Carlos Muñecas, fundador y CEO de Bodegas Sanviver

Hablar de vermut Zarro es hablar de Madrid. De una tradición que cada día revive en las terrazas, tabernas y vermuterías de la capital, y que ha encontrado en esta marca a su embajador más castizo. Pero también es hablar de innovación, de visión de futuro y de un modelo empresarial que ha sabido evolucionar sin perder sus raíces.

Al frente de esta transformación está Carlos Muñecas, fundador y director general de Bodegas Sanviver, una compañía familiar que ha convertido su producto estrella en sinónimo de calidad y de modernidad. De los primeros lotes elaborados con su clásica fórmula secreta a sus últimos productos como el vermut sin alcohol, la crema de vermut o la recién estrenada cerveza con vermut, Zarro se expande internacionalmente y ha sabido adaptarse a los nuevos hábitos de consumo sin perder su esencia.

 

Zarro nació como un proyecto familiar en la fábrica de Fuenlabrada y hoy es un referente del vermut de grifo madrileño. ¿Cómo recuerda los inicios de la marca y cuál fue el punto de inflexión que marcó su expansión?

 Vermut Zarro nació en la zona de la Milagrosa gracias a mi padre, Carlos Muñecas, quien era un apasionado del vermut y muy conocido en la ciudad por su receta secreta, que elaboraba para amigos y conocidos. En 1968 se lanzó a convertir su afición en un proyecto profesional, y aunque muchos le tacharon de “loco”, los 56 años que Zarro lleva siendo un referente de esta bebida demuestran que su visión tenía mucho sentido.

Para mi padre fue un disfrute ir perfeccionando la receta, y lo hacía seleccionando cada hierba a mano. Además, los detalles del proceso de elaboración eran clave: desde la maceración lenta hasta la infusión precisa. En mi familia siempre hemos crecido escuchando los elogios hacia la calidad y sabor del vermut. Por eso, mantener las barricas de madera era lo que más sentido tenía al tomarle el relevo, además de incluir tecnología de vanguardia para fusionar la tradición artesanal con la innovación.

En cuanto a la expansión, no ha habido un punto de inflexión como tal. Realmente ha habido un constante ‘paso a paso’, pequeño y firme que, con el tiempo, ha dado sus frutos. La constancia y la calidad/precio han generado un ‘boca a boca’ donde el cliente hace de prescriptor y nos recomienda.

La marca con orígenes castizos se encuentra cada vez más presente en mercados internacionales y además cuentan con el primer vermut ecológico del mundo. ¿Cómo están abordando la expansión fuera de España y qué estrategias han sido clave para consolidar la marca en el exterior?

Actualmente, Vermut Zarro está presente en más de 30 países. Comenzamos nuestra expansión internacional en 2008, llevando la esencia de Madrid a través de nuestro vermut a los 5 continentes y a países como Japón, Australia y Estados Unidos, consolidándonos como un referente del vermut. Nuestro objetivo ahora es seguir asistiendo a ferias internacionales, algunas tan importantes como Anuga en Alemania o Sial en París para consolidar los mercados en los que estamos y, sobre todo, ampliar y buscar otros nuevos.

 

“La fórmula tradicional es la piedra angular de Zarro, y eso pasa también por conservar cada detalle del proceso de elaboración de forma artesanal”

 

La receta secreta de Zarro es parte del encanto de la marca. ¿Qué importancia tiene mantener esa fórmula tradicional y cómo se equilibra con la innovación en nuevos lanzamientos como la crema de vermut, el vermut sin alcohol o la cerveza con vermut?

La fórmula tradicional es la piedra angular de Zarro, y eso pasa también por conservar cada detalle del proceso de elaboración de forma artesanal, tal y como lo hacía mi padre. Aunque es un proceso complejo, seguimos haciéndolo a mano, y eso se nota en el producto final, que es lo que nos diferencia respecto a otros.

Además, en la siguiente generación hemos prestado atención al factor precio, buscando siempre conseguir una excelente relación calidad-precio. Consideramos que es importante para el consumidor, y que detrás de Zarro hay una marca honesta y comprometida con la calidad.

Pero ser auténticos también es ser innovadores, y por ello lanzar nuevas bebidas es para nosotros otra motivación. Por ejemplo, creímos que la creación de un nuevo producto sería la mejor forma y la más especial de celebrar el 50 aniversario de Zarro, y así nació la Crema de Vermut Zarro. También nos gusta desarrollar productos de los que puedan disfrutar todas las personas, y ejemplo de ello es el Vermut Sin Alcohol y, más recientemente, Pionera by Zarro, una cerveza con vermut que es perfecta para aquellos que desean disfrutar de lo mejor de los dos mundos o, que directamente, les suele costar decidirse entre una bebida u otra.

El tardeo, la cultura del aperitivo y la festividad de San Isidro han impulsado el consumo de vermut en Madrid. ¿Qué papel juega Zarro como símbolo de esa tradición y cómo ha sabido integrarse en los nuevos hábitos de consumo?

En Madrid el vermut triunfa, y tanto es así que, para sus fiestas por excelencia, San Isidro, siempre aumentamos la producción, llegando hasta 120.000 botellas en 3 días.

En esta ciudad tenemos una forma muy concreta de disfrutar el vermut, ya que lo acompañamos de gastronomía, tapeo y terraceo. En Madrid, las terrazas, aperitivos y encuentros al mediodía son seña de identidad. Ir de bar en bar, compartiendo rondas entre amigos, en lugar de quedarnos en un solo sitio, lleva el sello madrileño. Esto no sucede en otras ciudades, por ejemplo, en Barcelona, que podría considerarse la segunda ciudad más vermutera, el vermut se disfruta de manera más relajada y tranquila.

La clave que hace que Zarro esté presente es, de nuevo, su tradición. El buen hacer se recuerda, y por ello, los bares de toda la vida saben que nuestro vermut es una apuesta segura, por lo que lo recomiendan a todo aquel que desea introducirse en este fascinante mundo. Y esa recomendación se traslada también a los hogares, donde se puede disfrutar de manera más pausada.

 

“Ser auténticos también es ser innovadores, y por ello lanzar nuevas bebidas es para nosotros otra motivación”

 

Entre las campañas más llamativas de la marca se encuentran la creación del “Himno del vermut”, el uso de la ‘Vermuneta’ o el ‘Zarrocientos’, o la presencia en el Salón Gourmets. ¿Qué objetivo persiguen todas esas acciones de marketing y qué impacto han tenido en el consumidor actual?

 Con todas estas acciones queremos, además de estar presentes y seguir dando a conocer Zarro, transmitir nuestra pasión por el vermut y celebrarlo como se merece. Creemos que un momento en el que se consume vermut es un momento de alegría de vivir y de disfrutar de una buena compañía. Y aunque por lo general nos encanta hacerlo en una terraza o bar, también creemos que es fantástico hacerlo en otros momentos y lugares, como por ejemplo hemos hecho recientemente en el Mercado de San Antón durante San Isidro o en el Mercado de Productores de La Latina.

Desde la fábrica de Fuenlabrada se produce y embotella todo el vermut Zarro. ¿Cuáles son las capacidades actuales de producción y cómo ha evolucionado la planta en términos de tecnología, eficiencia y sostenibilidad?

 Hemos invertido en maquinaria nueva, más rápida y precisa y además hemos invertido en los tres últimos años en la adquisición de dos naves industriales que amplían un 40 % nuestra superficie de fabricación y almacenaje.

 

“El buen hacer se recuerda, y por ello, los bares de toda la vida saben que nuestro vermut es una apuesta segura”

 

Por último, ¿cuáles son los próximos objetivos de crecimiento para Zarro y qué papel jugará la innovación en esta nueva etapa de la empresa?

 Ya estamos trabajando en una novedad que, si todo va bien, verá la luz en un año y medio más o menos. Como objetivo tenemos planteado un ambicioso proyecto de Marketing para dar más visión a la marca, consolidar los mercados en los que somos más fuertes y seguir creciendo en el resto.