérica, del norte de África o del sur de Europa. Además de ello, contamos con bajos costes de producción que pueden ser importantes para atraer talento y startups que innoven en España.

¿Qué factores considera que han convertido a España en un referente innovador en ciertos ámbitos?

Dentro de nuestro país, Andalucía ha alcanzado en diferentes sectores un nivel tecnológico importante que puede poner a España como punta de lanza en Europa. Dentro de estos sectores está el de la energía renovable con el hidrógeno verde, las tecnologías fotovoltaica y eólica son importantes. También, el turismo inteligente, la industria cultural y artística, o el sector de la salud en Granada y el aeroespacial con los Hub de Sevilla y de Andalucía.

España y Andalucía deben quitarse los complejos y entender que podemos ayudar mucho a Europa en este punto de vista innovador, pero tenemos que apoyarnos en innovación, colaboración entre empresas, apoyo institucional y financiero de la Unión Europea e intentar crear un ecosistema innovador potente.

¿Qué desafíos debemos superar para que la innovación en España y en Europa no se quede atrás?

España y Europa tienen dos desafíos importantes. El primero, incrementar la intensidad de gasto en I+D+i y para ello debemos aumentar el porcentaje de gasto sobre el PIB. Y por otro lado, incrementar el peso de la inversión privada respecto a la pública. Si hacemos caso a las cifras, podemos ver cómo Europa está por detrás del mundo en tecnología. Y tanto España como Andalucía están por detrás de Europa en porcentaje de PIB con respecto al gasto de I+D+i. Por lo tanto, deberíamos apoyar más a las empresas para que sigan incrementando el gasto en I+D+i, que haya más colaboración público-privada y seguir fomentando ese ecosistema de innovación.

¿Con qué tres palabras definiría el futuro de la innovación en España y en Europa?

Elegiría primero la cooperación. Cooperación universidad-empresa, público-privado o de startups con grandes empresas. En definitiva, una innovación abierta. Otra palabra sería la sostenibilidad, no solamente entendida desde el punto de vista del medio ambiente, sino la sostenibilidad de las empresas en I+D+i. Y la última, creo que la resiliencia es importante, es la capacidad para afrontar las dificultades y adaptarse a los cambios con éxito.