Un 25 % de las PYMES del sector del automóvil ha incorporado ya la Inteligencia Artificial
El estudio ha sido desarrollado por IMANcorp FOUNDATION y la Universidad Autónoma de Barcelona
Un 25 % de las PYMES del sector del automóvil ha incorporado ya la Inteligencia Artificial según un informe de IMANcorp FOUNDATION y la Universidad Autónoma de Barcelona elaborado en el marco del Observatorio de Competencias Digitales y Empleo que impulsan ambas entidades y para el que se ha realizado un sondeo y se ha consultado a expertos del sector con el fin de ilustrar las tendencias del sector.
Según el mismo informe, la digitalización básica (web, facturación electrónica…) está muy implantada en el sector y la más innovadora (big data, IA, 3D) todavía tiene recorrido. En el informe, que se apoya en datos del INE, se observa cómo un 8,89 % de las pymes automovilísticas en Españas utiliza ya algún tipo de robot no industrial y más de un 53 % cuenta con una impresora 3D propia.
Esta digitalización ha tenido ya efectos en las plantillas. Un 12,5 % de las pymes del sector ha visto cómo algún perfil ocupacional desaparecía totalmente y era sustituido por procesos automatizados. Es el caso de perfiles como el de procesos de atornillado o el de compras.
COMPETENCIAS DIGITALES Y EMPLEO
La mano de obra de nivel bajo se tendrá que recalificar para poder relocalizar a estas personas cuyo empleo haya sido automatizado por la creciente digitalización del sector, según concluye el estudio. Pero no es únicamente un proceso destinado a la mano de obra, sino que en perfiles más técnicos también se deberá llevar a cabo formación en digitalización para poder desenvolverse en un ambiente digitalizado.
“En este sentido, las soft skills se erigen como competencias claves, ya que cobran cada vez más importancia aspectos como la comunicación o la interrelación (incluso con los robots)”, asegura Alba Escolà, Gerente de IMANcorp FOUNDATION.
Para poder desarrollar el sector formativo, el grupo de discusión que colabora en la elaboración del informe apunta a que se tendría que atender mayormente a las demandas del sector, y se debería contar con “mecanismos de escucha” al tejido empresarial para amoldar la formación a sus necesidades, en función del territorio y del entorno.
“En el sector de la automoción hay un consenso generalizado en que hay cuatro grandes cambios disruptivos: la electrificación, la conducción autónoma, el coche conectado y el cambio de demanda de la propiedad al uso. Son tendencias que se están desarrollando, pero con enormes incertidumbres respecto al futuro en el medio plazo, no solo por la propia evolución tecnológica (motores híbridos, de hidrógeno…) sino por la respuesta de los reguladores, las políticas públicas de incentivos o de restricción a coches contaminantes, las nuevas tendencias de movilidad en entornos urbanos, la infraestructura de recargas, etc.”, concluye el Doctor Rafael Merino, director académico del estudio.
CAMBIOS TECNOLÓGICOS EN EL SECTOR
El informe de IMANcorp FOUNDATION y la Universidad Autónoma de Barcelona apunta también cómo el 71,4 % de las pymes automovilísticas tiene ya algún mecanismo o sistema de detección de las necesidades de competencias y conocimientos digitales de la plantilla, tales como encuestas anuales o evaluación de competencias. Lo que no se ha instaurado aún en el sector son mecanismos para el reconocimiento y la acreditación de esas competencias digitales cuando el trabajador asegura haberlas adquirido.
Solo un 25 % de las pymes del sector automovilístico reconoce, además, haber promovido que los trabajadores utilicen algún mecanismo para el reconocimiento y acreditación de esas competencias digitales.
Como expone Alba Escolà: “Hay una brecha importante entre los fabricantes (multinacionales) y algunas PYMES punteras en digitalización, y muchas PYMES, fabricantes de componentes, con un grado muy bajo de digitalización».
Según señalan desde IMANCorp, en este sector de fabricación de componentes hay mucha diversidad, con diferente grado de afectación por la electrificación acelerada de los vehículos. En la fabricación de parachoques, por ejemplo, parece que en principio no se verá muy afectado, pero la electrificación implicará la reducción de peso de los automóviles, por lo que también tendrán que cambiar estos componentes.
“En algunas tecnologías concretas hay disparidad de opiniones sobre el alcance de su incorporación en los procesos productivos, por ejemplo, la impresión 3D, no está claro si tendrá un impacto reducido a prototipos o series cortas o se podrá incorporar a la producción a gran escala”, concluye el Dr. Merino.
Algunos cambios en el sector ya vienen de lejos, como la combinación entre electrónica y mecánica (mecatrónica), otros tienen más recorrido, como el manejo, la visualización o la interpretación de datos. Los cambios más profundos están ocurriendo en la fabricación, según el informe, en cambio en el sector de la reparación todavía tardarán unos años, ya que la media de los vehículos es de 13 años.
“La venta y postventa de coches sí que va experimentar cambios con la digitalización, no tanto por las nuevas tecnologías de fabricación sino por los cambios en las nuevas pautas de consumo y uso de los automóviles. Se prevé un aumento de perfiles en el campo de la gestión de la movilidad”, explica el Doctor Merino.