La OCDE eleva al 2,6% el crecimiento de España en 2025, frente al 1,2% de la eurozona

Actualidad | Finanzas | Redacción | 23/09/2025

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado al alza sus previsiones para España, situando el crecimiento en el 2,6% en 2025 y en el 2% en 2026, dos y una décima más que en junio. Con estas cifras, el país duplicará el avance del PIB de la eurozona, fijado en el 1,2% en 2025 y el 1% en 2026.

Diferencial con las grandes economías europeas

El informe Perspectivas Económicas mantiene sin cambios las proyecciones de Francia e Italia en el 0,6% para 2025, mientras que recorta una décima a Alemania hasta el 0,3%. De cara a 2026, Alemania crecerá un 1,1%, Francia un 0,9% e Italia un 0,6%. En comparación, España se mantiene claramente por encima de sus socios europeos, consolidando un diferencial positivo en el corto y medio plazo.

Inflación y precios

La OCDE prevé que la inflación en España avance en paralelo al PIB, un 2,6% en 2025 y un 2% en 2026, lo que implica subidas de dos y una décima respecto a las estimaciones anteriores. La inflación subyacente se mantendrá en el 2,3% el próximo año y bajará al 1,9% en 2026. Pese a ello, los precios en España seguirán por encima de la media de la eurozona en los datos generales, aunque con una mejor evolución relativa en la subyacente.

Escenario global y riesgos

La OCDE constata que la economía mundial ha mostrado más resiliencia de lo esperado en la primera mitad de 2025, apoyada por la inversión en inteligencia artificial en Estados Unidos y el estímulo fiscal en China. Sin embargo, anticipa una moderación del PIB global, que pasará del 3,2% en 2025 al 2,9% en 2026, debido al impacto de los aranceles y la incertidumbre política. Estados Unidos recortará su crecimiento al 1,8% en 2025 y 1,5% en 2026, mientras que China crecerá un 4,9% y un 4,4%, respectivamente.

Recomendaciones de política económica

El organismo advierte de riesgos como las tensiones geopolíticas, el aumento de la deuda, la inflación y la volatilidad de los criptoactivos. Entre las soluciones, plantea revertir restricciones comerciales y aprovechar los avances de la inteligencia artificial. Además, pide a los países disciplina fiscal para crear colchones frente a crisis futuras, reformas estructurales para elevar el PIB y la preservación de la independencia de los bancos centrales como garantía de estabilidad de precios.