SUMA CRUZ nace hace más de una década, aunque es en torno a 2017 cuando nos volcamos en el diseño y fabricación artesanal de joyería. SUMA CRUZ nació con el objetivo de convertir lo accesorio en lo principal, de crear piezas de joyería de diseño, siguiendo los procesos tradicionales de joyería y la convicción de elevar la alta bisutería al mercado del lujo. Con la ilusión de llegar a mujeres de todos los estilos y vestirlas de la cabeza a los pies.

¿Cómo fue el proceso de transición de diseñar principalmente para novias a crear una marca de joyería completa?

Convertir un pequeño taller en una marca reconocida de joyería solo es posible con una trayectoria marcada por la pasión y la intuición.

SUMA CRUZ nace hace más de una década, aunque es en torno a 2017 cuando nos volcamos en el diseño y fabricación artesanal de joyería. Cuando empecé, mi público eran las novias -diseñaba y fabricaba coronas a medida cuando casi nadie lo hacía, pero muchas empezaban a demandarlo-. Hasta que me lancé a lo que siempre quise: la joyería. Desde pequeña supe que quería ser diseñadora, y la tradición familiar me guio por el camino de la joyería. Desde una edad temprana, comprendí el valor (emocional) y el aprecio que se debe tener por las piezas de joyería. El proceso de transición fue natural si tenemos en cuenta que mi forma de ser me lleva a querer evolucionar constantemente y que en realidad la marca simplemente mudó a lo que yo siempre me había imaginado y con lo que realmente había soñado.

 ¿Qué cree que diferencia a SUMA CRUZ de otras marcas de joyería en el mercado actual?

En nuestro taller en Madrid es donde cobra vida la magia. Cada miembro de nuestro equipo aporta su saber hacer, creando pequeñas obras de arte con sus manos. El proceso es largo y precioso: cada paso de nuestro proceso de fabricación es manual y se ejecuta siguiendo las técnicas tradicionales de la joyería, apoyándonos en las nuevas tecnologías.

Atención al detalle, entrega consciente y priorización de lo diferencial frente a la productividad o la uniformidad forman parte de nuestro ADN.

SUMA CRUZ recrea en todos sus puntos de contacto con la comunidad un ambiente barroco en el que lo accesorio es lo principal. La magia de la marca se encuentra en el detalle y a la vez en el conjunto… y en la constante sensación de que redescubres la marca una y otra vez. Quien nos descubre, se da cuenta de que esa sensación no es sensación sino realidad.

Quiero transmitir que las joyas cuentan una historia. Quiero capturar en piezas de joyería el espíritu de los cuentos de hadas, para convertirlas en piezas únicas. Quiero crear un vínculo entre lo terrenal y lo fantástico.

Mi pasión y la de mi equipo por el diseño influye también sin duda en el enfoque creativo y la dedicación a la calidad estética de nuestras joyas. En mi cabeza hay fantasía, que se traduce en mi trabajo. La historia detrás de las colecciones y la inspiración de los diseños son el reflejo de mi mundo interior y mi personalidad, y surgen de una narrativa a la vez infantil y a la vez adulta. Siempre en clave de cuento. Y esto es fundamental en SUMA CRUZ y me empeño en que se palpe en todos los aspectos ligados a la marca.

Por último, creo que SUMA CRUZ también se diferencia por el valor emocional de las joyas, que no solo son accesorios, sino que también tienen un significado y una historia detrás de ellas.

Esta concepción de lo accesorio permite crear una conciencia de perdurabilidad, y una relación duradera e íntima con la marca. SUMA CRUZ ha creado a lo largo del tiempo una comunidad increíblemente participativa y comprometida.

 ¿Cómo se mantiene a la vanguardia en términos de innovación en diseño y materiales?

 Para mí, la innovación es la capacidad de pensar más allá de los límites establecidos y de encontrar nuevas formas creativas de abordar desafíos. Se trata de explorar constantemente nuevas ideas. La innovación implica no conformarse con el statu quo, sino buscar activamente maneras de mejorar y superar las expectativas.

La artesanía y los materiales tradicionales, transformados a través de una óptica innovadora, se cuidan y trabajan con mimo en nuestro taller en Madrid, donde el equipo crea con sus manos diminutas obras de arte. Desde el bocetado de las primeras ideas, pasando por el diseño 3D de algunos diseños para realzar cada detalle en el proceso de fabricación. Todo manual siguiendo las técnicas tradicionales de modelado y joyería, cada paso es artesanal y, sin embargo, el diseño diferenciador de nuestras piezas crea, al mismo tiempo, joyas contemporáneas y atemporales, dando lugar a las estéticas más novedosas en el sector.

Mi pasión y la de mi equipo por el diseño influye también sin duda en el enfoque creativo y la dedicación a la calidad estética de nuestras joyas.

 ¿Qué significan para usted y para la marca las nominaciones en el New York City International Fashion Film Festival?

 Todo el contenido audiovisual, así como cualquier evento o acción que se lleve a cabo alrededor de la marca, tiene un aire onírico que la define y la caracteriza. Se trata de un contenido de exquisitita calidad y cuidadísima producción. Colaboramos con personajes de renombre en nuestras producciones, gracias a lo que nuestras campañas han estado nominadas, e incluso han sido premiadas, en festivales de cine internacionales como el NYCIFFF.

Tal nominación significa para SUMA CRUZ reconocimiento y prestigio, amplificación de la marca, diferenciación en el mercado y, por supuesto, refuerzo creativo.

 ¿Cuáles son los retos y las recompensas de mantener la artesanía tradicional en la era moderna?

 En el mundo de la joyería artesanal, nos enfrentamos a la competencia de la producción masiva y a la falta de conocimiento por parte de las personas de la complejidad tras la técnica, y de la delicadeza, esmero y tiempo tras cada pequeña pieza, de manera que uno de los principales retos es luchar contra la idea generalizada de que los precios son elevados en comparación con otros artículos que se pueden encontrar en el mercado. La globalización amenaza nuestra autenticidad, pero resistimos adaptándonos sin perder nuestra esencia.

La tecnología desafía nuestras técnicas, pero persistimos con amor por nuestro oficio, sirviéndonos de ella para nuestro propio propósito. Afrontar las exigencias de los proveedores y mantener su interés en nuestra producción, en la mayoría de los casos muy limitada, a veces es un rompecabezas, pero nos empeñamos en seguir encontrando la belleza en loa producción en España. Preservar la artesanía no solo mantiene viva la identidad cultural, sino que también contribuye a la sostenibilidad y a la economía local.

La producción artesanal, por su naturaleza, abraza la sostenibilidad, utilizando métodos y materiales locales. Nuestras manos dan forma a obras de arte únicas, generando lealtad entre aquellos que valoran la calidad y autenticidad. Cada joya cuenta una historia, y al elegir la artesanía, se respalda la singularidad y se apoya una tradición. Un delicado equilibrio entre pasado, presente y futuro, en el que el respaldo de la comunidad es crucial. En definitiva, la joyería artesanal no solo es un accesorio, es una conexión con la genuinidad en un mundo que a menudo valora lo efímero.