Santander asegura compromisos de pensiones a través de un seguro de 403 millones con Mapfre

Empresa | 18 de abril de 2024

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Santander ha formalizado un acuerdo con Mapfre, asegurando un seguro colectivo de rentas por un valor de 403 millones de euros, consolidando aún más su relación en el sector de bancaseguros donde ya son socios. Esta póliza tiene como objetivo garantizar los compromisos que Santander tiene con su plantilla jubilada en España, derivados del convenio colectivo del sector bancario.

Mediante este seguro, Santander delega en Mapfre Vida la responsabilidad de realizar los pagos a sus ex empleados, mitigando así los riesgos de tipos de interés y de longevidad de estos compromisos previamente asumidos. Esta movida refleja una estrategia prudente de Santander para mejorar la gestión de sus pasivos y riesgos financieros.

En España, el compromiso total de Santander asciende a 2.446 millones de euros que deberán ser pagados en la próxima década, con 464 millones especificados para el año 2024. Este tipo de compromisos ha disminuido con el tiempo, ya que el sector bancario ha movido este tipo de acuerdos hacia fondos de pensiones de empleo, donde el riesgo de inversión recae en el empleado, a diferencia de los seguros de rentas donde el riesgo lo asume la entidad aseguradora.

Mapfre Vida, por su parte, ha visto un crecimiento sustancial en su negocio de seguros de ahorro, impulsado en parte por el aumento de los tipos de interés. En 2023, esta área de negocio creció un 56%, alcanzando los 2.154 millones de euros. Mapfre Vida muestra una sólida posición financiera con una ratio de solvencia del 524,2%, significativamente por encima de los requisitos mínimos.

Sin embargo, Mapfre Vida actualmente enfrenta un desafío regulatorio. Ha presentado un recurso ante la Audiencia Nacional contra una resolución de la Dirección General de Seguros y Pensiones que podría reducir su ratio de solvencia del 524% al 426%. Mapfre ha pedido la suspensión cautelar de esta resolución y está a la espera de una respuesta. La discrepancia surge de la decisión del regulador de eliminar el periodo transitorio para adaptarse a la normativa Solvencia II más rápidamente de lo previsto, algo que Mapfre considera que afecta negativamente su competitividad en Europa.