La marca española YUCCS ha revolucionado la industria del calzado español al haber producido el primer zapato con tejido de lana merina, tras un arduo proceso de investigación y desarrollo. Con una lista de espera de más de dos meses, Pablo Mas, CEO de YUCCS, ha demostrado que se pueden recuperar fibras naturales prácticamente olvidadas, como la lana merina, para confeccionar zapatos sin usar cuero o fibras sintéticas.
– ¿Cómo nace el proyecto de YUCCS?
Nació hace más de dos años, cuando tuve la idea de intentar y aportar algo diferente a la sociedad, al sector del calzado, para intentar cambiar esta industria en España, no solo a nivel de procesos sino ofreciendo algo diferente a nivel de materiales. Nos dimos cuenta que se trata de un sector que apuesta por fibras sintéticas o piel, pero no por otras fibras naturales, que tienen unos beneficios muy grandes, pero que no se están usando por tema de costes. Decidimos apostar por la lana merina, una fibra muy española que había sido oro en el pasado, pero que se estaba dejando de usar en España. Para desarrollar un tejido para calzado basado en lana merina, colaboramos con la Asociación de Investigación de la Industria Textil – AITEX en Alcoy, uno de los pioneros en desarrollo de tejido. Durante un año y medio lo estuvimos desarrollando. La lana merina es suave, autorregula la temperatura, pero encima tiene un confort natural para los pies. De este modo, el resultado fue la creación de una innovación natural, que respeta a los productores locales y que es plenamente sostenible de nuestra marca, obedeciendo lo que nos exigen los consumidores de RSC.
– ¿Cómo llega a la idea de recuperar la lana merina para el calzado?
Aunque provengo del sector de la banca, soy financiero, pero trabajé durante tres años en el sector de calzado. Me surgió la idea de emprender y aportar algo diferente, como un sueño y un reto, gracias a mi conocimiento de la industria del calzado. Observé que el consumidor pide productos
sostenibles. Por esta razón, aposté por las fibras que nos ofrece la naturaleza, como la lana merina, el bambú y la cachemira.
Sorprende de forma positiva el precio de un par de zapatos de YUCCS.
– ¿Cómo lo ha conseguido?
Fue uno de los retos más importantes, ya que un jersey de lana merina cuesta 100 euros o más, y lograr unos zapatos por debajo de 100 euros y hecho en España con un tejido Premium como la lana merina es todo un reto. Lo conseguimos gracias a nuestro modelo de negocio, somos un ecommerce puro, nos evitamos intermediarios y solamente ofrecemos un modelo con pocos colores, por lo que rebajamos costes de producción. precios.
– ¿Cómo es el proceso de fabricación?
Para producir cada par de zapatos hay mucha innovación y tradición, se trata de un proceso muy artesanal, que lleva unos cinco meses de confección. Se trata de un proceso 100 % artesanal que cubrimos con 11 proveedores españoles. Al principio, fue muy complejo montar esta cadena de producción, pero al final queremos ofrecer un producto único.
– ¿Cuántos zapatos producen en la actualidad?
El objetivo de este año es superar los 10.000 pares y que la facturación sea superior al millón de euros. Hace unos meses, entramos en Alemania que creemos que será uno de los grandes mercados, ya que es el mayor mercado de Europa y el más sostenible. En los próximos dos años, queremos estar consolidados en España y Alemania. En 2020, triplicar las ventas gracias a Alemania.
– ¿Qué países en perspectiva?
Tenemos muchos países en perspectiva, pero nuestro modelo de crecimiento es sostenible, queremos ir poco a poco y, primero, afianzarnos en España y Alemania. Los dos mercados son suficientemente grandes como para poder crecer en ellos. YUCCS tiene como pilares la innovación natural, la comodidad extrema y la sostenibilidad. Y no queremos perder estos valores para crecer más rápido.
– ¿Cómo se encontraron el mercado de proveedores de lana merina en España?
Hay mucha limitación en España a nivel tecnológico y de materiales, lo que hicimos es ir puerta a puerta con centros de innovación en España. Al final, AITEX nos planteó un plan de I+D a un año y medio vista. Tuvimos muchos ensayos y pruebas para ver si la lana merina era o no viable de usar en calzado. Este era un gran reto. Las exigencias de un calzado son muy distintas que otros productos como un jersey.
– ¿Han contado con apoyo de terceros?
A nivel de administración, no hemos contado con ayuda, pero sí que cerramos una ronda de financiación a los pocos meses de empezar para poder seguir creciendo en España y pensar el lanzamiento en Alemania.
-¿Cómo ha sido la recepción de los consumidores?
Mucho mejor de lo quepensábamos, más allá de la facturación o ventas hemos creado una comunidad YUCCS. Hemos tenido tres roturas de stock muy pronto y muy fuertes, que es una alegría y, a la vez, un problema. Se ha hecho mucho eco en los medios y RRSS que tenemos una lista de espera de más de tres mil clientes que han reservado y pagado unas zapatillas de YUCCS.
– ¿Cuál es el modelo que despierta más interés entre los consumidores?
Son los más clásicos, el beige, el azul marino, etc. Pero contamos con ediciones cápsulas limitadas, producimos 400 pares de un color y en una semana ya están todas distribuidas.
– ¿Tendrán más modelos?
En noviembre lanzamos cuatro nuevas ediciones limitadas de cara a Navidad, y en marzo / abril lanzaremos una zapatilla más deportiva y con nuevos tejidos únicos, fibras naturales diferentes y desarrolladas por nosotros.
– ¿Han pensado en el reciclaje de los zapatos YUCCS?
La lana es biodegradable y nos gustaría que al final del ciclo, una vez terminada la vida útil del zapato, podamos darle otro nuevo uso, pero es un proyecto que estamos todavía desarrollando, como otras acciones de RSC.