Carmen Lence, CEO de Grupo Lence
¿Cuál es salud del sector lácteo en España?
El estado del sector lácteo en España actualmente es favorable. Afortunadamente, hemos superado una etapa de declive en el consumo de leche que se prolongó durante una década, estabilizándose finalmente en el último año, lo cual es una señal positiva. El año 2021, marcado por las complicaciones derivadas del COVID y un significativo incremento en los costes, llevó a varias ganaderías a vender sus vacas. Como resultado, en 2022 experimentamos una notable escasez de leche como materia prima.
Esta situación, si bien presentó desafíos, también trajo consigo aspectos positivos. Entre ellos, el ajuste en el precio de la leche en los puntos de venta, lo cual era necesario. Anteriormente, la leche se utilizaba como un producto gancho con precios irracionalmente bajos, incluso inferiores a los del agua, lo cual carecía de lógica. Ahora, el precio refleja de mejor manera los costos de toda la cadena de valor, favoreciendo así las inversiones en el sector ganadero.
Actualmente, aunque el número de ganaderos y granjas ha disminuido en comparación con hace una década, la producción en regiones como Galicia ha aumentado, superando el medio millón de toneladas adicionales. Esto indica un proceso de consolidación tanto en la producción como en la industria y la distribución, donde a pesar de haber menos actores, estos son más eficientes y representan empresas más robustas.
Lidera el Grupo desde hace más de cinco años, un lustro donde ha duplicado los beneficios de la compañía. ¿Cómo ha conseguido elevar los resultados de la compañía?
Durante los últimos cinco años al frente del Grupo, hemos experimentado un cambio significativo en nuestra manera de liderar, evolucionando desde un enfoque más autoritario, característico de la era de mi padre, hacia un estilo de liderazgo colaborativo. Mi enfoque ha sido rodearme de expertos en cada área, reconociendo que poseen un conocimiento superior al mío en sus respectivos campos. Esto me ha llevado a apoyarme fuertemente en mi equipo, priorizando un liderazgo basado en la consulta y en la formulación de preguntas pertinentes. Mi rol se centra en hacer las preguntas correctas, obtener información valiosa y, en base a ello, tomar decisiones acertadas y asegurar su implementación efectiva.
Hemos incorporado un equipo directivo altamente calificado, algo que anteriormente no teníamos, y hemos adoptado una cultura de mejora continua, buscando superarnos año tras año. Un aspecto crucial ha sido la digitalización de la empresa; al llegar, me encontré con una notable falta de herramientas digitales modernas, como aplicaciones, y una gestión basada en sistemas obsoletos. Hemos trabajado para mejorar la productividad en nuestras plantas, optimizando aún más un proceso ya eficiente debido a nuestra historia de colaboración con cadenas de distribución, donde la productividad y la eficiencia son fundamentales.
También hemos puesto un especial énfasis en comunicar quiénes somos, tanto interna como externamente. Anteriormente, éramos una empresa introvertida, pero he impulsado la apertura y la transparencia, consciente de la importancia de compartir nuestra historia y valores en el contexto actual. Hemos comenzado a narrar nuestra historia, destacando nuestro papel fundamental en el sector y en la sociedad, y dejando claro que, si no lo hacemos, nadie más lo hará por nosotros.
Esta estrategia de comunicación ha sido clave para reivindicar nuestra posición, comparándonos con la ‘esposa fiel’ que siempre ha estado, pero no ha sido debidamente reconocida. Hemos llamado la atención sobre nuestra importancia en el sector lácteo gallego y español, y sobre el impacto que tendría nuestra venta a empresas extranjeras, no solo en nuestra región, sino en el país.
Nuestro enfoque ha sido integral, combinando una renovada atención al diseño de nuestros productos, la gestión eficiente de costos, y la mejora continua, todo ello comunicado con pasión y una clara conciencia de lo que nos hace únicos: nuestra identidad gallega, nuestra naturaleza familiar, y nuestro liderazgo femenino.
“Es fundamental destacar y valorar la contribución femenina en todos los niveles de la empresa”.
Usted es la única mujer al frente de un gran grupo lácteo en España. ¿Qué cree que aporta su visión al sector lácteo del país?
No estoy segura de si mi perspectiva difiere significativamente de la de un hombre en posiciones similares ya que, al final, tanto hombres como mujeres en roles ejecutivos compartimos objetivos comunes: generar empleo, crear valor sostenible a largo plazo y asegurar la viabilidad futura de nuestras empresas. Sin embargo, como mujer en un sector predominantemente masculino, creo que aporto un valor añadido al servir de modelo a seguir para otras mujeres, demostrando que es posible alcanzar posiciones de liderazgo en cualquier ámbito, incluso en la industria.
La presencia de referentes femeninos en posiciones de alto nivel, como Ana Patricia Botín, es inspiradora y espero que mi propio papel pueda motivar a otras mujeres a perseguir sus aspiraciones, especialmente en sectores donde la presencia femenina ha sido históricamente limitada. Este aspecto es crucial en la industria, donde, aunque las mujeres han estado presentes en áreas administrativas y de laboratorio, su participación en la planta ha sido escasa hasta hace poco. Es fundamental destacar y valorar la contribución femenina en todos los niveles de la empresa.
Enfrentamos desafíos, como la escasez de personal en áreas técnicas, debido a estereotipos de género que limitan la entrada de mujeres en ciertos campos profesionales. Esta situación se evidencia en la falta de diversidad en ámbitos como la mecatrónica, donde la participación femenina es mínima, lo que refleja un sesgo inconsciente que afecta tanto a hombres como a mujeres en nuestra sociedad.
Además, como directora de una empresa familiar, mi enfoque se centra en la sostenibilidad a largo plazo más que en los resultados a corto plazo, con un compromiso hacia la mejora continua para las generaciones futuras. Esta perspectiva se traduce en una gestión que no solo busca el beneficio económico, sino también el impacto positivo en la comunidad, a través del patrocinio de actividades deportivas, el apoyo a causas sociales como la lucha contra el cáncer, y otras iniciativas que benefician a nuestra región y más allá. En resumen, mi liderazgo se caracteriza por una visión inclusiva y comunitaria, enfocada en el legado y el bienestar colectivo.
Pagan por encima de la media a sus proveedores y solo cuentan con producto de cercanía, de Galicia. Con estas premisas, ¿cómo se consigue rentabilizar la compañía?
Nuestra empresa se centra plenamente en apoyar a los ganaderos gallegos, siendo un pilar fundamental para mantener la actividad económica y generar un impacto positivo en Galicia. Este compromiso se traduce en remunerar a nuestros proveedores por encima del promedio regional, una práctica que ya se daba antes de mi llegada y que busca contribuir a la sostenibilidad y rentabilidad de las ganaderías locales.
Sin embargo, no se trata únicamente de ofrecer una mejor remuneración; nuestra visión va más allá. Aspiramos a que los ganaderos optimicen sus operaciones y se transformen en empresas más eficientes y sostenibles. Para lograrlo, nos involucramos en iniciativas innovadoras como el Proyecto 1080, enfocado en la trazabilidad de la leche desde el origen hasta el consumidor, proporcionando así transparencia y reforzando la confianza en el producto.
Además, lideramos esfuerzos para digitalizar el sector lácteo, tanto en Galicia como más allá, a través de proyectos que buscan modernizar y adaptar las prácticas agrícolas a los estándares europeos en materia de medioambiente y tecnología. Esta digitalización no solo beneficia a nuestra empresa, sino que también tiene un impacto significativo en pequeñas empresas lácteas, facilitándoles el acceso a tecnologías que de otro modo podrían resultarles inaccesibles.
Estas estrategias no solo aseguran una mejora en la eficiencia y sostenibilidad de nuestros proveedores, sino que también fortalecen el sector lácteo en su conjunto, ampliando el abanico de opciones para los productores y contribuyendo a la diversidad y competitividad del mercado. En resumen, nuestra rentabilidad se fundamenta en el crecimiento conjunto y la fortaleza de toda la cadena de valor del sector lácteo en Galicia.
“Aspiramos a que los ganaderos optimicen sus operaciones y se transformen en empresas más eficientes y sostenibles”.
Otro de sus compromisos pasa por el apoyo al mundo rural. ¿Qué iniciativas llevan a cabo para parar la sangría que se vive en el campo español?
Nuestras iniciativas para contrarrestar el declive del medio rural español se extienden más allá del sector lácteo. Hemos implementado programas como ‘Smart for Milk’, diseñados para ayudar a los ganaderos a comprender sus costes y a gestionar sus empresas de manera más eficiente. Además, ponemos un énfasis especial en apoyar a las mujeres en el ámbito rural, dada la preocupante tendencia de que dos de cada tres jóvenes que abandonan estas zonas son mujeres, lo cual pone en riesgo el futuro demográfico y socioeconómico de estas comunidades.
El abandono femenino del campo no se debe solo a las desigualdades de género, sino también a la falta de servicios y oportunidades, que dificultan su acceso a la educación y a empleos adecuados. A pesar de que las mujeres representan un 50 % de los trabajadores autónomos en el sector primario, solo un 30 % de las explotaciones agrícolas están a su nombre. Esto refleja una clara necesidad de visibilizar y valorar su trabajo en el campo.
Aunque existe una ley de titularidad compartida desde 2012 destinada a reconocer la labor de las mujeres en las explotaciones agrícolas, la falta de información y la excesiva burocracia han limitado su aplicación efectiva. Frente a esto, desde nuestra empresa impulsamos ‘Ganaderas con Actitud Río’, un programa que fomenta la creación de redes de apoyo entre ganaderas, facilitando el intercambio de experiencias y conocimientos para promover su empoderamiento y liderazgo en el sector.
Nuestra publicidad también busca rendir homenaje a las mujeres rurales, resaltando su papel crucial durante períodos de emigración masculina y su contribución a la conservación del tejido social y económico del campo. Esta narrativa busca cambiar la percepción anticuada del mundo rural, mostrando la modernidad y la tecnología presentes en las granjas actuales.
Además, organizamos foros como el ‘Foro por un Futuro del Rural’, que buscan concienciar sobre las consecuencias del despoblamiento y la importancia de mantener vivas estas comunidades, no solo para preservar la biodiversidad y prevenir desastres naturales como incendios, sino también para asegurar nuestra soberanía alimentaria. Es fundamental entender que el futuro del medio rural es una cuestión que nos concierne a todos, más allá de ser un simple destino de ocio para el fin de semana.