El próximo Parlamento Europeo enfrentará seis regulaciones clave para la industria financiera

Actualidad | 10 de junio de 2024

Union europea banderas

La composición del próximo Parlamento Europeo, que surja de las elecciones celebradas entre el 6 y el 9 de junio y para la que están llamados a las urnas más de 360 millones de ciudadanos europeos, tendrá que abordar hasta seis regulaciones que afectan a la industria financiera.

En términos generales, la Asociación Española de Fintech e Insurtech (AEFI) ha asegurado que la próxima legislatura de la Unión Europea (UE), que se extenderá durante los próximos cinco años, servirá para finalizar normativas que amplíen los servicios de pago, mejoren la protección del inversor, regulen el uso de los criptoactivos y adapten la operativa digital al entorno actual.

En detalle, la Comisión Europea (CE) está revisando el marco actual y trabajando en la propuesta de cambios para la Directiva revisada sobre servicios de pago (PSD3) y el Reglamento sobre servicios de pago (PSR).

El nuevo paquete busca introducir cambios en el sector de pagos de la Unión con el objetivo de reforzar la seguridad en las transacciones y mejorar la protección de los usuarios, así como la armonización de los criterios de autorización para los proveedores de servicios de pagos.

Además, se pretende aumentar la competencia en los servicios de ‘open banking’ y facilitar el acceso de los proveedores no bancarios a los sistemas de pago, creando un mercado más competitivo y transparente.

Este nuevo paquete incluye nuevas regulaciones para progresar en la lucha contra el fraude y establecer normas más claras para la responsabilidad de los proveedores de servicios de pago en caso de transacciones no autorizadas.

Otra regulación a enfrentar, aunque todavía en sus primeros pasos, es el reglamento de euro digital en el que la Comisión y el Banco Central Europeo (BCE) han trabajado desde 2021.

Las próximas fases implican la adopción por parte del Parlamento Europeo y el Consejo de una posición preliminar para su negociación en trílogos, aunque aún no hay consenso para avanzar en la tramitación.

Desde AEFI sostienen que la introducción del euro digital para uso minorista podría conllevar cambios significativos en el funcionamiento del sistema financiero, especialmente en las infraestructuras y el sistema de pagos.

Respecto al reglamento MiCA, que regula los requisitos para proveedores de criptoactivos en el ámbito comunitario, comenzará a aplicarse a partir del próximo 30 de diciembre para los nuevos proveedores de servicios en el mercado de criptoactivos.

No obstante, algunos estados miembros, como España, tendrán un periodo transitorio hasta el 31 de diciembre de 2025 para su entrada en vigor; en el caso español, los nuevos proveedores deberán obtener la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y registrarse en la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA).

La UE se encuentra en las últimas fases de desarrollo del nivel II del reglamento y la recta final se producirá en la nueva legislatura.

El reglamento DORA (ley de resiliencia operativa digital), adoptado por la UE a finales de 2022 para asegurar que las instituciones financieras puedan resistir amenazas operativas digitales, será aplicable en todos los Estados miembros a partir de enero de 2025.

En cuanto a la Estrategia de Inversión Minorista (RIS), diseñada para proteger a los inversores de patrimonios más modestos, aunque el Parlamento Europeo había dado un visto bueno inicial, el proceso quedó estancado por la convocatoria electoral y se espera que la nueva composición de la cámara tenga que construir un nuevo consenso en torno a ella.

Finalmente, el reglamento SFDR, que se ocupa de las finanzas sostenibles y entró en vigor en 2021, se encuentra desde diciembre del pasado año en una fase de consulta a instancias de la Comisión Europea.

La consulta considera dos alternativas: liberar la clasificación de fondos para las gestoras, alejándose del marco actual y basando la inversión sostenible en la justificación de estrategias de inversión y la búsqueda de la transformación financiera sostenible de las empresas; o mantener las clasificaciones actuales con criterios mínimos más estrictos para delimitar las tipologías de fondos.

Aunque las nuevas mayorías de eurodiputados aún no se han definido, desde AEFI pronostican que el nuevo Parlamento Europeo mantendrá en esencia una línea continuista en sus actividades en el ámbito de la regulación financiera.