Bodegas Ruiz Torres, galardón a Empresa Familiar del año en los II Premios Ejecutivos Extremadura
![15-11-2019_10-43-52-bicubic Bodegas Ruiz](https://ejecutivos.es/wp-content/uploads/2019/11/15-11-2019_10-43-52-bicubic.png)
Bodegas Ruiz Torres es el resultado de la trayectoria de una familia extremeña dedicada a la elaboración, crianza y embotellado de vinos, que actualmente dirige la tercera generación. Su activo más importante, como resaltan ellos mismos, es su equipo humano, que desde el viñedo hasta el área comercial, se ocupan de trabajar por y para sus clientes. Desde Cáceres, la bodega vende a más de 30 países desde hace 40 años, y se encuentra en continua adaptación e innovación con nuevos productos a base de vino. Ciento cincuenta años de historia que les llevan a recibir el galardón a la Empresa Familiar en la II edición de los Premios Ejecutivos Extremadura.
La bodega de la familia Ruiz Torres se encuentra en un en- clave idílico en la localidad de Cañamero, en la provincia de Cáceres. Los primeros datos recogidos de la bodega se remontan al año 1870, cuando Miguel Ruiz elaboraba vinos al estilo tradicional de la zona con variedades autóctonas como la alarije. Estas elaboraciones eran llamadas “Pitarras” y se vendían a los vecinos de la localidad. La tradición vinícola de la zona se remonta más allá del siglo XIX, cuando en el Monasterio de Guadalupe, la orden religiosa de los Jerónimos, elaboraba hasta siete vinos distintos. De hecho, el tratado vinícola más antiguo que se conoce en España, el “Libro y registro de la bodega del monasterio de Guadalupe”, data del siglo XIV y en él se explica la forma de elaborar estos vinos. Asimismo, los primeros vinos españoles que llegaron a América fueron de esta zona, ya que Cristóbal Colón se despidió de los Reyes Católicos en comarca zona, donde pasaban largas temporadas.
En 1968, Antonio Ruiz Torres, con apenas 18 años, se hace cargo del negocio familiar y toma el relevo de su padre, Felipe Ruiz. Aparte de elaborar vino, empieza la promoción de este producto en toda Extremadura. En 1973 monta su primera línea de embotellados, y en 1983 realiza sus primeras exportaciones de vino a países como Rusia y Alemania. Será en 1990 cuando la bodega experimenta una gran expansión, gracias al carácter comercial y emprendedor de Antonio Ruiz Torres.
En 1992, planta sus primeros viñedos en Espaldera, con variedades como Verdejo, Merlot y Syrah. Son décadas de crecimiento y expansión, que desembocan en la construcción de la nueva bodega, justo enfrente de sus viñedos.
CALIDAD Y BUEN HACER
La calidad es la base del trabajo de Bodegas Ruiz Torres. Todos los caldos tienen un severo proceso de seguimiento y control de calidad en cada fase de la elaboración, desde la viña hasta la botella. La confianza de los consumidores representa el premio a tan noble esfuerzo. En el plano internacional, Bodegas Ruiz Torres se ha posicionado en los mercados internacionales de los cinco continentes. Actualmente afianzados en EE.UU., Europa, los países del Este y en proceso de consolidación en el mercado asiático.
VIÑEDOS
La finca “La Alberquilla”, a las afueras del término municipal de Cañamero, situada a una altitud de 800 m sobre el nivel del mar y con una pluviometría de 1.200 mm anuales, es un terreno especialmente indicado para el cultivo de la vid.
Comprende 120 hectáreas de viñedos en las que se culti- van variedades autóctonas como la Tempranillo, Garnacha, Graciano y Monastrell, así como las internacionales más prestigiosas: la Syrah australiana y las bordelesas Cabernet Sauvignon, Merlot y Petit Verdot. Esta última, única en Extre- madura, aporta una gran complejidad de matices a los vinos.
El sistema de cultivo en “espaldera”, permite un mejor uso de la tierra, al igual que favorece la obtención de una uva más sana y una maduración óptima en el momento de la vendimia. El cultivo de las viñas, desde la poda hasta la recolección, se lleva a cabo bajo los principios de la biodinámica, finalizando con una vendimia manual. Un equipo de confianza realiza en la viña la primera selección de uva durante la propia recolección. Una segunda criba tiene lugar en la Bodega antes del proceso de fermentación, seleccionando así solo la mejor uva.
A ocho metros bajo tierra y a temperatura constante se encuentra el sótano de afinamiento donde duermen 1.200 barricas de roble americano que dan vida a los crianzas y reservas.
MUSEO Y VISITAS
Como complemento a la elaboración y venta de vinos, se organizan visitas turísticas a sus instalaciones, entre las que destaca el museo de la bodega. Los clientes podrán conocer todo lo relativo al proceso empleado en la elaboración y crianza de los vinos, teniendo la oportunidad de visitar las diferentes salas y así comprobar de primera mano los distintos pasos que se llevan a cabo. A su vez podrán disfrutar de un entorno inigualable en plena naturaleza virgen, donde se conjuga el trabajo con lo auténtico.