El Club de Exportadores e Inversores propone que parte del incremento del gasto en defensa se dedique a proteger la libertad de navegación
Empresa | 23/04/2025

El Club de Exportadores e Inversores ha sugerido que “en el debate que actualmente se está abriendo en Europa sobre seguridad y defensa, consecuencia de la guerra en Ucrania, los retos y amenazas a la libertad de navegación deberían abordarse también con carácter prioritario”.
Según la Nota Técnica titulada “Geopolítica y transporte marítimo internacional. Riesgos geoestratégicos actuales”, elaborada por Abel Romero Junquera, Capitán de Navío (R) y analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, la mayor parte del comercio internacional —cerca del 85% en volumen y del 75% en valor de la carga— se realiza por vía marítima. Romero Junquera sostiene que el comercio marítimo es la columna vertebral del desarrollo económico mundial, aunque advierte que este modelo está cada vez más amenazado por riesgos geoestratégicos, que van desde la piratería hasta el control estratégico de rutas clave por parte de potencias emergentes.
En este contexto, la Estrategia de Seguridad Marítima de la UE, actualizada en 2023, sigue centrada en amenazas no estatales como el tráfico ilícito o la piratería, sin contemplar en profundidad los riesgos derivados de tensiones entre Estados que podrían comprometer la estabilidad del comercio global.
Europa, sin medios navales suficientes
A pesar de su dependencia del comercio marítimo y de ser una de las principales potencias económicas y comerciales del mundo, Europa tiene una grave limitación en su capacidad para proteger sus intereses globales, especialmente en lo que respecta a la seguridad marítima. El continente depende en gran medida de sus rutas marítimas, como es el caso del Mar de la China Meridional, por donde transita casi el 40% de su comercio y que actualmente es una de las regiones con mayor tensión geopolítica. Esto pone de manifiesto la vulnerabilidad de Europa ante los riesgos crecientes en estas áreas clave. Por ello, resulta urgente que la Unión Europea desarrolle una estrategia marítima conjunta que aumente su presencia naval en zonas estratégicas como el Indo-Pacífico y el Ártico, para garantizar la protección de sus rutas comerciales y la estabilidad de sus intereses globales.
En los últimos 30 años, las marinas de guerra europeas han pasado de más de 300 buques a menos de 200, con graves carencias en apoyo logístico para operaciones a larga distancia. Mientras tanto, potencias como China han reforzado su presencia marítima mediante la construcción de flotas y la expansión de su red de puertos estratégicos.
“Ni los estados miembros ni la Unión Europea cuentan con medios navales suficientes para defender sus intereses marítimos ni para garantizar la seguridad de las rutas comerciales”, advierte el Club de Exportadores.
Un llamamiento a la acción
En este contexto, el Club de Exportadores insta a España y a sus socios europeos a tomar un papel más activo en la defensa de la libertad de navegación. La organización propone que se impulse un enfoque conjunto en el marco de la UE y la OTAN para garantizar la seguridad en las rutas comerciales más críticas.
“El comercio marítimo es vital para la economía española y europea. España, como país con fuerte carácter marítimo, debe contribuir activamente a crear conciencia del problema y participar en la búsqueda de soluciones a nivel diplomático y de seguridad y defensa”, concluye el Club de Exportadores.