La deuda pública desciende un 0,5 % en octubre y se sitúa en 1,628 billones de euros

La deuda de las administraciones públicas en España registró una caída del 0,5% en el mes de octubre, situándose en 1,628 billones de euros, según los últimos datos disponibles. Este descenso marca un alejamiento del nivel máximo alcanzado en meses anteriores y supone un ligero respiro en la tendencia de crecimiento observada durante el último año.

Ligera mejora en los indicadores de deuda

En términos relativos, la deuda pública se mantiene en el entorno del 109,5% del Producto Interior Bruto (PIB), reflejando una ligera mejora en comparación con los niveles previos. Esta evolución está en línea con las previsiones del Gobierno, que espera continuar moderando la ratio de deuda gracias al crecimiento económico y a una contención del gasto público.

El ajuste registrado en octubre responde principalmente a la reducción en el endeudamiento de la Administración Central, que disminuyó su saldo respecto al mes anterior. No obstante, tanto las comunidades autónomas como las corporaciones locales mantuvieron niveles estables, mientras que los entes de la Seguridad Social registraron ligeros incrementos.

Composición de la deuda por instrumentos y titulares

Del total de la deuda, la mayor parte se encuentra en valores a medio y largo plazo, que representan el 87% del saldo total, mientras que los instrumentos a corto plazo y los préstamos bancarios constituyen el resto. En cuanto a los tenedores, los inversores internacionales siguen siendo clave, al mantener cerca del 43,6% de la deuda a largo plazo emitida por el Tesoro.

La dependencia de los mercados internacionales para financiar la deuda sigue siendo significativa, pero la estabilidad de los tipos de interés en los últimos meses ha favorecido una menor presión financiera sobre las cuentas públicas.

Desafíos a medio plazo

A pesar de esta moderación, la deuda pública continúa siendo un reto importante para la economía española. Los analistas advierten que el margen para reducir la ratio de deuda respecto al PIB dependerá en gran medida de la evolución del crecimiento económico y de la sostenibilidad de las políticas fiscales en los próximos ejercicios.

El contexto internacional, marcado por la incertidumbre económica y los ajustes en las políticas monetarias de los bancos centrales, también jugará un papel determinante en la capacidad de España para gestionar su nivel de endeudamiento.