La demanda de recambios usados seguirá su evolución con crecimientos a doble dígito anuales
El precio de los coches nuevos y los de segunda mano siguen subiendo en España, incluso, por encima de la inflación. En los últimos años, varios factores han creado la ‘tormenta perfecta’ que actualmente vive el sector: los efectos de la pandemia, una crisis de semiconductores y microchips, la subida en los precios de la energía y las materias primas, el conflicto actual entre Ucrania-Rusia, la falta de piezas, la subida del impuesto de matriculación a principios de 2022 o bien la nueva regulación europea a favor del coche eléctrico.
“En este escenario es de esperar que los precios de los vehículos de segunda mano se mantengan en precios elevados, pero no tanto como hemos visto en meses anteriores debido a la regularización de las matriculaciones a nivel global. Esto último ya ocurre en Estados Unidos, donde el precio del coche usado se ha recortado en los últimos meses, gracias al aumento de fabricación de vehículo nuevo y a la mejora continua del vehículo eléctrico”, explica Jan Amat, cofundador de Recomotor, el primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción.
Una situación que también afectara a otros negocios del sector como los asociados a los recambios y los talleres mecánicos. “Nos encontramos con una inflación en el recambio nuevo que, por falta de alternativas, ha afectado negativamente al cliente. Los altos costes de producción y logísticos han provocado reducciones en los márgenes de los distribuidores que, para no verse afectados, lo han acabado repercutiendo al taller, y éste a su vez, al consumidor final”, señalan los expertos de Recomotor.
En este sentido, el primer distribuidor de piezas recuperadas para talleres y profesionales de la automoción inmerso en la construcción de un macro almacén en Lleida apunta que la alternativa real a la subida descontrolada de inflación, que afecta también al sector de recambios, se encuentra en el recambio recuperado proveniente de los desguaces, que permite abaratar los recambios entre el 20% y el 80% según la referencia.
De cara a 2023, los analistas retrasan hasta finales de año la normalización gradual de los precios. “Es por ello por lo que el taller mecánico debe buscar alternativas que no afecten a sus cuentas ni a la de los clientes, como es el recambio usado, ya que ayuda en estos casos a reducir los costes desmesurados que estamos viendo en las compras de material y sobre todo a las piezas de coche”, explica Jan Amat.
En este marco, el experto de Recomotor apunta que “es previsible entonces que, debido a la preocupación del taller para reducir costes, y promover otras iniciativas como son la sostenibilidad gracias a la economía circular de piezas en buen estado, la demanda de recambio usado siga su evolución con crecimientos a doble dígito anual”.