En una sociedad líquida, o quizá gaseosa por la inconsistencia conceptual, como es la nuestra, resulta satisfactorio contar con anclajes sólidos. Entre los que podemos tener al alcance de la mano, se cuentan las aportaciones de los pensadores clásicos. Clásico no es sinónimo de antiguo, sino aquel capaz de generar ideas que trascienden el tiempo. No se trata en ningún caso de asistir a una estantigua. Hay algunos que son incontestables incluso para los más zoquetes, como el que he abordado en mi reciente libro: “Entrevista a Aristóteles” (Kolima).
Acaba de llegar a mis manos un estupendo volumen. Se trata de la segunda parte de un estudio que Josep Capell publicó en 2021 con el título que encabeza estas líneas: “Aprender a gobernar de los mejores” (Ceinsa).
Juan Ferrer, el prologuista, afirma: “qué mayor placer que unas veces descubrir y otras recordar lo que grandes pensadores del Management nos han dejado. Ciertamente, estamos en un momento de cambio constante, pero hay pilares y lecciones que perdurarán a través del tiempo”.
Josep Capell, nacido en Balaguer, es el CEO de Ceinsa, firma especializada en compensación y gestión del talento. Desde hace más de 22 años se dedica a la consultoría estratégica en gestión de personas. Ha desarrollado su carrera profesional entre el principado de Andorra, Barcelona y Madrid. Y es miembro fundador del centro avanzado de métricas de desarrollo del talento organizativo. Suma a su actividad la de Profesor en el Master de dirección de RRHH de la Universidad Autónoma de Madrid, en el MBA de UPV/EHU y en Galicia Business School.
Capell aclara en la introducción que regresa al Alcázar de la sabiduría del que hablaba en su libro anterior. Retorna con la mirada alerta y afilada, la única posible para recorrer pacientemente, sin prisas, sus estancias. Al igual que en el escrito antecedente, presenta una treintena de pensadores de los que extrae reflexiones que ayuden a tomar mejores decisiones.
El objetivo del autor no es sustituir la lectura directa de la obra original de los analizados ni ofrecer certezas definitivas. Simplemente pretende espolear el asombro ante una realidad que es compleja y complicada.
Como es percibido por muchos, una de las ausencias más notables en la actualidades la de la ética. Precisamente por eso Josep brega por proporcionar valores referentes para afrontar con acierto los obstáculos que imponen nuestras coordenadas existenciales.
Al leer al autor español, me viene a la cabeza la relevancia de contar con los axiomas que Aristóteles señaló para no desbarrar en el camino. El primero es el principio de no contradicción. A pesar de que Aristóteles aseguraba que es tan evidente que nadie puede negarlo, leer hoy el periódico o escuchar cualquier medio de comunicación nos desvela lo equivocado de la certeza del heleno.
Tal como he explicado en una serie de tres artículos recientemente aparecidos, sufrimos en el presente una plaga de conductores psicópatas, sobre todo en el ámbito de lo público, que timonean organizaciones inmensas ignorando que algo y su contrario no pueden ser verdad al mismo tiempo y sobre la misma cosa. Y qué decir de quienes escudados en términos como la gente o el pueblo se enriquecen de manera desproporcionada. De Marco Licinio Craso a Calígula, del duque de Lerma a Esquilache, de Fidel Castro a Daniel Ortega, pasando por los innumerables populistas que hoy se encaraman para aprovecharse de nuestros impuestos, son cientos, sino miles, los hipócritas que tratan de ocultar sus desmanes bajo el sublime calificativo de líderes. Es indudable que no lo merecen.
El lector atento de Aprender a gobernar de los mejores no tardará en detectar puntos en común entre los examinados. Sin ir más lejos, las definiciones sobre el liderazgo que ofrece Bennis pueden perfectamente entrelazarse con los consejos de Marco Aurelio para ejercer el poder. La compilación no pretende ser exhaustiva, pero indudablemente ofrece valiosísimas pistas para que los lectores sigan profundizando.
Tras haber detallado el volumen anterior, entre otros, a Theodor Adorno, santo Tomás de Aquino, Nicolás de Maquiavelo, Stuart Mill, José Antonio Marina, Daniel Kahneman, o a quien firma estas líneas, Josep Capell desea la mejor bienvenida al nuevo recorrido, que espera agrade al menos como el anterior paseo por el conocimiento de quienes enseñan a mejorar a la hora de tomar decisiones personales y corporativas.
Cada capítulo se divide en tres partes. La primera presenta una escueta biografía. La segunda profundiza en el pensamiento y aportaciones. La tercera salpimienta citas de forma acertada, que sirven para detallar lo expresado por cada autor. Por poner un ejemplo, entre las espigadas de Bennis, se encuentran afirmaciones tan afinadas como las siguientes: “El liderazgo es la capacidad de convertir la visión en realidad”; “Los líderes no surgen de la nada. Deben ser desarrollados; educados de tal manera que adquieran las cualidades del liderazgo” o, por poner un tercer y último ejemplo: “el mito más peligroso del liderazgo es que los líderes nacen porque hay un factor genético en el liderazgo. Este mito afirma que la gente simplemente tiene o no tiene ciertas cualidades carismáticos. Esto es un disparate. Los líderes no nacen, se hacen”.
No me resisto a recoger otra de esas perlas, en este caso de Clayton Christensen, cuando señala: “uno de los dilemas del innovador: seguir ciegamente la máxima de que los buenos directivos deben mantenerse cerca de sus clientes a veces puede ser un error fatal”.
Para un directivo, profundizar en los mejores aportes a la ciencia del Management no es un capricho, sino una necesidad para no ser un zarramplín. El esfuerzo desplegado por Josep Capell es digno del mayor agradecimiento, sobre todo por parte de quienes dedican sus energías a timonear organizaciones y personas. Solo con estudio se puede evitar caer en pataratas… Desafortunadamente tan frecuentes.