«Dentro del Grupo Pitma, la innovación es un ingrediente que todos llevamos en el ADN»

¿Cómo definiría la innovación en el contexto empresarial actual? ¿Qué sectores consideraría estratégicos?

Hace algunos años podíamos asociar la innovación a la tecnología o a la industria, pero ahora se ha convertido en una necesidad básica para poder sobrevivir. Los cambios se producen de forma constante y a gran velocidad, así que la innovación ya no es una opción, sino algo que todas las organizaciones deben incorporar internamente para garantizar su propia supervivencia.

¿Qué papel juega la innovación en la estrategia de Grupo Pitma? ¿Cuáles son los 2-3 proyectos más innovadores que están desarrollando actualmente?

Dentro del Grupo Pitma, la innovación es un ingrediente que todos llevamos en el ADN. El origen del grupo y su desarrollo en los últimos años nos han permitido abrir nuevos negocios y mercados —más de veinte en distintos momentos—, y eso demuestra que la innovación forma parte esencial de nuestra manera de trabajar.

En cuanto a los proyectos estratégicos, tengo la suerte de participar en uno que considero el más relevante en el ámbito de la seguridad y la ciberseguridad: el proyecto Cosmikal. Se trata de una iniciativa con la que estamos comenzando a comercializar un producto muy innovador que va a cambiar el paradigma de cómo los usuarios se conectan a sus redes corporativas, combinando la máxima seguridad con la máxima usabilidad.

¿Cómo afecta la rivalidad de China y EEEUU a las empresas y a la innovación en Europa? ¿Cree que Europa puede encontrar su propio modelo de innovación o está condenada a ir a remolque?

La rivalidad entre China y Estados Unidos afecta, sin duda, a nivel global. Son los dos grandes gigantes que condicionan los mercados mundiales. En nuestro caso, nos adaptamos constantemente a los cambios, y ese modelo de innovación que llevamos en el ADN nos permite buscar nuevos nichos de forma continua. De hecho, la situación geopolítica y geoestratégica actual, con los conflictos que estamos viviendo, también influye en esa dinámica.

Estados Unidos está apostando por una estrategia de innovación basada en el desarrollo rápido de múltiples aplicaciones, mientras que China adopta un enfoque más a largo plazo, integrando la innovación desde las etapas más tempranas de la educación. Por eso, en mi opinión, China podría convertirse en el gran vencedor a largo plazo.

¿Qué oportunidades y amenazas cree que puede suponer para Grupo Pitma? ¿En qué aspectos podemos liderar desde España en materia de innovación?

Siempre que hemos identificado una amenaza, o bien nos hemos alejado de ella mediante una decisión disruptiva en el ámbito empresarial, o bien hemos sabido encontrar una oportunidad. Esa es precisamente una de las grandes ventajas de ser un grupo diversificado: nos permite tener múltiples perspectivas al mismo tiempo y detectar oportunidades incluso bajo las amenazas.

Creo que en España contamos con una base muy sólida en innovación. Tenemos personas excelentes en investigación y desarrollo, así como organizaciones capaces de trasladar al mercado los proyectos innovadores con gran eficacia. Lo importante es poner en valor aquello que hacemos mejor que otros, encontrar el liderazgo adecuado en esos proyectos y defenderlo con una visión a largo plazo, no solo pensando en el presente, sino también en los próximos diez o veinte años. Esa es, en mi opinión, la manera en la que realmente podemos liderar.

¿Qué impacto tendrá la IA en la innovación en los próximos años? ¿Cómo se posiciona Grupo Pitma en este panorama?

La inteligencia artificial es un tema del que se ha hablado mucho en distintos foros especializados, y con razón. Su impacto será transversal: estará presente en todos los ámbitos de la sociedad, no solo en las organizaciones o las empresas, sino también en la vida cotidiana. Lo importante será encontrar un equilibrio entre su grado de despliegue, los límites que deba tener y la forma en que se regule. La ambición humana por el desarrollo tecnológico puede llevarnos a perder el control, mientras que la capacidad de adopción humana será lo que marque los límites reales de su avance. Por eso, es fundamental trabajar para que la inteligencia artificial se convierta en una herramienta positiva y no en una amenaza.

¿Qué desafíos debemos superar para que la innovación en España y Europa no se quede atrás?

Desde mi punto de vista, los desafíos son casi intrapersonales. Debemos identificar qué es lo que hacemos bien, ponerlo en valor y, sobre todo, creérnoslo. Ese es el primer paso. También es fundamental definir objetivos claros, saber hacia dónde queremos ir y perseguirlos con determinación. Y, quizá lo más importante, que nuestros líderes —políticos, empresariales o geoestratégicos— sepan aprovechar ese conocimiento y ese valor, actuando con una visión de largo plazo para que todo ello tenga un impacto positivo.

¿Qué tres palabras definirían el futuro de la innovación en España y Europa?

La innovación es, sin duda, una cuestión de talento. Ya lo hemos comentado: el talento lo tenemos. Lo que necesitamos es una visión a largo plazo, pensar siempre en el impacto que nuestras acciones tendrán en la sociedad dentro de diez, veinte o treinta años. Y, por supuesto, determinación: la voluntad de hacerlo y de hacerlo bien, con claridad y con un efecto positivo en la sociedad. Querer hacer esto y hacerlo con claridad y con impacto positivo en la sociedad. Por lo tanto, visión, determinación y talento son, para mí, las tres palabras clave.