El Instituto Español de Analistas es una de las instituciones con más trayectoria de análisis financiero dentro de nuestro país. ¿Qué supone para usted presidir esta institución?

Para mí este nombramiento es un honor. Me llena de orgullo poder ejercer como presidenta de una institución tan relevante siendo consciente que es al mismo tiempo, una tremenda responsabilidad y un reto apasionante.

Recientemente renovaron la marca del “Instituto Español de Analistas Financieros” a “Instituto Español de Analistas”. ¿A qué responde este cambio?

En primer lugar, queríamos evitar que nos siguieran llamando por un acrónimo que en una primera impresión no transmite nada, que además es difícil de pronunciar por llevar tres vocales seguidas y que, por último, es difícil de retener. Nunca tienes una segunda oportunidad para causar una primera impresión, por eso queremos impactar con nuestro nombre y con lo que somos desde el principio: el Instituto Español de Analistas.

Hemos reducido el logo a tres palabras por dos motivos: por un lado, porque tres palabras es el límite para pronunciar nuestro nombre de manera ágil y tres palabras es también el límite para recordar con facilidad; por otro lado, la realidad es ahora mucho más compleja y el análisis que necesita el marcado es mucho más amplio que hace unos años. Por ello, no queremos limitarnos al análisis de aspectos financieros, sino dar respuesta también a las nuevas tendencias, abriéndonos a nuevos formatos de análisis y ampliando miras hacia nuevas modalidades profesionales. Queremos convertirnos en un centro de referencia y punto de encuentro de la excelencia en la profesión financiera siendo mucho más inclusivos y analizando no solo números, también datos cuantitativos y aspectos geopolíticos, medioambientales, sociales o criptomonedas y NFT, entre otros.

Respecto al cambio de imagen corporativo, el nuevo isotipo nos representa ahora con una brújula porque queremos ser el punto de referencia que marque el camino de los analistas, queremos avanzar todos juntos, desafiando los retos, compartiendo la experiencia y aprendiendo del camino. Además, al haber añadido el tagline“… Desde 1965…” al logo transmitimos una imagen de solvencia y de experiencia. Tenemos una larga experiencia en el sector y tenemos el aval de los más reconocidos presidentes que, a lo largo de los años, han contribuido a que esta institución sea lo que es hoy. Figuras tan notorias como Mariano Rabadán, Cesar Alierta, Luis Iturbe, Juan Carlos Ureta, Xavier Adserà, Aldo Olcese o Jorge Yzaguirre, entre otros.

¿Cómo se ha adaptado la labor del instituto al imparable proceso de digitalización que estamos viviendo?

Nos hemos ido adaptando con el cambio. Hemos creado una nueva página web y hemos modificado nuestra forma de comunicarnos en las redes sociales, así como nuestra forma de interactuar con los socios y patronos. Gracias a la digitalización podemos llegar a más estudiantes, socios y patronos y, a la vez, podemos impactar más en la sociedad en general. Por otro lado, hemos creado una comisión de digitalización para que analice los datos de los socios y así poder personalizar más nuestra base de datos e interactuar más con ellos de una forma más cercana y enfocada en función de sus necesidades e intereses.

El Instituto ejerce también una labor formativa importante. ¿Cómo se ha ido actualizando en este sentido? ¿Cuál diría que es el nivel respecto a nuestros homólogos europeos?

La Escuela del Instituto Español de Analistas financieros es pionera en formación especializada para el analista con temáticas tan novedosas como la Inteligencia Artificial o las criptomonedas. Además, somos líderes a nivel europeo en la formación del CESGA, con 686 certificados ya en España y 4.350 a nivel global. En 2022, en la Escuela FEF hemos impartido más de 11.000 horas lectivas a más de 10.000 alumnos.

2023 se plantea como un año complicado para la economía mundial y, en especial, para la española. ¿Cuáles son los aspectos financieros que van a cobrar mayor relevancia?

2023 será un año difícil, pero lleno de oportunidades. Si conseguimos controlar la inflación, si la política monetaria de los bancos centrales empieza a relajarse, los riesgos geopolíticos se mitigan y los beneficios empresariales se mantienen, puede ser un año muy bueno para los mercados financieros. Nosotros tenemos que identificar todas esas oportunidades que pueden aparecer y aprovecharlas de una forma positiva para nuestros socios, patronos y para la sociedad en su conjunto. Este puede ser un año muy bueno para Europa y nosotros tenemos que ser el abanderado en el mundo de ese cambio de percepción de nuestro viejo pero ilusionante continente.

¿Qué expectativas y planes tiene el Instituto este 2023?

Queremos tener más impacto en la sociedad y en las decisiones económicas, queremos que nuestra voz se escuche y, para ello, queremos atraer patronos de todos los sectores de la economía. Queremos seguir creciendo, seguir incorporando ideas e inquietudes, tanto de profesionales consolidados como de analistas jóvenes, que nos ayuden a entender más y mejor el mundo que nos rodea. En definitiva, queremos ser un hub de talento europeo y el mayor Think Tank de pensamiento económico de España. Para ello, hemos creado una oferta de valor muy interesante con ponencias con referentes de éxito de nuestro país, con estudios que representan las inquietudes de los sectores de la actividad económica, con certificaciones para que los alumnos de nuestra escuela sean los mejor preparados, con una imagen de marca potente, con un equipo de profesionales y unos órganos de gobierno comprometidos e ilusionados con este gran proyecto, que es el proyecto de todos los analistas, y que nos sentimos representados por esa brújula que habla de nuevos rumbos, de guía para emprender un camino lleno de experiencias, retos y oportunidades.