Estados Unidos y Australia firman un acuerdo estratégico sobre minerales críticos para reducir la dependencia de China

Actualidad | Finanzas | Redacción | 21/10/2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro australiano, Anthony Albanese, han firmado un acuerdo bilateral “histórico” para garantizar una cadena de suministro segura de minerales críticos y tierras raras, esenciales para las industrias tecnológica y de defensa. El pacto, sellado en la Casa Blanca, refuerza la alianza económica entre ambos países y busca contrarrestar la influencia de China en el mercado global de estos recursos estratégicos.

Inversión conjunta y proyectos prioritarios

Estados Unidos y Australia invertirán al menos 1.000 millones de dólares cada uno —unos 858 millones de euros— en el desarrollo de una cartera valorada en 8.500 millones de dólares (7.292 millones de euros) destinada a proyectos de extracción y procesamiento de minerales críticos en ambos países durante los próximos seis meses. Entre las iniciativas prioritarias figuran el Proyecto de Recuperación de Galio de Alcoa-Sojitz, en Australia Occidental, que aportará hasta el 10% del suministro mundial de este mineral clave para semiconductores y defensa, y el proyecto Arafura Nolans, en el norte de Australia, que producirá alrededor del 5% de las tierras raras del planeta.

Refuerzo de la cadena de suministro estratégica

La Casa Blanca ha destacado que el acuerdo busca consolidar un sistema de producción y almacenamiento de minerales críticos más seguro, apoyado en la infraestructura industrial de ambos países. Estados Unidos aprovechará su capacidad tecnológica e industrial, mientras que Australia pondrá en valor su abundancia de recursos naturales y su Reserva Estratégica de Minerales Críticos. Esta cooperación se enmarca en una estrategia más amplia para asegurar el suministro de materiales esenciales para la defensa, la transición energética y las tecnologías avanzadas.

Respuesta al control de China sobre el mercado

El pacto llega semanas después de que China anunciara restricciones a la exportación de tierras raras y tecnologías relacionadas, alegando motivos de seguridad nacional. La medida provocó una nueva escalada comercial entre Washington y Pekín, con Trump amenazando con imponer “aranceles masivos” al gigante asiático. El acuerdo con Australia refuerza así la posición estadounidense en un sector clave para su seguridad económica e industrial y reduce su vulnerabilidad frente al dominio chino en la producción mundial de estos minerales.