Beltrán Pérez, presidente de Corporación Tecnológica de Andalucía

CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía) es una fundación privada que impulsa la innovación y la transferencia de tecnología en Andalucía. Desde su creación en 2005, CTA ha desempeñado un papel clave en conectar el mundo empresarial con la investigación y el desarrollo, fomentando la colaboración entre empresas, universidades y centros de investigación. Su misión es acelerar la innovación en sectores estratégicos, contribuyendo al crecimiento económico y al desarrollo sostenible de la región.

 

Nos gustaría que nos hiciera un balance de cómo ha ido 2023 en la empresa tecnológica andaluza.

En 2023, hemos visto un crecimiento significativo en la empresa tecnológica andaluza, reflejado en el aumento de los incentivos de CTA, que superaron con creces los de años anteriores debido a la alta demanda de las empresas. Este crecimiento se debe en gran parte al espíritu compartido entre la administración, la academia y las empresas andaluzas, lo que nos permite ser muy optimistas para 2024.

La apuesta por la innovación es clave para el futuro, ya que impulsa el desarrollo de nuevas tecnologías, productos, servicios y mejores procesos para su fabricación o prestación. Los datos que estamos observando y en los que también participamos activamente son cada vez más alentadores. Aunque aún queda mucho camino por recorrer, Andalucía está consolidando su potencial y presente en términos de innovación, emprendimiento y desarrollo empresarial.

Si bien partíamos de una posición menos destacada a nivel nacional, estamos avanzando hacia una posición de liderazgo. CTA, como actor clave en la colaboración público-privada, está plenamente implicada en este proceso.

 

“Es fundamental que el conocimiento generado en las universidades no se quede estancado, sino que encuentre un recorrido en el mercado a través del desarrollo empresarial”

 

¿Cómo están afectando las tensiones derivadas del sector primario en las empresas andaluzas?

Las tensiones derivadas del sector primario, especialmente en una región como Andalucía, donde este sector tiene un peso muy significativo, están afectando de manera directa a las empresas andaluzas. Cualquier problema, ya sea relacionado con la sequía, la subida de los precios o los problemas de distribución, impacta en el conjunto de la economía regional. De hecho, un estudio realizado por el profesor Cárdenas estimaba que el impacto de la sequía en Andalucía podría traducirse en una reducción del 7 % del PIB.

Es necesario poner soluciones a estos desafíos. No podemos depender únicamente de factores meteorológicos, aunque sabemos que el cultivo depende de la climatología. En la actualidad, se están haciendo apuestas muy importantes por tecnologías que mejoren la gestión del agua, enfocadas en la eficiencia del consumo, la optimización del riego y el uso de sensores que determinen qué zonas de cultivo necesitan riego. Esto es fundamental para optimizar el uso y consumo de agua.

En este contexto, es imprescindible encontrar un equilibrio entre la viabilidad de las explotaciones agrarias, ofrecer precios justos para los consumidores y garantizar el respeto por el medio ambiente y la sostenibilidad en el uso de los recursos.

¿Qué rol juegan las colaboraciones con universidades, centros de investigación y otras entidades en la estrategia de CTA para impulsar el desarrollo tecnológico en la región?

Para CTA, el objetivo es transferir el conocimiento desde las universidades y organismos públicos de investigación hacia las empresas, ajustándolo a las necesidades del tejido empresarial y, en última instancia, de la sociedad. Es fundamental que el conocimiento generado en las universidades no se quede estancado, sino que encuentre un recorrido en el mercado a través del desarrollo empresarial, donde las empresas puedan hacer las inversiones necesarias para llevar ese conocimiento a la práctica.

En este sentido, uno de los requisitos de los incentivos que proporciona CTA es la contratación de grupos de investigación públicos de las universidades, exigiendo que al menos el 10 % de los proyectos esté vinculado a estas colaboraciones. Este modelo ha permitido que en los últimos 19 años se hayan canalizado más de 100 millones de euros hacia grupos de investigación universitarios. Este logro representa un gran orgullo para CTA, ya que su labor ha contribuido a potenciar la investigación, mejorar la formación de élite y fortalecer los recursos humanos andaluces, aplicando el talento universitario a las necesidades reales del mercado.

Todo ello, además, se realiza dentro de un marco de colaboración abierta entre empresa, universidad y administración pública.

 

“Las empresas tienen dos opciones: implementar la IA en sus operaciones o arriesgarse a perder competitividad”

 

¿Cómo se encuentra Andalucía en la carrera de la Inteligencia Artificial?

Andalucía tiene grandes oportunidades en el ámbito de la IA, especialmente concentradas en torno a la Universidad de Granada, que se ha convertido en un referente de investigación pública en este campo. Toda la industria y muchas empresas están ubicándose o desarrollándose bajo el impulso de esta institución, que actúa como punta de lanza en la investigación de inteligencia artificial en la región. Es importante destacar que la IA no es solo el futuro, ni siquiera el presente, sino que ya lleva mucho tiempo siendo una realidad clave en el desarrollo de muchos sectores.

Actualmente, estamos viendo una explosión de aplicaciones y avances relacionados con la IA, sobre todo en la gestión de datos, la optimización de decisiones y recursos. En el último año, el 50 % de los incentivos otorgados a las empresas en Andalucía han sido destinados a aplicaciones de IA, reflejando su importancia creciente en sectores que necesitan ser más competitivos, reducir costos, optimizar el consumo de energía y mejorar la toma de decisiones rápidas para avanzar en sus caminos empresariales.

La IA no solo afecta al sector tecnológico, sino que su influencia se extiende a múltiples áreas como la gestión del agua, los cultivos, los residuos e incluso el sector aeroespacial. En este contexto, las empresas tienen dos opciones: implementar la IA en sus operaciones o arriesgarse a perder competitividad y eventualmente desaparecer.

¿Qué desafíos tiene el tejido empresarial tecnológico andaluz durante lo que queda de década?

El sector tecnológico andaluz enfrenta varios desafíos clave durante lo que queda de la década. El primero es consolidar una estrategia sostenida de innovación e I+D que permita que sus productos sean más competitivos, mejoren sus servicios y optimicen sus procesos de manera más eficaz y eficiente. La internacionalización es otro gran reto, ya que es fundamental que las empresas andaluzas logren expandirse más allá de sus fronteras, llevando sus productos y servicios a nuevos mercados.

La colaboración abierta entre empresas y la creación de sinergias también será crucial. La triple hélice, que involucra a la administración, la academia y las empresas, debe potenciarse para desarrollar soluciones conjuntas y aprovechar las oportunidades tecnológicas. Además, es imprescindible fortalecer la colaboración público-privada, que jugará un papel determinante en el desarrollo de estos proyectos.

En Andalucía se están presentando grandes oportunidades. Se están llevando a cabo importantes desarrollos como el Centro Logístico del Ejército en Córdoba, la sede de la Agencia Espacial Española en Sevilla, y proyectos de hidrógeno verde en Huelva y Cádiz que contribuirán a la descarbonización del transporte y la industria. Asimismo, Málaga está viendo una fuerte implantación de empresas tecnológicas, mientras que en Sevilla el sector agro tech está creciendo, y Granada está consolidando su acelerador de partículas.

Con todo esto, Andalucía se está posicionando como un lugar clave para la inversión tecnológica.