El FMI destaca la recuperación de la economía italiana y sugiere un nuevo enfoque fiscal
Actualidad | 21 de mayo de 2024
La economía italiana «se recuperó bien» de las sucesivas crisis de la pandemia y de los precios de la energía gracias al repunte del turismo y a un apoyo público sustancial, según las conclusiones de la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI). Tras su visita al país, el FMI considera factible un ajuste fiscal más rápido de lo planeado para reducir la deuda con un coste limitado para el crecimiento de Italia.
«Se justifica un ajuste fiscal más rápido de lo previsto para reducir el ratio de deuda con un alto nivel de confianza y reducir los riesgos financieros», señala la institución, que prevé una expansión del PIB de Italia del 0,7% en 2024 y 2025, gracias en parte al impulso del fondo de recuperación europeo.
No obstante, los técnicos del FMI advierten que el ritmo de crecimiento de Italia podría desacelerarse en 2026 y 2027 a medida que se complete este fondo europeo.
Se prevé que la inflación caiga a un promedio del 1,7% en 2024 y regrese al objetivo del 2% en 2025. Aunque se espera que los salarios repunten este año y el próximo, se prevé que las empresas absorban el aumento principalmente a través de sus mayores ganancias, manteniendo así la inflación subyacente en una senda de moderación.
En cuanto a la política fiscal, el FMI considera que se puede lograr un ajuste fiscal más rápido de lo planeado para reducir la deuda con un alto nivel de confianza y un coste limitado para el crecimiento, retirando medidas de crisis ineficientes y temporales.
Más allá del corto plazo, aunque se mantenga un superávit primario considerable, la institución ve necesario un esfuerzo fiscal adicional para permitir inversiones que impulsen el crecimiento y manejen las presiones de gasto latentes, ayudando a restaurar el espacio fiscal en caso de choques severos.
«Se necesita un nuevo enfoque de medio plazo para la formulación y ejecución del presupuesto para garantizar la coherencia entre las metas fiscales y los objetivos de crecimiento», aconseja el FMI. Un plan fiscal plurianual completo, como lo requiere el nuevo marco de gobernanza de la UE, «conciliaría las prioridades a medio plazo con los recursos disponibles».
Además, el FMI propone reemplazar la política actual centrada en el estímulo de la demanda a corto plazo «por una agenda que dé prioridad al apoyo favorable al mercado para el crecimiento a medio y largo plazo».
Si bien la política fiscal ha apuntalado los salarios, el ahorro de los hogares y las ganancias de las empresas en los últimos años, el FMI considera que esto refleja una productividad laboral estructuralmente débil. Para aumentar permanentemente el nivel de vida de los trabajadores y el PIB, recomienda utilizar los escasos recursos fiscales de manera más efectiva en la reforma educativa, la mejora de habilidades y cerrar las brechas de inversión.
El FMI destaca la oportunidad que supone el fondo de recuperación, cuya ejecución oportuna y efectiva, sin comprometer la transparencia y la integridad financiera de los fondos públicos, «es fundamental». Cuanto más sustancial sea la implementación de reformas, más duraderos serán los beneficios para la productividad.
Las conclusiones de la misión del FMI también señalan la importancia de ampliar la fuerza laboral de Italia, abordando la baja fertilidad y la baja participación femenina, para proporcionar un impulso duradero a las perspectivas de crecimiento de Italia.
«Identificar los obstáculos pertinentes y abordarlos con políticas bien orientadas evitaría medidas inútiles e ineficaces», indica el documento. El FMI recomienda ofrecer suficiente capacidad para el cuidado de los niños y garantizar que los horarios de atención de los menores y las escuelas sean compatibles con los horarios de trabajo habituales, lo que aliviaría el conflicto entre el empleo a tiempo completo y las responsabilidades de los padres.
Asimismo, señala que «deberían eliminarse los desincentivos inducidos por las políticas para el empleo femenino en el sector formal», incluido el trato fiscal favorable a las familias con un solo ingreso, y enfocar más en la desigualdad de género en el lugar de trabajo. Esto incluye aumentar la transparencia sobre las diferencias salariales de género para trabajos comparables y hacer que la licencia parental sea neutral en cuanto al género.