Trump paraliza la eólica marina en la costa este y frena un proyecto clave de Iberdrola en EE. UU.
Actualidad | Empresa | 23/12/2025

Donald Trump redobla su ofensiva contra la eólica marina en Estados Unidos y ordena suspender de forma inmediata las concesiones federales de proyectos offshore en la costa este del país, una decisión que afecta directamente a varias iniciativas en construcción, entre ellas Vineyard Wind I, el primer parque eólico marino desarrollado por Iberdrola en el país.
La Administración estadounidense, a través del Departamento del Interior, ha justificado la paralización alegando riesgos para la seguridad nacional, al considerar que el movimiento de las palas y el reflejo de las torres podrían generar interferencias en los sistemas de radar, creando distorsiones que dificultarían la detección de objetivos reales. La suspensión se mantendrá mientras el Departamento del Interior, en coordinación con el Departamento de Defensa y otras agencias, evalúa el alcance de estos riesgos y posibles medidas de mitigación.
La medida supone un nuevo revés para el despliegue de la eólica marina en Estados Unidos y afecta a un total de cinco proyectos en distintas fases de desarrollo frente a las costas de Virginia, Nueva York, Rhode Island y Massachusetts. Entre ellos se encuentra Vineyard Wind I, promovido por Iberdrola a través de su filial Avangrid, en copropiedad con el fondo danés Copenhagen Infrastructure Partners.
Impacto directo sobre Vineyard Wind I
Vineyard Wind I es el primer proyecto de eólica marina impulsado por Iberdrola en Estados Unidos. El parque inició su construcción en 2021 y comenzó a suministrar electricidad a comienzos de 2024. Cuenta con una capacidad total de 806 megavatios y ha supuesto una inversión aproximada de 3.000 millones de dólares, respaldada por contratos de suministro con las principales eléctricas del estado de Massachusetts.
De los 62 aerogeneradores previstos, 44 ya están construidos y en operación, mientras que otros seis se encuentran actualmente en fase de construcción. Según fuentes de la compañía, la suspensión decretada por la Administración Trump afectará únicamente a los 12 aerogeneradores que aún no han sido instalados sobre el mar, lo que limita parcialmente el impacto inmediato sobre la producción ya en funcionamiento.
Antecedentes y contexto regulatorio
La paralización decretada ahora se suma a un historial de dificultades regulatorias y técnicas para el proyecto. Hace aproximadamente un año y medio, la construcción de Vineyard Wind I ya se vio interrumpida tras la rotura de una pala de un aerogenerador suministrado por GE Vernova. Posteriormente, el parque pudo retomar su actividad después de que las autoridades ambientales levantaran la orden de suspensión.
Más allá de Vineyard Wind I, la decisión de Trump introduce una elevada incertidumbre sobre el futuro de otros desarrollos eólicos marinos en la región, incluido New England Wind, otro proyecto promovido por Iberdrola que todavía no ha alcanzado la decisión final de inversión.
Eólica marina bajo presión política
La ofensiva contra la eólica offshore refuerza la incertidumbre regulatoria en un sector que requiere inversiones multimillonarias y marcos estables a largo plazo. La suspensión de concesiones supone un freno al despliegue de nueva capacidad renovable en uno de los mercados estratégicos para la transición energética en Estados Unidos y podría retrasar los objetivos de descarbonización y electrificación en la costa este.
Para Iberdrola, la decisión añade presión sobre su cartera de proyectos en el país, aunque la compañía mantiene operativa la mayor parte de Vineyard Wind I y continúa evaluando el impacto financiero y estratégico de las nuevas restricciones.








