España se mantiene como la economía europea con mejor desempeño según el FMI
Actualidad | 17 de julio de 2024
La economía española crecerá un 2,4% este año y un 2,1% el próximo, según las nuevas previsiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que mantiene así sin cambios sus últimas proyecciones para España, publicadas en junio como parte del informe anual ‘Artículo IV’.
De este modo, España se mantiene como la gran economía europea con mejor desempeño tanto este año como el próximo, superando con creces el promedio de crecimiento estimado para la eurozona del 0,9% en 2024 y del 1,5% en 2025.
Las nuevas previsiones del FMI coinciden con la proyección de crecimiento del PIB en 2024 anunciada este martes por el Gobierno y se sitúan una décima por debajo del 2,2% pronosticado por el Ejecutivo para 2025.
Petya Koeva, subdirectora del Departamento de Investigación del FMI, señaló que la mejora al 2,4% de la previsión de crecimiento para 2024, respecto del 1,9% previsto la pasada primavera, se debió en gran medida al resultado visto en el primer trimestre, donde hubo un repunte de la inversión y una gran fortaleza de las exportaciones de servicios. «España es un punto brillante en la zona euro en términos de revisiones», apuntó.
En términos generales, Koeva indicó que «la historia en España sigue siendo la que teníamos antes» y se sigue confiando en que los ingresos reales impulsen la demanda interna a medida que baja la inflación, con la ayuda adicional de los fondos de la UE, que también mejoran las perspectivas.
La revisión de las perspectivas de crecimiento para España forma parte de la actualización de previsiones publicada este martes por el FMI, que mantuvo sin cambios su pronóstico de crecimiento del 3,2% este año para la economía global, mejorando en una décima, hasta el 3,3%, la estimación para 2025.
Entre las economías avanzadas, la institución mantiene sin cambios su expectativa de crecimiento del 1,7% este año y del 1,8% el siguiente, a pesar de revisar una décima a la baja la expansión prevista para Estados Unidos en 2024, hasta el 2,6%, mientras que reiteró su pronóstico de crecimiento del 1,9% para 2025.
En el caso de la zona euro, las nuevas proyecciones del FMI contemplan una expansión del PIB del 0,9% en 2024, una décima más de lo esperado en abril, y mantienen en el 1,5% la previsión para 2025.
Desempeño de Economías Europeas
Alemania crecerá un 0,2% este año y un 1,3% en 2025, en línea con lo anticipado. Francia ve mejorada en dos décimas su expansión prevista para 2024, hasta el 0,9%, pero recorta en una décima la de 2025, hasta el 1,3%. Italia, por su parte, prevé una expansión del 0,7% este año y del 0,9% el siguiente, lo que supone una mejora de dos décimas en 2024 y mantiene estable su previsión para 2025.
Economías Emergentes y Materias Primas
Entre las economías emergentes, la institución anticipa un crecimiento del PIB del 4,3% este año y el próximo, mejorando en una décima sus respectivos pronósticos del pasado abril. Se destaca una mejora en los pronósticos para China, con un crecimiento del 5% en 2024 y del 4,5% en 2025.
Las proyecciones del FMI han considerado las revisiones al alza de los precios de las materias primas, incluyendo una caída menos pronunciada de lo estimado anteriormente de los precios de las materias primas energéticas, debido a los elevados precios del petróleo por los profundos recortes de la OPEP+ y la presión sobre los precios del conflicto en Oriente Próximo.
El FMI sigue esperando que los tipos de interés de los principales bancos centrales disminuyan en la segunda mitad de 2024, aunque subraya que la divergencia en el ritmo de normalización reflejará las diversas circunstancias inflacionarias.
En general, el FMI considera que los riesgos para las perspectivas siguen equilibrados, aunque advierte de que algunos riesgos a corto plazo han ganado importancia, incluyendo riesgos al alza para la inflación derivados de la falta de progreso en la desinflación de los servicios y las presiones sobre los precios por tensiones comerciales o geopolíticas renovadas.
El informe subraya que «la escalada de las tensiones comerciales podría aumentar aún más los riesgos a corto plazo para la inflación al aumentar el coste de los bienes importados a lo largo de la cadena de suministro».
Finalmente, advierte que «el mal uso de políticas orientadas hacia el interior compromete la capacidad de abordar desafíos globales como el cambio climático, donde la cooperación y el comercio multilaterales son vitales». Estas políticas también suelen ser inadecuadas para abordar cuestiones internas, ya que aumentan las presiones fiscales y corren el riesgo de causar mayores distorsiones, como una mala asignación de recursos.