El PMI manufacturero baja a 51,5 puntos y encadena tres meses de ajuste en el empleo

Actualidad | Finanzas | 01/12/2025

La actividad del sector manufacturero en España moderó ligeramente su ritmo de expansión en noviembre, en un contexto marcado por el debilitamiento del comercio internacional y un nuevo ajuste en el empleo. El índice PMI manufacturero elaborado por S&P Global y Hamburg Commercial Bank se situó en 51,5 puntos, frente a los 52,1 de octubre, lo que supone una desaceleración, aunque el indicador se mantiene por encima del umbral de 50 puntos que separa la contracción de la expansión. Esta pérdida de impulso se produce mientras las fábricas españolas encadenan tres meses consecutivos de reducción de plantilla.

Convergencia con la zona euro y presión del comercio internacional

Según Jonas Feldhusen, economista de Hamburg Commercial Bank, España «parece estar convergiendo hacia la dinámica de la zona euro en su conjunto». El analista subraya que el debilitamiento del comercio internacional está afectando de forma negativa a la industria manufacturera española. Pese a ello, las condiciones operativas se han mantenido generalmente favorables durante noviembre, en un entorno en el que el sector ajusta su capacidad y se adapta a una demanda exterior más débil.

Ajuste de plantillas en un entorno macro frágil

Los fabricantes redujeron sus plantillas por tercer mes consecutivo, reflejo de una mayor cautela en las decisiones de contratación. Feldhusen vincula este comportamiento al frágil contexto macroeconómico, condicionado por el débil crecimiento en Europa, la presión competitiva de China, las barreras comerciales y unas tensiones geopolíticas crecientes. Este escenario lleva a las empresas a contener el empleo, incluso en un entorno en el que los indicadores de actividad siguen en terreno expansivo.

Expectativas empresariales estables y tono optimista

A pesar de la desaceleración en el PMI y del ajuste en el empleo, los fabricantes españoles se muestran optimistas respecto a la evolución futura de su producción. Las expectativas empresariales se mantuvieron estables en noviembre y se sitúan ligeramente por encima de su media de largo plazo, lo que indica confianza en la capacidad del sector para sostener el crecimiento una vez se disipen parte de las incertidumbres externas.