Cómo afecta a la salud de los trabajadores una mala calidad del aire en espacios interiores

Empresa | 27 de agosto de 2024

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) pasamos el 90% de nuestro tiempo en espacios cerrados, ya sea en el hogar, en el trabajo o en entornos de ocio. Si no existe una buena climatización, los contaminantes se van concentrando y generando posibles problemas de salud, tales como asma, bronquitis, rinitis, sinusitis y otras enfermedades respiratorias, además de otros síntomas como la pérdida de concentración, fatiga, ojos llorosos o irritados y, en consecuencia, una menor productividad.

Las oficinas y los espacios de trabajo son unas de las zonas interiores más propensas a tener una mala calidad de aire debido a que, a menudo, involucran a más de diez personas en edificios antiguos o herméticos, o empresas ubicadas en lugares donde los niveles de contaminación son altos debido a las industrias cercanas. Los sistemas de climatización son otro factor que puede causar que los contaminantes entren en el edificio debido a la falta de mantenimiento de los conductos de aire, que son esenciales para garantizar el bienestar en el entorno de trabajo.

Juan Merino, CEO de Airmagic, líderes en soluciones tecnológicas de climatización adiabática 100% ecológica, afirma que “una buena calidad del aire interior asegura el confort y el bienestar de los trabajadores, reduciendo problemas de salud y mejorando el ambiente laboral y la productividad. Contar con espacios de trabajo bien climatizados, reduciendo al máximo la presencia de gases contaminantes y la concentración de dióxido de carbono, permite garantizar la salud de los trabajadores para que puedan desarrollar su actividad en el mejor ambiente posible”.

Pero, ¿cómo podemos mejorar la calidad del aire en el espacio de trabajo? Hay varias formas para empezar a mejorar la calidad del aire en espacios de trabajo en interior. Desde Airmagic, expertos en soluciones de climatización industrial adiabática, ofrecen diez consejos para garantizar una mejor calidad del aire en el espacio de trabajo:

  1. Mantener una temperatura adecuada: La normativa en relación a la prevención de riesgos laborales en España fija que la temperatura en espacios cerrados debe estar entre los 17 y 27º para trabajos sedentarios, y entre 14 a 25º para los ligeros.
  2. Medir los niveles de contaminación del aire: Entre los contaminantes que deben medirse destacan los formaldehídos, los COV (Componentes Orgánicos Volátiles o VOC por sus siglas en inglés), el monóxido de carbono, las partículas en suspensión (PM10 y PM2,5), el ozono o el radón.
  3. Elección de sistemas de climatización sostenibles que mejoren la calidad del aire: Un sistema de climatización adecuado puede controlar simultáneamente la temperatura, eliminar el exceso de humedad, ventilar, filtrar y garantizar la calidad del aire en un ambiente. Se recomienda el uso de tecnología de climatización adiabática, que consiste en un enfriamiento que utiliza el proceso natural de evaporación del agua, logrando una reducción significativa de la temperatura sin necesidad de compresores ni gases refrigerantes. Este sistema es altamente eficiente y proporciona una solución ecológica y económica para la climatización de espacios industriales y comerciales. Desde Airmagic, afirman que, además, en época estival con elevadas temperaturas en los entornos de trabajo, la climatización adiabática es una solución prometedora y sostenible que ofrece una alternativa económica y eficiente para enfriar grandes espacios.
  4. Mantenimiento y limpieza periódica de los dispositivos de refrigeración y aire acondicionado: Para garantizar el funcionamiento y la máxima eficiencia energética, es necesario realizar un mantenimiento periódico de las instalaciones de climatización y refrigeración, limpiar los conductos de aire de acuerdo con las recomendaciones técnicas y cambiar los filtros con cierta frecuencia para evitar que los gases contaminantes y las sustancias nocivas afecten al aire interior.
  5. Realización de pruebas de mantenimiento del edificio: La primera prueba que se debe realizar cuando se mide la calidad del aire interior es una prueba de dióxido de carbono o CO2. Si los resultados son niveles bajos niveles, indica que hay necesidad de más aire exterior. Otras pruebas que deben realizarse son las relativas al flujo de aire, los niveles de humedad, la ventilación, los olores, las fugas, el agua estancada, los daños causados por el agua o el crecimiento de moho.
  6. Mantener niveles saludables de humedad: Se recomienda realizar una correcta renovación del aire, manteniendo un nivel de humedad relativa entre el 40% y el 60%. También optar por el uso de deshumidificadores y acondicionadores de aire en los espacios para mantener bajo control los ácaros del polvo, el moho y otros alérgenos.
  7. Añadir plantas en interior: Ayudan a mantener el aire limpio, ya que absorben dióxido de carbono y generan un ambiente más acogedor para los trabajadores.
  8. Evitar el uso de productos respetuosos con el medio ambiente siempre que sea posible: Es recomendable utilizar productos que puedan ser reutilizables, recargables, que puedan ser reciclados y que tengan algún tipo de distintivo o certificación que dé cuenta de que su fabricación se ha realizado bajo criterios respetuosos con el medioambiente. Los productos o componentes que sean peligrosos deberán llevar el correspondiente distintivo de peligrosidad o toxicidad y gestionarse de manera adecuada. Se recomienda utilizar productos de larga duración y fomentar y educar al personal de la empresa en la compra de productos ecológicos.
  9. Mobiliario y accesorios de trabajo poco contaminantes: Otra forma de mejorar la calidad del aire es buscar materiales menos contaminantes para el mobiliario y los accesorios del lugar de trabajo. Por ejemplo, en los aseos, se pueden incorporar dispositivos de ahorro de agua en cisternas y en grifos, como temporizadores o difusores, o utilizar bombillas de bajo consumo para la iluminación del espacio de trabajo.
  10. Gestión adecuada de los residuos: Para conseguir una correcta gestión de los residuos producidos como consecuencia de la actividad diaria es necesario realizar una formación adecuada del personal, con el objetivo de conseguir la separación de los residuos según sus características. Además, siempre debe optarse por opciones que permitan el reciclaje.