Trump y Starmer sellan un pacto comercial «revolucionario» entre EE.UU. y Reino Unido

Actualidad | 09/05/2025

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro británico, Keir Starmer, han presentado este jueves un nuevo acuerdo comercial entre ambos países, al que calificaron de «histórico» y «realmente importante». Aunque los detalles definitivos se cerrarán en las próximas semanas, el pacto contempla amplias reducciones de barreras no arancelarias y nuevos accesos a mercados estratégicos.

Durante una rueda de prensa desde la Casa Blanca, en la que Starmer participó por videoconferencia coincidiendo con el 80º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, Trump afirmó que el acuerdo representa una oportunidad de 5.000 millones de dólares en nuevas exportaciones para Estados Unidos, especialmente en productos agrícolas como etanol y carne de vacuno. También se incluirán disposiciones sobre propiedad intelectual, normas laborales y medioambientales, así como procedimientos aduaneros más ágiles.

Acuerdo con aranceles limitados y acceso preferencial

El nuevo marco establece un arancel recíproco del 10% entre ambos países, una cifra que Trump considera un modelo mínimo para futuros acuerdos con otras naciones. Para el sector automotriz, se contempla que los primeros 100.000 vehículos británicos exportados anualmente a EE.UU. tributen al 10%, mientras que los excedentes lo harán al 25%. Además, se negociará un pacto específico sobre el acero y el aluminio, tras reconocer EE.UU. los esfuerzos británicos por frenar la sobrecapacidad global.

Trump celebró que el Reino Unido haya acordado facilitar trámites aduaneros y brindar acceso preferencial a componentes aeroespaciales y farmacéuticos. También destacó el papel de Starmer y aseguró que el acuerdo marca el inicio de una nueva era de pactos comerciales recíprocos.

Londres rebaja aranceles y defiende estándares

El Gobierno británico detalló que el acuerdo reducirá de forma inmediata del 27,5% al 10% los aranceles estadounidenses sobre automóviles británicos, al tiempo que elimina los aranceles sobre el acero y el aluminio exportado desde Reino Unido. También contempla un contingente libre de aranceles para 13.000 toneladas de carne de vacuno británica y la eliminación del arancel sobre el etanol estadounidense, sin modificar las normas alimentarias del país.

Starmer calificó el pacto como «una plataforma increíble para el futuro» y subrayó que “beneficia a empresas y trabajadores británicos” al proteger empleos clave en sectores como el automotor y el acero. Afirmó además que «Reino Unido no tiene mayor aliado que Estados Unidos».