La pequeña gran victoria de México en el acuerdo comercial con EE.UU

Un año de negociaciones y miles de horas para sentar las bases comerciales del norte de América. El acuerdo comercial entre EE.UU y México es el resultado de sus necesidades por seguir siendo uno de los bloques más importantes del mundo.

Actualidad | Está pasando | México | David Cazallas | 13 de noviembre de 2018

bandera mexico

Ha pasado casi un mes desde que se hiciera público el preacuerdo bilateral de entendimiento entre Estados Unidos y México en la renegociación del Tratado de Libre Comercio del Norte (TLCAN). En estas semanas ha quedado claro que la parte mexicana, a priori la que peor parada podía salir dado su peso en el norte del continente, ha conseguido pequeñas grandes victorias en unos convenios que aseguran relaciones comerciales regladas durante más de tres lustros.

El acuerdo, bilateral hasta que Canadá decida formar o no parte de él, ha sido el resultado de doce meses de negociaciones. Un año largo, difícil, con tiras y aflojas constantes y con el tiempo a favor de México, que ha aprovechado las urgencias electorales de la superpotencia estadounidense para rascar unas condiciones dignas de comercio con sus dos grandes socios continentales.

Entre los puntos clave, un dato: el 75 % de las piezas de coches vendidas en Norteamérica deben ser producidas en México o EE.UU. Así pues, supone un incremento de trece puntos si tenemos en cuenta el anterior tratado. Dato positivo, pero con un reverso negativo, y es que de estas piezas entre el 40 y el 45 % deben ser hechas por trabajadores que ganen dieciséis euros por hora, unos requisitos muy alejados de la realidad laboral mexicana. Eso sí, México se reserva una gran baza a su favor.

En disposiciones energéticas el acuerdo favorecerá al país azteca en los términos que ha propuesto el presidente electo, López Obrador. Una personalidad clave en la resolución de estas negociaciones, ya que tanto Trump como AMLO han demostrado públicamente su mutua simpatía.

A falta de la decisión canadiense, este nuevo marco de comercio es, en líneas generales, beneficioso para México, que se asegura dieciséis años de acuerdos comerciales con sus potentes vecinos con unas reglas del juego más claras y más equitativas. No en vano, más del 80 % de las exportaciones se destinan a Estados Unidos y casi un 50 % de las importaciones provienen de dicho país. México tiene asegurada una senda favorable para su crecimiento económico.