Equito ha multiplicado por más de seis sus activos bajo gestión en un solo año. ¿Cuál ha sido la clave para escalar tan rápido en un mercado tan regulado y competitivo como el inmobiliario?

En efecto, Equito ha multiplicado por seis sus activos bajo gestión en solo 12 meses. Esta aceleración no es casual: responde a una convergencia única de factores. Por un lado, el capital minorista en activos alternativos se ha duplicado en cinco años. Más del 70 % de los millennials busca ingresos pasivos y el 68 % prefiere herramientas financieras que operen desde el móvil, sin intermediarios. A la vez, Europa ha dado pasos regulatorios concretos, como el Pilot Regime, que ya permiten operar con seguridad en mercados como Alemania, Francia y España.

En este entorno, Equito ha crecido porque resuelve una demanda concreta con una solución nativa, simple y eficiente. Controlamos toda la cadena: desde la adquisición del activo hasta su tokenización, distribución y gestión. Nuestra estructura legal fue diseñada desde el primer día para cumplir con la regulación y proteger al inversor minorista, con procesos sólidos de KYC y AML. Pero más allá del backend, la clave está en el producto: el acceso es 100 % digital y mobile-first. Invertir en Equito es tan fácil como reservar un hotel, sin papeles, sin llamadas, sin oficinas. Desde descubrir un inmueble hasta cobrar rentas mensuales, todo sucede dentro de una misma app.

Todo esto nos ha permitido construir algo que va más allá de una aplicación o una operativa digital: una infraestructura propia para acceder al mercado inmobiliario de forma directa, eficiente y segura. Y quizás lo más interesante no es solo lo que hacemos, sino lo que cambia para quienes invierten.

El modelo de tokenización de activos inmobiliarios está revolucionando la forma de invertir. ¿Qué ventajas concretas ofrece frente al crowdfunding o al crowdlending tradicional?

Durante años, modelos como el crowdfunding y el crowdlending han acercado el capital minorista al sector inmobiliario, financiando principalmente promociones de terceros a medio plazo. Pero en muchos casos, el inversor depende de ciclos cerrados, con retornos al cabo de 12 o 18 meses y debe reactivar manualmente su inversión proyecto a proyecto. Es una solución válida, pero que aún requiere coordinación, seguimiento y una implicación más activa por parte del usuario.

La tokenización representa una evolución más fluida y directa de esa lógica. En Equito, el usuario invierte en activos inmobiliarios concretos, identificados y controlados por nuestro equipo, con un proceso claro desde el análisis hasta la adquisición. La mayoría de las propiedades ya están en proceso de reforma o listas para generar rentas a corto plazo. A partir del tercer mes, los inversores comienzan a recibir ingresos pasivos mensuales directamente en la app. Todo sucede de forma 100 % digital, sin papeles, sin llamadas, sin procesos manuales. Además, el inversor puede construir su propio portafolio, fraccionado y diversificado en distintas ciudades, con total autonomía.

La liquidez suele ser el gran cuello de botella en modelos como el crowdfunding o el crowdlending. En la mayoría de los casos, el capital queda bloqueado hasta el final del proyecto, sin posibilidad de salir antes, lo que limita la flexibilidad del inversor y dificulta la planificación financiera. Esta falta de liquidez ha sido una de las principales barreras para que más usuarios adopten estos modelos a largo plazo.

La tokenización cambia esta dinámica desde el diseño. Al representar digitalmente las participaciones, los tokens pueden ser transferidos, programados y operados en mercados secundarios. Eso permite construir estructuras más líquidas, donde los inversores pueden recuperar su capital antes del vencimiento del activo, siempre que exista demanda en el mercado.

En Equito, ya hemos activado esta capacidad con un mercado secundario propio que ha facilitado más de un millón de euros en operaciones entre usuarios. Aunque aún no hablamos de una liquidez perfecta, estamos construyendo un sistema cada vez más ágil y eficiente, respaldado por tecnología, regulación y volumen. Cada transacción queda registrada en blockchain y se ejecuta sin fricción, con total trazabilidad y sin intermediarios innecesarios.

Más que una alternativa, la tokenización permite repensar la experiencia de invertir en inmuebles desde cero: más ágil, más accesible, más transparente. Es el siguiente paso lógico para una generación que ya invierte desde el móvil, que valora la autonomía, y que quiere construir un patrimonio con herramientas más inteligentes.

Más del 75 % de las inversiones en Equito provienen de reinversiones. ¿Qué estrategia seguías para fomentar esa recurrencia y mantener la confianza del inversor?

En Equito, más del 75 % de las inversiones provienen de usuarios que ya han invertido con nosotros al menos una vez. No es casualidad: creemos que la mejor estrategia de fidelización es construir un producto que funcione, de forma consistente, y sin fricción. Si el inversor comprende lo que está haciendo, recibe lo que espera y puede repetirlo fácilmente, la recurrencia es una consecuencia lógica.

Todo está diseñado para generar confianza y facilitar el hábito. El usuario accede a oportunidades claras, con información completa sobre cada propiedad: ubicación, fotos, calendario, rendimiento estimado y puede invertir desde su móvil en menos de dos minutos. La experiencia es continua, predecible, sin fricción. Consultar el estado de su inversión o reinvertir en una nueva operación es igual de fácil. Esa fluidez operativa convierte la inversión en una acción natural y repetible.

Además, no trabajamos con promesas infladas ni presión comercial. Los activos están seleccionados con criterios propios, y ofrecen un rendimiento neto real (hoy en torno al 8,5 % de media) que se ha demostrado estable. La transparencia, la fluidez y el control directo generan seguridad. Y cuando esa seguridad se instala, el inversor no solo vuelve: empieza a construir una estrategia de largo plazo, activo por activo, con nosotros.

El uso del blockchain es una de vuestras señas de identidad. ¿Qué papel juega esta tecnología en la experiencia del usuario y en la seguridad del sistema?

Vivimos una transición de fondo: pasamos de plataformas centralizadas (Web2) a sistemas distribuidos (Web3), donde los activos no solo se registran, sino que existen de forma nativa en la infraestructura. La tokenización inmobiliaria forma parte de esta transformación: convertir propiedades físicas en activos digitales programables, transferibles y operables con más control, menos fricción y mayor transparencia.

En Equito, usamos la blockchain como columna vertebral de esta nueva arquitectura. Cada inversión, cada participación y cada movimiento queda registrado de forma trazable, auditable y permanente. Eso nos permite ofrecer un nivel de seguridad y confianza que no depende de un sistema cerrado, sino de una red compartida y validada. Además, muchas operaciones, como la distribución de ingresos o la transferencia de tokens, se ejecutan mediante contratos inteligentes, sin correos, sin papeles, sin intervención manual.

Y lo más importante: los tokens que representan cada inversión existen como activos digitales reales, no como simples registros en una base de datos. Son transferibles, programables y potencialmente negociables en mercados secundarios, lo que abre nuevas posibilidades de liquidez, automatización y conexión entre plataformas.

Todo esto sucede sin que el usuario tenga que entender la tecnología. Solo ve una experiencia fluida: invertir desde el móvil, seguir el rendimiento de sus activos, cobrar ingresos mensuales sin fricción. La blockchain es invisible, pero esencial. Es lo que permite escalar confianza y simplicidad al mismo tiempo.

La aplicación ya cuenta con más de 224.000 descargas en 62 países. ¿Estáis preparados para afrontar un crecimiento internacional real en 2025? ¿Qué mercados tenéis en el punto de mira?

Equito nació como una solución digital, construida para escalar sin fronteras desde el primer día. Con más de 224.000 descargas en 62 países, el modelo ha demostrado que existe una demanda real, global y creciente por una forma nueva de acceder al mercado inmobiliario. La aplicación ya está disponible en español, inglés y francés. El producto está listo  y ahora la prioridad es crecer con foco, país por país, con impacto real.

Nuestro foco para 2025 y hasta 2026 está en Europa. Valoramos nuestra expansión en Francia, Reino Unido y Alemania por su madurez financiera, su cultura inversora y su cercanía estratégica con el ecosistema inmobiliario español. El objetivo no es solo atraer capital europeo a proyectos locales, sino crear una experiencia conectada, comprensible y adaptada a cada perfil inversor. Ya hemos adaptado el producto, y ahora avanzamos en integraciones locales, regulación y alianzas clave.

No buscamos una expansión superficial. Buscamos construir una presencia útil y duradera, con una visión clara: convertirnos en la plataforma de referencia en Europa para invertir en inmuebles desde el móvil, de forma fraccionada, transparente y sin fricción.